Los días para la festividad de las hadas llegó más rápido de lo que pensé. Y en esos días, evité ver a Jake, lo más que pude, pues sentía algo que no comprendía, algo que me era confuso.
Traté de alejar todo eso de mi mente, y pensar con claridad sobre lo que pasaba conmigo y las emociones que sentía hacía Jake. Y entre más pensaba, mi corazón dolía cada vez más.
Al mediodía, para mí sorpresa, Elena llegó junto con Michael y Jake, ambos cargaban una cesta de comida cada quién, sabía que eso significaba un día de campo, pero no estaba de humor, sin embargo, no quería hacer sentir mal a mi mejor amiga. Así que acepte ir con ellos, cómo era de esperar Elena iba con Michael y Jake y yo atrás, lo cuál me incomodaba un poco.
-Pareces algo tensa- más que pregunta era una afirmación.
-No... Bueno sí, pero... Mejor dicho no me hagas caso. Sólo... He pensado unas cosas sobre el día de hoy es todo.
-Tiene que ver con el solsticio?
-Sí y no, y antes de qué preguntes, no... No quiero hablarlo ahora, creo que no es el momento y además, un picnic nos espera- sonrío, sin embargo, sé que es tan carente de alegría o sentimiento positivo, por la forma en que Jake me ve, mas no dice nada y continuamos el camino en silencio.
Una vez que llegamos al lugar, Elena comienza a llorar, Michael la abraza, y yo sólo quiero salir corriendo por lo que sé que va a decir...
-No puedo creer que enserio te vayas-gimotea.
-Lo siento... No quisiera hacerlo, pero...
-Lo sabemos... Sí An estuviera bien podrías quedarte, pero no es así, así que está bien, es tu deber como sucesor...- se le quiebra la voz a Elena, y se abraza con más fuerza a Michael.
-Vamos Len lo mejor es realizar lo que tenías en mente- la ánima Michael.
-Es cierto... Hoy, quizás es la última visita de nosotros cuatro a éste lago, así que más les vale disfrutar cada segundo- voltea a verme, yo sólo asiento, realmente no quiero estar aquí. Los chicos igual asienten y comienzan a sacar las cosas de las canastas.
Mientras ellos acomodan todo, Elena me jala para que busquemos bayas, ya que en esta época del año, hay bastantes por los parajes. Así que ambas comenzamos a buscar por los alrededores. Elena tararea alegremente, y me sorprende la facilidad con la que cambia su estado de ánimo. A veces quisiera ser como ella y sobrellevar las cosas de mejor forma, aunque sé que eso no es posible y quizás por eso somos mejores amigas, ya que ambas somos lo opuesto a la otra.
-Maia, puedo preguntarte algo?
-Sí, qué es?- digo distraída.
-Es obvio qué sabes que Jake se irá, estoy segura que fuiste la primera en enterarte, dime... Te sientes bien? Jake dijo que parecías realmente afectada y no supo qué hacer- evado verla a los ojos y sigo buscando la frutilla, cuando contesto.
-Estoy bien, entiendo que debe irse... Sólo... Me tomó por sorpresa, es todo.
-Maia mírame...- trago saliva y volteó hacia ella.
-Oh Maia...- Elena me abraza y yo hago lo mismo, otra vez estoy llorando...
-No lo entiendo Ele... No entiendo porque siento que mi corazón se parte en dos... al pensar que él se va... Ni siquiera sé porque estoy llorando una vez más o porque siento tanta tristeza...- me abrazo más fuerte a ella y continuo llorando, hasta que ya no salen más lágrimas.
-Yo creo que sí lo sabes, pero debes aceptarlo por ti misma... y Maia lo que sientes, díselo a Jake... O él se irá y te quedarás con todo lo que tienes guardado... Además, su viaje se adelantó se va en dos días.
-Dos días? Estás segura?
-Sí, nos dijo mientras íbamos a tu casa.
-Dos días... -Elena vuelve a abrazarme, me quedó en shock, dos días no son nada...
Después de una pequeña caminata para tranquilizarme y que no se note que he llorado, regresamos con las bayas y los chicos. Cuando llegamos, vemos que ambos conversan, se ven alegres, lo que sea de lo que hablan ha cambiado la tensión que existía en un principio. Elena sonríe, aprieta mi mano y corre hacia Michael, sorprendiendolo dándole un beso en la mejilla y después un fruto. Él sonríe, la abraza y también le da un beso, ella se sonroja y comienza a reír.
-Bueno... Iniciemos oficialmente el picnic.
Y eso hacemos, comenzamos a comer y Michael y Elena a bromear, después de unos minutos, me encuentro haciendo lo mismo, riendo y haciendo bromas con todos, incluso la sensación de sentirme incómoda con Jake pasa y juego con él.
No sé por cuánto tiempo estamos así, jugueteando y actuando como si tuviéramos ocho años. Sin pensar en el transcurso del tiempo o siquiera la partida de Jake.
Sólo somos nosotros, pasando un buen rato en el lago, jugando a escondernos o atraparnos los unos a los otros, mojandonos y disfrutando el día.
En el crepúsculo, los cuatro nos sentamos en la orilla y vemos cómo el agua se convierte en un espejo de diversos matices, de azul a anaranjado y por último a un espejo de fuego. Que refleja el bello atardecer sobre nosotros.
-Creo que hoy ha sido de los mejores días de toda mi vida... De esos días que estoy segura nunca olvidaré- comenta Elena con una gran sonrisa en su cara, yo asiento.
-Concuerdo contigo, esté día ha sido inolvidable, gracias por organizarlo- Jake la mira agradecido, notó además que en su mirada hay un brillo de anhelo y comprendo que es algo que extrañará una vez que se vaya...
-No es nada Jake... Aunque, ahora es momento de regresar a casa.
-Sí, se está volviendo bastante tarde- comentá Michael.
Los cuatro nos levantamos, y comenzamos a recoger todo. Una vez que terminamos nos dirigimos hacia nuestros hogares, sin embargo, Elena y Michael se adelantan dejándonos solos a Jake y a mí.
-No puedo creer que pasará tan rápido el día- suelto.
-Lo sé, me divertí bastante y tú?
-Igual... Fue lindo- me quedó callada, hemos llegado a mi casa.
-Entonces... Nos vemos más tarde?- dice encogiéndose de hombros.
-Sí, nos vemos aquí, para ir al lago. Thali no te perdonaría el que no vayas.
-Lo sé, y en verdad deseo ir.
-Bien entonces, nos vemos.
-Sí, hasta al rato...-Jake se aleja y una sensación rara se apodera de mí... Suspiro, pienso en las palabras de Elena... Aún no estoy segura que es lo que siento, pero sé que sea lo que sea quiero decírselo a Jake.
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Horizonte
Short StoryCuento corto Maia es una joven que después de perder a sus padres conoce a Jake, alguien que viene a cambiar su vida... Sin embargo, el destino los separa, y ella suele ir a caminar a la playa viendo hacia el horizonte, esperando que él retorne