Capitulo 1: De nuevo en Royal Woods

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La vida es un juego en el que siempre salgo perdiendo... y no importa lo que haga, el resultado siempre será el mismo. Pero saben algo, en los juegos hay algo más importante que definir a un ganador o un perdedor y eso es el poder divertirse... por desgracia, no he logrado sentirme así desde hace seis años y creo saber la razón de ello, mi querida y numerosa familia; a veces me pregunto que habrá sido de sus vidas desde el momento en que me fui, también me pregunto el por que nadie me detuvo La noche en que me fui de casa para no perjudicarlos más por mi condición pero después recordaba lo que era para ellos, solo un estúpido amuleto de buena suerte mientras llevara un estúpido traje de ardilla y si por alguna razón no lo usaba me veía obligado a soportar las represalias de mis hermanas por la "mala suerte"; pero eso ya no importa porque al final tenían razón. Es decir, solo una persona con mala suerte recibiría un trato tan vil por parte de su propia familia y por ello decidí buscar suerte lejos de ellos... Ja, la ironía de la vida a veces me hace reír. En fin, me aleje del tema principal. El punto es que tras ciertos sucesos que me llevaron a terminar al borde de la muerte me di cuenta de lo que era capaz de hacer. Además, la persona que me rescato de mis últimos momentos en este mundo me mostro un camino que podía seguir, a simple vista era como un ángel para mí, pero por desgracia termino siendo un demonio. No literalmente, pero siempre que entraba a los lugares de juegos de azar y apuestas todos se retiraban y los pocos valientes que se quedaban para retarlo perdían el brillo en sus ojos al momento de caer ante las habilidades de mi mentor. Él me enseño lo necesario para vivir del mundo de las apuestas, me mostro que tenía algo especial en ese mundo y a su vez me enseñó cómo funcionaba el mundo real pero aun así, cuando cumplí diecisiete años me ordeno salir de ese mundo en el que me vi envuelto. Me dijo que buscara un trabajo decente y siguiera con mi vida... la verdad no entendía el porque me decía todo eso pero accedí a su voluntad ya que él nunca se andaba con juegos así que decidí volver a Royal Woods para obtener mi título de graduado de escuela media y el día en que debía regresar donde mi familia, mi maestro desapareció dejándome una tarjeta de cuenta bancaria la cual tenía dinero para vivir sin tener que esforzarme hasta el momento de mi muerte y junto a ella una nota que decía: "Lincoln, fue divertido pasar estos últimos años contigo. Espero que uses con ingenio el dinero de toda mi vida ya que lo estoy apostando todo por ti y si el destino nos llegara a dar una mala jugada ten por seguro que nos volveremos a ver, pero por lo pronto regresa a tus raíces, consíguete una vida digna y resuelve tu conflictivo pasado. Si logras hacer todo eso para cuando volvamos a vernos, daré por sentado que aposte por la persona correcta." Aquellas palabras llenaron por un momento el vacío dentro de mí y sin pensar en todo lo que viví con mi maestro me marche a enfrentar la vida que el destino me ofreció en este interminable juego que es la vida misma.

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Era una cálida mañana en la terminal de autobuses de Royal Woods, un joven de diecisiete años, pelo blanco, con una cicatriz que marcaba su ojo izquierdo como un rasguño, que portaba un elegante traje de pantalones negros y tirantes color rojo, sombrero de cinta roja y zapatos negros bajaba de un autobús que acababa de arribar. El joven estiro su cuerpo tras su largo viaje para después buscar su maleta de mano y tomar un taxi.

- ¿A dónde lo llevo señor?-pregunto un joven taxista que estaba esperando en el lugar.

-veamos... aún es demasiado pronto para ir a ese lugar y la verdad llevo tiempo fuera de esta ciudad así que por el momento quisiera que me dieras un tour por toda la ciudad si no es mucha molestia; aquí tiene mil dólares de adelanto por el servicio. -dijo el peliblanco mientras se acomodaba plácidamente en la parte trasera del taxi.

El joven se sorprendió al ver todo ese dinero y no pudo evitar preguntar mientras emprendía su recorrido por la ciudad.

-vaya, debes ser alguien importante como para hacer esto. Y dígame, podría saber el nombre de mi estimado cliente.

MALA SUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora