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Me desperté porque la alarma de mi móvil no paraba de sonar, así que alargué mi brazo y literalmente estampé mi mano contra la pantalla del móvil para que este se callara, y extrañamente funcionó.

Me levanté de la cama, y me fui a duchar, cuando salí me puse una sudadera, unos leggings y me ate el pelo en una coleta, como ayer.

Después de despedirme de mi madre salí de casa a esperar al autobús en la parada, cabe remarcar que gracias al payaso de Max, ayer no pude hacer mis deberes de inglés porque al tirarme el libro al agua, tardo bastante en secarse, y cuando digo bastante no me refiero a un par de horas, si no a más bien toda la tarde, ya tengo otra cosa mas por la que agradecerle a su madre que le haya traído al mundo.

Llegué al instituto con el tiempo justo porque el autobús se retrasó, ni siquiera pude parar a hablar con Andrea o con Lidia porque llegaba tarde a la primera clase de gimnasia del curso y todavía no se en que grupo, de los dos a los que dividen a mi clase me ha tocado, genial.

Justo cuando entraba yo por la puerta del pabellón, todos los alumnos ya estaban alrededor de los dos profesores esperando a que estos hablaran.
Yo deje mi mochila en las gradas y pregunté a Andrea que ya estaba allí.

- Oye, ¿sabes en que grupo de los dos me ha tocado?

- Pues te ha tocado en el grupo de tu querido esposo, o sea, ni conmigo, ni con Lidia, ni con Harvey, porque él está con nosotras en este.

Que bien empieza el día.

¿De verdad me estás diciendo que durante todo lo que queda de año voy a tener que aguantar a Max, a primera hora, dos días a la semana?

El destino me ama.

Si pues, como me pille en un día que no estoy muy contenta o me haya levantado con el pie izquierdo, que se vaya preparando porque recibe el mismo tortazo que ayer.

Me incorporé a mi grupo y enseguida vi que Max ya se había dado cuenta de que estaba aquí, porque me estaba mirando.

Querido Max, te la voy a devolver.

- Vale, ahora que ya estamos todos vamos a empezar con un juego sencillo para ir calentando ya que es la primera clase del curso, el juego se llama 'balontiro' y en su mayoría consiste en hacer dos equipos y con una pelota o dos, según yo vea, ir dando a gente de cada equipo para ir eliminándolos.
Empezaremos formando los equipos, yo los formaré. En el equipo 1 estarán; Max, John, Ivan, Hugo, Jana, Laura y Angela.
Y en el equipo 2 estarán; Juan, Sergio, Mario, Nayra, Paula, Rebeca y Liam.
Que el equipo 1 se sitúe a mi derecha y el 2 a mi izquierda, rápido.

Max, prepárate.

Cuando los dos equipos estuvimos en nuestros respectivos campos, el profesor se situó en el mediocampo para lanzar la pelota al aire y que el capitán o capitana del equipo, de un golpe, intentase que la pelota cayese en su campo.

Max era el capitán de su equipo, el capitán del mio era Liam.
Cuando el profesor lanzó la pelota Max consiguió que esta cayese en su campo y él mismo la lanzó para intentar darme a mi, pero la esquivé.

Ahora nos tocaba a nosotros y le pedí a Liam y a los demás que me dejasen tirar a mi, les convencí y los del equipo de Max no se dieron cuneta de que ya estaba a punto de lanzar, ni siquiera el propio Max se dio cuenta de ello.

Max, esta va por ti.

Yo siempre me había considerado una persona de buena puntería, así que utilicé esta ventaja para lanzar la pelota justo en la cara de Max.

3, 2, 1... Acerté!

Max cayó al suelo como una figura de plomo mientras le sangraba la nariz.
Me acerqué a él y me agaché para estar a su altura.

Dos palabras; Max Mills I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora