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Pues yo ya me encontraba caminando otra vez hacia esa cosa que llaman educación, hoy realmente tenía sueño, no es que estuviera muy espabilada que digamos.

Llegué casi tarde como siempre, pero pese a que venía dormida no se me había olvidado que tenía que hablar con Max sobre lo de quedarse conmigo el tiempo en el que mis padres estuviesen en Estados Unidos.
Obviamente le diría amablemente, cosa que suena raro después de odiarle, que se puede ir a su casa sin tener que quedarse en mi casa, quiero decir, si me dijeras que es que va a pasar a verme todos los días resultaría hasta agradable para mi porque me gusta Max, es el futuro padre de mis hijos por cierto, solamente le gritaría algunas cosas más bien vulgares cuando me desquiciase mucho pero por lo demás nos llevaríamos normal.

Pero es que se va a quedar en mi casa, dormir y comer en mi casa, ver la tele en mi casa, cocinar en mi casa.

Ducharse en mi casa...

Mierda, no, haber si me cae mal tengo que pensar en como fastidiarle.

Aún así hablaré con él y llegaremos a un acuerdo o algo.

Me senté en mi sitio de siempre y no presté atención a la clase como siempre, así me va en los exámenes.

•*•*•*•*•*•

Llegó la hora de la clase de sociales, la cual se supone que es para hablar del trabajo con Max pero como será más bien pelearnos pues hablaré con él ahora y así hago algo productivo con esta hora.
La gente se empezó a cambiar de sitio como de costumbre y cuando Max se sentó y la profesora nos dejó empezar a hablar de los trabajos empecé a hablar yo.

- Max, ha me he enterado de que te has ofrecido para quedarte en mi casa en lo que mi padres están en Estados Unidos pero no hace falta.- No le he insultado, ¿realmente he hablado yo?

Rió.- Te dije a principio de curso que no te iba a dejar en paz, estoy cumpliendo lo que dije, pienso molestarte siempre.

- Pues espero que estés preparado entonces.

- Más que preparado.

- ¿Enserio que no prefieres quedarte en casa con Harvey? - Sonreí haciendo un puchero.

- No cuela, me voy a quedar contigo.

- Que más te da, mira tu llegas despedimos a mis padre y luego tu te vas, cuando ellos me avisen de que ya vienen tu te instalas y aquí no ha pasado nada.

- Ja, no, me gusta más verte enfadada.

- Te puedes ir a la mierda un rato largo, soy capaz de no abrirte la puerta.

- Que mala.

- O eso, o pegarte un portazo en la cara y arreglarte la nariz del balonazo que te pegué, tu decides.

- Casi prefiero colarme en tu dormitorio.

Reí.- Entonces que no te pase nada.

- ¿Es una advertencia?

- No, es un consejo.

Pov Harvey

Dos palabras; Max Mills I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora