Christopher.

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La fuerza de sus manos disminuyó drásticamente, de nuevo veía caer sus lágrimas, negó con la cabeza y finalmente me soltó, se dirigió a la cama y callo rendido en la esquina, reposo sus codos sobre sus rodillas tapando su cara con ambas manos, sus sollozos dejaron de lado el silencio de toda la habitación. 

-Eri -me dirigí a el- amor, se que podemos lograrlo.

-No estoy seguro -me miro- ¿te has puesto a pensar en todos los kilómetros de por medio? Joel, si estas mal no podré hacer la gran cosa por ti y viceversa, ¿que pasará si llega alguien mejor a tu vida?

-¿No confías en mi?

-Lo hago, si.

-Entonces -tome su rostro entre mis manos- confía en lo que te digo, puedes estar seguro de que no quiero a nadie más en mi vida, solo a ti te amo ¿lo entiendes? -asintió- mi vida, aveces es necesario hacer pequeños sacrificios para triunfar y yo quiero tener éxito junto a ti.

-¿En serio crees que lo podamos lograr?

-Si, se que lo nuestro es más fuerte que cualquier otra cosa. Aparte, serán cinco años a cambio de una vida, ¿vamos por ello?

...

-Vamos por ello.

Al fin había accedido, sabía que esto valdría la pena.

-Pasando a otro tema, quiero preguntarte algo.

-Dime.

-¿Quien es Christopher?

-¿Po..po..por qué lo preguntas?

-Te diré cuando me contestes.

-Es una larga historia.

-Tengo tiempo.

Tomó aire y entonces respondió.

-Es el asesino de mi padre.-dijo apretando los dientes y con una voz cortada.

-Eri, perdón, no fue mi in......

-Lo conocí en el Colegio, desde el primer momento hizo mi vida tan miserable como pudo. Todo empezó cuando salía con Ana, era la chica más popular, por alguna razón ella se sentía atraída por mi, realmente siempre tuve dudas con mi sexualidad y para aclarar mi mente -dijo haciendo comillas- inicie una relación. Un mes más tarde Christopher se adhirió al grupo gracias a sus años reprobados, me miraba a todo momento hasta que me habló, parecía buen chico. En la fiesta que se daba cada inicio de ciclo fue en donde paso todo. Recuerdo que no tome más que un vaso de vodka, sin embargo se que el le puso algo que me dejó inconsciente, al despertar me vi desnudo en una habitación enorme, no sabía que era lo que había pasado, me vesti y corrí a casa. Al día siguiente que fui al colegio me encontré con hojas pegadas por todos lados, sentí miradas sobre mi así que decidí ir hasta mi casillero sin prestar atención a nada, cuando llegue me fue imposible ignorar la imagen de una de las hojas pegadas... Joel, era yo -empezó a temblar, tomó mis manos y las apretó con una fuerza impactante.

-Amor, no me digas más, tranquilo.

-Estaba desnudo frente a toda la escuela, en una de las fotos se me veía con un miembro dentro de mi boca, no tenía idea de nada, no podía recordar. Me llamaron a la dirección para dar una explicación, por suerte la directora me conocía bien y sabía que yo no era así, días después todo fue complicado, era un Infierno ir a clases. Recuerdo que el día de mi cumpleaños recibí una tarjeta diciendo que sería el mejor día de mi vida, que la sorpresa estaba en casa. Justo ese día mi padre jamás volvió del trabajo, sufría problemas del corazón, le había dado un ataque y no sabíamos cual era la razón. Hace unos meses recibí un paquete y cuando lo abrí mire aquellas mismas fotografías en compañía de otras de mi padre en el momento de su muerte -se tiro de rodillas y tapó su cara- el lo mató. Al principio creí que era porque el quería andar con Ana, pero no, el me ha perseguido desde el momento en que me vine para alejar el pasado.

La última noche. //JOERICK//TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora