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El día transcurrió de manera ligera.

Pero su tan ansioso encuentro con Taehyung, para Jungkook, aún se veía lejano a pesar de su cercanía.

Solo un día más...–Susurró para si mismo observando una ventana de la sala, con vista invadida por la obscura frondosidad del bosque.

  Se enfundó hasta el cuello en su pequeña cobija azul, y se encorvó levemente para tomar un sorbo más de la abrazadora calidez que ofrecía su chocolate caliente.

El invierno estaba en camino, y el frío decidió hacerse presente en cuanto Jungkook puso un pie fuera de cama, por lo que no dudo en abrigarse y entrar en calor, mientras sus pensamientos no cesaban de rondar alrededor de su novio peli-gris.

El futuro de su amor era una zona completamente desconocida, sin embargo, valía la pena explorar lo desconocido por un amor causante de incesantes palpitares y emociones.

Jungkook suspiró y dejó la taza en la mesa de centro frente a el, para luego volver a resguardarse del frío en la suavidad de la cobija.

El ambiente en la casa era establemente cálido, mientras el único rompimiento en el silencio, era el crujir de los grandes trozos de madera que servían de leña en la chimenea.

¿Porque será que el destino le había deparado enamorarse de alguien no humano?

Taehyung... Susurró, con el propósito de escuchar cada una de las vocales que contenía y así recordar al dueño de aquel nombre.

  Cuando de pronto, por el rabillo del ojo, visualizó una leve silueta entre unos lejanos arbustos que se podían apreciar desde la ventana.

  Rápidamente, sus ojos se detuvieron en los carmines sobresalientes en la obscuridad, pertenecientes a la silueta.

No podía ser Taehyung.

  Un escalofrío recorrió en cantidades abundantes su piel, y la velocidad de su respiración comenzó a aumentar.

  Aquella mirada inspiraba demasiados sentimientos que lograban de alguna manera causar inquietud y ansiedad.

Esos ojos no eran los de Taehyung.

  Nunca los confundiría por los de su amante; la inspiración de tranquilidad y los montones de sentimientos que causaban, eran todo lo contrario a los que lo observaban.

¿Entonces de quién se trataba?

  Luego de unos minutos manteniendo la mirada en aquellos fulminantes iris, parecía ser que aquello quería hacer contacto directo con Jungkook.

  Contuvo una gran bocanada de aire, y se puso de pie, para caminar rápidamente hasta la puerta, sin mirar detrás, mientras la mirada seguía sus pasos sin Jungkook notarlo.

  Tomo la reluciente perilla dorada en la puerta, y la giró sin titubear el haber decidido confrontar.

  La abrasante brisa enseguida se coló en su piel, en cuanto dio un paso afuera.

  Rodeo su estómago con las manos, intentando cubrirse y apaciguar el frío, y caminó por el bosque para lograr así rodear la casa y llegar a aquel lugar.

  Apreció justo el lugar en dónde lo observaban, y caminó cuidadosamente hasta las par de ramas de árboles, apartando estas y abriéndose paso a una parte un tanto más obscura del bosque.

  Observando el cielo como lo más brillante, decidió dar vuelta en si mismo para regresar, pues sería un peligro continuar en aquella consumista obscuridad.

  Pero se detuvo tras haber dado dos pasos, al escuchar la hierba crujir.

  —Tú no tienes idea de lo que has hecho. –Una voz susurró detrás suyo.

  Apretado la mandíbula, junto el valor para darse la vuelta, y observó a su atacante de aquella noche, cuando salió en busca de Taehyung.

—Que es lo que quieres...

  Yoongi ladeo la cabeza y observó curioso al chico humano frente a él.

—¿Acaso en verdad no lo sabes?

Jungkook arrugo el entrecejo, confundido.

  —¿Qué es lo que debería saber?–Respondió con otra pregunta.

  —Lo que han hecho... ha significado una atadura, incluso una proposición. –Hablo con una mirada fulminante con evidente molestia en la voz.

  —¿a qué te refieres? –hablo sin comprender muy bien las palabras ajenas.

  El pálido azabache se abalanzó hasta él y tomó de manera violenta el cuello de su camisa.

  —¡Que ahora su vida te pertenece! ¡no puedo asesinarte por qué ahora él tendría todo el maldito derecho de asesinarme!—Clavo su vista en el suelo, y soltó bruscamente la camiseta de Jungkook.

  Jungkook perdió levemente el equilibrio tras haber escuchado la confesión.

  ¿Porque Taehyung no le habló acerca de ello?

  ¿Era por eso que dudaba el hacerlo?

  Pero si lo hizo... ¿significaba que verdaderamente había querido unir su vida a la suya?

  No pudo evitar ponerse un poco feliz y observó incómodo, al contrario.

  —Y eso en tu cuello... No fue simplemente el resultado de haber cedido ante su sed. Una mordida es algo especial entre los nuestros. Si alguien llegase a tratar de lastimarte y ve una marca en ti, sabe que tendrá que vérselas con alguien. –Habló entre dientes, de alguna manera molesto por tener que decirle todo aquello a un humano.

Hubo unos segundos de silencio incómodo.

  —Y porque... ¿porque me dices todo esto?

Yoongi lo observó serio unos cortos segundos.

  —Porque todo aquello es más especial para nosotros de lo que crees. Taehyung no es alguien fácil de tratar, y que haya hecho de un humano su amante, es porque en verdad eres alguien importante para él.

  Sonrió ladinamente, y se observó a sí mismo hablándole al humano más de la cuenta.

  —Debí haberte asesinado aquella vez... No le traerás nada más que problemas...–Jungkook escucho a pesar de que Yoongi lo decía para sí mismo, y bajó la mirada sin poder evitar admitir que era verdad.

—Gracias por habérmelo-

  Interrumpió sus propias palabras al alzar la vista, pues el lugar en el que la criatura estaba hace unos segundos, yacía vacío.

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Psdt: Jungkook vive en un pequeño pueblo en una montaña, por lo que vive en algo parecido a una cabaña.

Nightmare [梦魇] ☽ VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora