Una eternidad a tu lado.

171 17 1
                                    

Fuimos al restaurante en donde celebramos el inicio de nuestra relación, mantuvimos una conversación que nos hizo recordar todo lo que habíamos pasado. Posteriormente nos montamos al auto nuevamente y continuamos con la ruta, se nos había ido volando el tiempo.

-Bien amor, ¿a donde quieres ir?

-Sigue esta ruta. -le extendí mi celular mostrando el gps.

Después de ir platicando y jugando como unos 30 minutos llegamos.

-¿Un hotel?

-Si, pero de cinco estrellas, ya baja.

Aparcó el auto y caminamos de la mano hasta la recepción, por cuestiones de edad fue el quien tuvo que llenar las formas solicitadas, nos dieron habitación y continuamente nos dirigieron a ella.

Tome el teléfono y ordene algunas cosas para pasar bien la noche, algo de beber y algunos bocadillos.

Una vez llegaron me empezaron a recorrer los nervios, no sabía cómo decirle a Joel que mañana me tendría que ir.

-¿Ya me dirás que pasa, Brian?

-¿Que pasa de que?

-Podría jurar que me estas ocultando algo, haz estado pensativo y diría que un poco desanimado, ¿que pasa?

-Quiero que esta noche sea inolvidable, que solo existamos tu y yo, que nos olvidemos de absolutamente todo.

Ambos nos fuimos acercando hasta quedar de frente, al instante note sus ojos cristalizados y una expresión que me hacia sentir de la peor manera posible.

-¿cuando te vas?

-Amor...

-Contestame.

-Mañana.

-¿No me lo ibas a contar?

-No sabía cómo hacerlo.

Sin decir más nos abrazamos, iniciamos un beso lleno de sentimiento, sus lágrimas y las mías se iban cruzando hasta hacerse una misma. Nos encaminamos con pasos torpes a la cama y comenzamos a desnudarnos sin perder pista del beso, cada vez sentía más impregnadas sus manos sobre mi cintura.

Quien lo diría... Nadie me advirtió de que el amor me haría vibrar, ni de que podría tocar el cielo con las yemas de mis dedos al tenerlo cerca. Nadie me advirtió de que el amor es estar caminando al borde de un abismo, y de que las taquicardias están a la orden del día. Pero nadie, ni mucho menos, me advirtió de que, además de eso, sería Joel aquella persona de la que siempre espero tener una opinión.
De que con el querría pasar buenos ratos de risas, de mucho más que eso, de lágrimas, de experiencias, momentos.
Valoro de la misma manera sus sonrisas que sus consejos, su mirada que sus sabias palabras, sus besos y la dedicación por que esté bien en todo momento.

Lo amo...

*Joel*

Se que todo ha ido difícil, ya no hablamos como lo hacíamos hace cinco años, jamás nos vimos como lo habíamos planeado, incluso hace un par de horas me dijo que tal vez se quedaría un año más. Pero no importa, aun lo sigo esperando y lo haré más si es necesario.

+Joelin, quiero pedirte un favor, uno de mis tíos llevará un paquete para mi madre pero ellos no se soportan, ¿crees que lo puedas ir a recoger? Llegará a las 14:00, en el parque junto a la plaza.

-Yo voy, no te preocupes.

Faltaban cinco minutos para la hora, estaba sentado en la banca donde siempre me veía con Erick, era lindo recordar nuestros momentos juntos.

Una mano se asomo sobre mi hombro sosteniendo una pequeña y delicada cajita, en su interior note un anillo precioso con un diamante incrustado, me di vuelta al instante en que reconocí aquella mano.

-Mi amor, volviste...


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 21, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La última noche. //JOERICK//TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora