Un disparo al corazón.

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*Erick*
Note como Joel estaba con la rubia alta, decidí devolverme a la casa, cuando lo vi me sentí muy triste, aun no se por que pero no me iba a quedar a averiguarlo.

Pasados unos 10 minutos decidí irme a casa, me la estaba pasando bien pero ya era un poco tarde, en el momento en que me despedía recibí un mensaje...

"No te vayas aún...
Te veo en el patío trasero, en 5 minutos Erick.
5 MINUTOS"

Esto llamo mi atención, ya que el mensaje provenía de un número desconocido, era lógico que lo había mandado alguien dentro de la fiesta, ¿pero quien?

Fuí directamente al patio de atrás para averiguar que pasaba, me quede esperando unos minutos cuando de pronto sentí el peso de una mano posandose en mi hombro, volteé y me encontré con Joel mirandome de una forma confúsa.

-¿Que haces aquí?- cuestiono de una vez.

-Nada que te importe- en ese momento mire mi reloj, ya han pasado 10 minutos tal vez me gastarón una broma, pensé- compermiso- dije para tratar de pasar pero fue en eso que el me tomo por el brazo.

-Espera.

-No quiero hablar contigo Joel.

-¿Porque?

-Joel, tus amigos y tu se la pasan molestando, no es agradable.

-Y ¿yo que te hice?- cuestiono acercandose a mi.

-Quitate- lo empuje por el hombro tratando de continuar con mi camino.

-No te vas a ir- dijo Joel deteniendome.

-¿Que es lo que te pasa? Suel...

Me interrumpio con un beso que vino de la nada, sus labios se movían con fluidez y los mios le respondían.
Sus manos pasarón a formar parte de mi cintura y mis brazos rodearon su cuello, cada vez atrayendolo más hacia mi.

Despúes de un momento nos separamos y solo nos miramos, el me sonrio y se fue.

Me tome un momento para analizar lo que había pasado apenas hace unos segundos, sin intentar encontrar una respuesta muy coherente comencé a caminar a la salida de la casa cruzandome una vez más con Joel que solo se reía con sus amigos y me seguía con su vista hasta yo perderme de ella.

Todo el camino a casa fuí pensando en sus labios, en sus ojos, la forma tan linda en que sus manos apretujarón mi cintura, era algo jodidamente precioso pero confuso.

No se por que le continue el beso, por que no lo pare, solo se que me encanto poder sentirlo tan cerca de mi, el rose de sus labios sin ninguna duda había dejado una huella muy profunda que no quería olvidar.

Al recostarme en mi cama cerré mis ojos tratando de pensar en cualquier cosa pero era imposíble, en mi cabeza solo estaba Joel, ni siquiera sabía como es que lo iba a ver a los ojos al día siguiente.

Entre pensamientos me quede profundamente dormido, soñando con esos grandes ojos marrones de pestañas largas y rizadas, y no se diga de los redondos labios rosados bien formados, humedos y carnosos, las enormes manos frías, literalmente soñando con Joel.

La última noche. //JOERICK//TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora