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Pov Max

La alarma de mi móvil sonó indicándome que ya era la hora de levantarme para ir a los malditos ensayos. No me apetecía nada ir, lo único que quería era seguir durmiendo para no tener que enfrentar la realidad. La he cagado y de qué manera, pero bueno en parte ya estoy acostumbrado, soy así de gilipollas.

Aun así me levanté, fui a uno de los baños a ducharme, me vestí y fui a la cocina. Allí me encontré a Nayra desayunando, que en cuanto me vio cogió su plato, se levantó y pasó por mi lado sin decirme nada. Que bien todo.
Llámalo virtud o defecto pero soy demasiado insistente, y mas con gente que me importa como ella, además del hecho de que yo debería estar de camino a los ensayos, pero como ya he dicho ella es mas importante.

Ugh, ahora que me doy cuenta me estoy volviendo demasiado poético-romántico, después de unos cuantos meses me pregunto que ha sido de aquel Max que tenía demasiado ego, que era orgulloso a mas no poder y que las novias no le duraban un mes. Supongo que intente hacer lo mismo con Nayra que con las chicas anteriores y mírame ahora.

Salí de la cocina yendo detrás de ella sigilosamente, se que si la digo algo ahora que estamos subiendo las escaleras, me tira, a si que prefiero esperar.
Entró a su cuarto conmigo detrás y empecé a hablar.

- Tenemos algo pendiente de que hablar.

- No. Fuera.

- No me voy a ir.

- Tienes unos ensayos a los que ir, vete, y de camino mira a ver si encuentras un gran sendero para que te puedas perder un rato.

- ¿Como sabes lo de los ensayos?

- Harvey.

- Como no. Escucha, lo de los mensajes...

- ¿Te he dicho que quiera hablar de eso?- me dijo interrumpiéndome. Os parecerá increíble pero desde que empezamos a hablar no se ha dado la vuelta, lleva casi diez minutos dándome la espalda.

- No, pero al menos podrías girarte, así me sería mas fácil hablar contigo.

- Es que no tenemos nada que hablar Mills, fuera.- me dijo por fin dándose la vuelta.

- Pero...

- Ahora!- gritó señalando a la puerta.

Yo me di por vencido y salí por la puerta de su cuarto para posteriormente salir por la de la calle.
Tenía que caminar hasta el instituto, no había mucho pero tampoco eran dos metros, a si que saque mi teléfono, me puse los cascos y empecé a escuchar música.

Haber, Max, reflexiona, no, yo no reflexiono, esto es una mierda, vamos a ver se supone que esto no tendría que salir así, se suponía que yo tenía que seguir con los mensajes hasta nuestro último día aquí. Ahora solo queda una cosa, decírselo si o si, total si no lo hago yo lo va a hacer mi hermano o Andrea, y si hay alguien que tiene que explicarle toda la historia, ese soy yo.

Pero claro, que alguien me diga como la explico, que volví loco a medio Londres por venir a buscarla, por no hablar de las chapas que le di a Harvey, que pese a que el primer día la piqué como nunca me encanta ver como se enfada, que me ha hecho dejar de ser tan imbecil y abrir los ojos y que quiero estar con ella hasta mi último aliento, en las buenas en las malas y en las que haga falta, por que solo con ella sería capaz de soportar todo lo que me trajese la vida. Que ella es lo que necesito.

¿Me explica alguien como se lo digo?

•*•*•*•*•*•

Pov Max

Entre pensamiento y pensamiento llegué al instituto para los ensayos, encontrándome a Harvey en la puerta esperándome seguramente.

Dos palabras; Max Mills I ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora