Sádicos © [+18]

Sádica Cita

Jaden entró a su cuarto rápidamente para darse una ducha y poder alistarse para la cita que tendría con Dannae, pero su mente ahora no hilvanaba bien sus ideas, había procesado demasiada  información en la casa de Lise y lo que él pensó hasta ese momento de su vida sádica sabía que en realidad no tenía ni idea; habían demasiadas preguntas y ningún lugar a donde recurrir para poder resolverlas.
Después de verse al espejo por unos cuantos minutos decidió, por fin, entrar a la ducha y dejar ese tema de lado por un momento y concentrarse en la cita que tendría, la cual esperaba sea algo más que interesante.

Los minutos pasaron rápidamente entre alistarse y llegar a su empresa, cuando un mensaje de Dannae llegó a su celular .

"Ya estoy cerca, en no más de 10 minutos llego. ¿Ya sabe a dónde me llevará señor Callen?"

Jaden, por todo lo que había pasado, ni sabía bien que haría con Dannae esa tarde, así que lo dejó a la suerte, era lo único a lo que su mente atinaba ahora.

Estaba dando vueltas en su oficina, pensando y pensando. Llevaba puesto un pantalón apegado color negro que marcaba muy bien su esbelta figura, una camisa casual de color blanco con unas pequeñas líneas plateadas que iniciaban en los hombros y terminaban hasta la parte final de esta y su saco lo esperaba en el respaldar de la silla de su oficina.

Dannae irrumpió sus pensamientos unos minutos después al entrar a su oficina. Muy apegada a su estilo, llevaba un vestido color concha de vino muy ceñido a su cuerpo que marcaba muy bien sus voluptuosas formas femeninas, un escote muy marcado y su mirada tan atrapante capturó la atención de Jaden una vez más.

—Señorita Bennet —dijo Jaden unos segundos después de reaccionar a lo atónito que había quedado al ver a Dannae —. Un gusto tenerla cerca de mí otra vez —y se acercó a ella para saludarla con un beso en la mejilla.

—Siempre un placer verte —respondió ella muy afable —. ¿Listo para irnos?

—Siempre listo —contestó decidido y tomó su saco para salir de la oficina y de su empresa junto con Dannae.

El reloj marcaba las 2:45 de la tarde cuando Andy, sentado en el sillón de su biblioteca, se dispuso a mirar la hora.

—Ahora nuestra Dannae debe estar ya con Jaden —dijo con una sonrisa triunfante a su esposa Jennifer.

—¿Y crees qué logre convencer a ese tal Jaden? —inquirió ella aún desconfiada por la decisión de su esposo.

—Dannae nunca nos ha decepcionado, desde que llegó a nosotros, siempre ha hecho todo al pie de la letra, confío mucho en ella.