Nightmare [梦魇] ☽ Vkook

39

¡Taehyung! ¡Por favor, no te vayas!

  Despertó repentinamente de la escena de aquel día que continuamente se repetía en sus sueños.

  Miró a su alrededor con el corazón en la garganta y sintiendo el sudor en la frente.

  Por supuesto. Él no se encontraba en ningún lado de la habitación que convirtió en un lúgubre lugar de dolorosos recuerdos para Jungkook.

  La ventana, la noche, e inclusive el entrañable olor impregnado con vehemencia en la fina y tela blanca de las sabanas que por más que trataba de deshacer, seguía ahí.

No podía odiar más la vainilla y el durazno.

  Se puso de pie y se aproximo hasta su guarda ropa.

  Eligió la primera camisa y chamarra abrigadora que encontró sin interés alguno en lucir bien y sin más, salió de casa en dirección a un tortuoso día monótono más de escuela. Para continuar su vida cotidiana.

  Como si él nunca hubiese existido. Como si hubiese sido solo existente en sus sueños.

  Solo que los dolorosos recuerdos en su mente no le daban el placer de creerse aquello, si no al contrario, lo hacían sufrir al saber que en efecto él existía. Y se había llevado su alma con él.

"Desearía nunca haberlo conocido"

  Se detuvo en la mitad de el camino que seguía en vertical por la desolada carretera que se extendía por casi todo el pueblo.

  ¿Realmente lo hacía? ¿Se arrepentía de haber pasado tan entrañables y hermosos momentos a su lado?... Por supuesto que no, pero el dolor de la pérdida lo hacía sentir como que así fuese.

  Finalmente llego a la conclusión de que había sido un impulsivo pensamiento ante el desgarrador sentimiento.

Suspiro volviendo a caminar, sintiendo picar sus ojos amenazantes de que una lagrima lograse crearse.

"No".

No podía destrozarse de este modo. Debía confiar en la esperanza que Taehyung le encomendó.

"Algún día volveremos a vernos"

Se repetía constantemente, pero el raciocinio de vez en cuando lo traicionaba, diciendo que aquello eran solo palabras escritas en un papel, que no tenían valor alguno para Taehyung y habían sido solo para el reconforte.

Cuando alzó la mirada de las agujetas acordonadas en sus tenis blancos, se encontró con que Había llegado al campus de su escuela.

Recibió varias miradas indescifrables en él caminó a su salón.

¿Tristeza? ¿Coqueteo?... ¿Sonrisas comprensivas?

No tenía idea de por que todos los le dedicaban la misma mirada. Y mucho menos de el por que tanto interés en mirar de paso lo desaliñado que se encontraba.

Introdujo la contraseña de su casillero, abrió la mochila que cargaba en la espalda y guardó su botella de agua en forma de cilindro en el un tanto desordenado casillero.

De pronto un peso fue añadido a sus hombros.

—¡Jungkookie!

Jimin lo rodeo con un brazo por los hombros mientras continuaba avanzando hasta el salón que le correspondía. Sin importarle ahora las miradas indescifrables convertidas en miradas de desaprobación.

—Hyung, sueltame... Hoy no estoy de humor para lidiar contigo.–Se quejo con el ceño fruncido sin mirarlo.

—Ni hoy ni nunca, ayer haz dicho lo mismo... Vamos, no puedes pasarte toda la vida deprimido ¡ya a pasado un mes! y yo... Estoy preocupado por ti.