Sinceramente tuya (Warmi)

Capitulo 11

Devolver al remitente

Los ojos de Mimi se encuentran con los de Jadel mientras se dan la mano. Mimi siente que se le encoge el corazón al darse cuenta de la posición en la que se encuentra. Es por eso que no se queda. Es por eso que no llega a conocer a las personas que se enamoran de Ana. Son inocentes, no merecen las mentiras o la falta de amor de Ana. Un amor, del cual, aparentemente Ana se dio cuenta hoy, las cosas iban demasiado rápido, pero al mismo tiempo no lo estaban. Jadel le da a Mimi una pequeña sonrisa mientras suelta su mano y envuelve su brazo alrededor del hombro de Ana. La fotógrafa lanza una mirada a su mejor amiga y nota que ella no se retuerce, no se encoge, no se pone tensa, nada. No hay nada que demuestre que la acción no es bienvenida, que la acción es algo que solo quiere de Mimi y de nadie más. Mimi frunce los labios y asiente una vez.

"Así que Mimi ..." Jadel comienza y quita su brazo de Ana para tomar una cerveza, agarra el abridor y la abre. "¿Qué se siente al viajar tanto?" Toma un trago de su Corona mientras mantiene su mirada en la rubia.

Mimi intenta no gruñir. Odia la charla. ¿Por qué quiere saber?

"Es grandioso. Veo lugares a los que no llega mucha gente y conozco a todo tipo de personas". Mimi solo se encoge de hombros.

Mimi adoraba el viaje, la aventura y la espontaneidad de no saber qué va a conseguir cuando llegue allí. Es su vida y ama cada segundo de eso. Hay demasiados lugares en esta tierra para ver. Es un crimen para la vida no ver todo eso, uno que nunca cometerá.

"Eso suena increíble. Yo prácticamente solo viajo a nivel nacional. De hecho, quería preguntarte algo ..." Jadel se acerca un poco más a Mimi y esta frunce el ceño un poco confundida por lo que está haciendo. Intenta dar un paso atrás, pero él le pone una mano en el hombro y se inclina hacia ella. Mimi observa mientras Ana mira en su dirección y luego su atención se centra en Jadel una vez más mientras habla.

"Como has estado en todas partes, ¿dónde crees que sería el lugar más romántico para una luna de miel. ¿Qué crees que le gustaría a Ana?"

Mimi da un paso atrás y niega con la cabeza. "No lo sé."

No puede respirar. El aire en la sala se hizo mucho más escaso ante la perspectiva de que Ana fuera tocada por él. ¿Qué empiecen su matrimonio en algún lugar que ella sugiera? Olvídalo, no participara en eso. Eso es demasiado para Mimi.

Jadel comienza a reírse y Mimi quiere golpearlo en la cara. No ve la gracia a esta situación.

"Tú, de todas las personas, debes saber lo que Ana hace y lo que no le gusta". Jadel bebe su cerveza y la coloca en la barra.

Cruza sus brazos sobre su pecho y la rubia se encoge de hombros. "Mira, me gustaría ayudarte, pero cuando se trata de romance. No sé lo que Ana quiere, discúlpame".

No le importa estar siendo grosera. Esto es demasiado. ¿Por qué pensó que nunca lo vería? Aceptar quedarse era una idea estúpida. Se abre paso entre la multitud de médicos, enfermeras, pasantes y demás e intenta dirigirse hacia la puerta.

"¿A dónde vas?"

Los gritos de su mejor amiga no detienen sus movimientos. Tiene un impulso y no puede romperlo ahora. Jadel quería saber dónde llevarla de luna de miel, Ana está comprometida, Jadel está enamorado de Ana, y a su vez Ana también tiene que estar un poco enamorada para haber dicho que sí. ¿Cómo diablos llegó aquí? El aire cálido golpea su rostro cuando sale al porche. Inhala profundamente y coge su teléfono. Al presionar el botón de llamada, se lleva el teléfono a la oreja mientras busca en su bolsillo las llaves.