Sinceramente tuya (Warmi)

Capitulo 8

Cita

Mimi hace su mejor esfuerzo para tragarse la sequedad que tiene en su garganta. Mira a su mejor amiga completamente aturdida. Sus respiraciones son bajas y superficiales. "Un amor como el tuyo" está rondando en su cabeza. Regresa a la realidad cuando Ana toma su mano entrelazando sus dedos.

La rubia se lame los labios mientras trata de encontrar las palabras para responder a la declaración de Ana. Soltando un suspiro, reúne todo el coraje que puede para hablarle a su mejor amiga. Es ahora o nunca.

"Ana, nadie te amará nunca como yo te amo".

Mimi prácticamente puede escuchar tragar saliva a la cirujana, hace la misma acción mientras la morena da un paso adelante. Trata de aferrarse al impulso repentino de la confianza.

"Lo sé." Ana responde en un suave susurro y luego se muerde el labio inferior.

Ana siempre fue un poco más valiente que Mimi, era la bromista, la temeraria, la adicta a la adrenalina, mientras que Mimi muchas veces iba a lo seguro, pensaba detenidamente, conspiraba creativamente para obtener su resultado final.

Ana siempre ha sido espontánea, mientras que Mimi siempre planifica las cosas. Sin intentarlo, ambas tuvieron un efecto sobre la otra en más de un sentido. Mimi se volvió más espontánea con su carrera, mientras que Ana planificó las cosas de manera más crítica.

Ninguna de ellas peleó contra ningún cambio que se les presentó, solo cuando se trataba de ellas dos. Cuando se trata de ellas, el mundo exterior nunca tiene voz, nunca tiene derecho, sobre todo porque nunca se preocupan por la opinión de nadie más, solo por la opinión de la otra.

Mimi se encuentra atrapada contra la barandilla cuando Ana se acerca más. La proximidad nunca tuvo tanto significado pero esta vez Mimi siente la diferencia. Ana sabe que es diferente cuando mira rápidamente a los labios de Mimi. Esta es la segunda vez que lo hace hoy y la idea de besarla nunca se sintió tan bien. Inconscientemente se lame los labios y observa cómo la rubia le pone una mano en su mejilla.

Mimi acaricia suavemente la mejilla con su pulgar, Ana siente que su corazón se acelera con anticipación. No va a preguntar de dónde vino esta atracción, no va a preguntar por qué nunca se había dado cuenta antes. En este momento, lo único que quiere saber es que todo lo que ha sentido por Mimi es la razón por la que no puede estar sin ella.

Las mejores amigas no se desean entre ellas y ellas se desean la una a la otra, se desean mutuamente en una medida astronómica. Claro que puede necesitar a su mejor amiga, necesitar su compañía, su personalidad, su humor, su amor. Ana lo sabía, pero con Mimi siempre fue más y siempre será más.

"Por favor." Ana suplica mientras mira a los ojos de Mimi.

Necesita saber que no es solo ella. Que no está equivocada, que hay una razón por la que no le importa planear una boda con Jadel, o que ha rechazado todas las llamadas que recibió porque su mente estaba demasiado concentrada en su mejor amiga. No le importó que no tuviera la oportunidad de despedirse de Jadel, pero la idea de que Mimi se marchara la hizo llorar. Mimi no es solo su mejor amiga y está molesta consigo misma por haber tardado tanto en descubrirlo. Mimi es su alma gemela y si le tomó diecisiete años o diecisiete segundos darse cuenta, siempre seguirá siendo así.