15

321 19 8
                                    



Pov Max

Veinticinco de diciembre.

Ya era veinticinco de diciembre, ¿como mierda se me ha pasado la semana tan deprisa? pese a que los ensayos habían ido bien en cuanto a One more day in love, no estaba ni de lejos preparado para cantar frente a ella, además yo notaba que tenía algunos fallos al cantar las demás canciones en general, pero al fin y al cabo era un show para los del instituto, qué más quiero.

Ahora me encontraba precisamente en el último ensayo. Eran las siete de la tarde y esto empezaba a las diez a si que ahora ensayaremos un par de canciones más y Harvey y yo nos iremos a preparar.

•*•*•*•*•*•*•

Pov Nayra

No me apetecía nada ir esta noche al show ese que iba a dar el instituto, sabía que Max cantaría y, pese a que he estado esperando este momento desde que empecé a seguirle, ahora no quiero ni verle en pintura. Pero gracias a mi gran amiga Lidia, tendría que ir, ya había quedado con ella.

Cuando llamaron abrí la puerta y era Lidia, había quedado con ella para prepararnos en mi casa e irnos andando al instituto porque mi casa quedaba más cerca que la suya.

Cuando ya estábamos vestidas Lidia insistió en maquillarme, pero ni de coña, no me gustaba maquillarme, casi nunca lo he hecho, pero no me preguntéis como lo hizo porque cuando salí de casa acabé con los ojos pintados y algo de base por mi cara.

Llegamos al instituto como a las ocho de la tarde y se supone que Max y Harvey empezarían a cantar a las diez. Espero que estén muy ocupados preparándose y no me les cruce.
Antes de que empezara el show habían habilitado el pabellón como si fuese una auténtica discoteca. Había desde música de todos los estilos hasta chavales liándose en la puerta del pabellón o incluso algunos con un coma etílico en la palmera de la entrada. Si todo esto había a las ocho de la tarde, no te quiero contar sobre las once o así.

No tardé mucho en perder a Lidia de vista, parece mentira, pero había demasiada gente, entre eso, y que esa niña es demasiado dispersa, pues ya me diréis.
Según iba avanzando hacia las gradas para sentarme visualicé en una de las esquinas del pabellón una pequeña barra que habían montado varios alumnos de bachillerato con bebidas de todo tipo y gratis, que más quiere el ciego que ver.

Yo no me caracterizaba por beber, bueno, en realidad, las cosas que yo hacía en la vida eran más bien pocas teniendo en cuenta que soy muy perezosa, pero bueno.
Aún así después de pensármelo bastante desvié mi camino de las gradas a la barra para pedirme algo.
Justo cuando iba caminando me sonó el movil, seguro era Lidia.

Lidia

¿Donde coño estás? te llevo buscando media hora.

En respuesta a Lidia

Te podría preguntar lo mismo, búscame si quieres, a mi me da pereza:)

Si, era Lidia.
No me di cuenta de lo distraída que iba con el móvil y me choqué con alguien, cayéndome yo y mi teléfono. Imbécil.

- Auch. Cuidado gilipollas.

- Vaya, encantado de conocerte también.- Dijo riéndose.

- ¿Estás borracho ya o qué?- contesté mientras me apartaba de la multitud de gente para sentarme apoyando mi espalda en el muro y arreglar mi móvil.

- No, pero no me gustaría estarlo, porque si lo hubiese estado no me hubiese acordado de haberme chocado contigo.

Uy este, si viene a ligar lo lleva claro.

Dos palabras; Max Mills I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora