Capítulo 9 - Nueva ciudad / Tristeza

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Al llegar notó la gran ciudad, con grandes edificios, donde vivía también los hay pero más sencillo, se impresionó con la ciudad, realmente es linda, se tendrá que acostumbrar pensó, ya que su madre estará por los próximos 6 años aquí.

Llegaron a su nuevo hogar. El lugar es un poco más grande que la anterior, ya se encuentra amueblada, hay un teléfono de color negro en el pasadizo, hay 3 habitaciones, un estudio, un salón donde se puede lavar la ropa, en el 3er piso es donde se tiende la ropa, obviamente las habitaciones están en el 2do piso, la cocina esta siguiendo un pasadizo no tan largo ni tan corto en una habitación a la derecha y en la parte de la izquierda se encuentra el comedor.

Había pasado ya 4 días y Mario dijo que primero quiere conocer la ciudad antes de conseguir un trabajo, ya que no quiere perderse; en cambio Lucrecia, ella tiene movilidad que le brinda su trabajo que la recoge y lleva a su trabajo y viceversa. Ella asintió. Un día en que ella se encuentra en el trabajo, la joven junto a su padrastro están solos en casa.

Mario: Al fin solos -sonrie con malicia mirando a la joven sentada en su cama con semblante nerviosa-

_____: Lárguese, ya es hora de que consiga trabajo -dijo muy nerviosa, quiso sonar firme pero no lo estaba consiguiendo-

Mario: Serás mía en este preciso momento, y pobre de tí que hables. -sonó firme y se acercó a ella, ella se levanto pero él agarró del brazo y la voto en la cama con fuerza- quiero que entiendas que ya no habrá interrupciones, tu madre se encuentra en el trabajo. Y así será -dijo serio-

____: Maldito, aléjate, vete.

El tipo le dio una bofetada que la dejo marca de inmediato, ella lo miró aterrada, la agarro las manos y de su bolsillo saco una cuerda amarrada y la desató con los dientes, ella pataleaba pero a él le daba igual, ella quería safarse pero no pudo, una vez desató la cuerda, la amarró a la cama, apretando sus muñecas, se sentó encima de ella, ella queriendo moverse le fue muy difícil, ella con sus rodillas golpeo la espalda del tipo y él en reacción la volvió a abofetear y le dijo que se calme que será rápido pero no la primera y última, eso la aterro que palideció y no se movió.

Empezó a subirle el polo, ella se movía con mucha dificultad, él alzó su brasier y le empezó a acariciar ambos pechos, ella sentía asco pero sabía que no tendría ayuda, en su cabeza estaba Law, quería que él estuviera con ella, que la ayude, eso era una completa tortura para ella. Él empezó a poner su boca en el pecho de la joven mientras que la otra mano acaricia el otro pezón con algo de dureza que la chica se quejó de dolor, seguía moviéndose y tratando de quitarse la cuerda aunque eso hacia que le causará más dolor pero seguia haciéndolo, quería safarse, él se quito su polo y puso en el suelo, él encima de ella empezó a moverse, ella seguía golpeando su espalda sin éxito.

Él se saco su pantalón y le quito el pantalón a ella, aun tratando de evitar eso en vano; ambos están en ropa interior, él beso el ombligo de ella hasta subir y besar el cuello de la joven, ella seguía con tremendo asco, hasta que sucedió lo que no quería, le sacó su ropa interior y la vio completamente desnuda, ella cerro los ojos con fuerza y él se quito su ropa interior y entro en ella directo, pues ya le tenía ganas y se movió de manera brusca, la envidio con fuerza, poco a poco fue sintiendo placer en cambio ella sentía asco pero él por querer poseerla, al principio no se dio cuenta de un pequeño detalle peor importante, ya a mitad de camino se dio cuenta de algo y lo dijo de manera muy molesta.

Mario: Maldita, no eres virgen -la miro demasiado molesto y la agarro del cuello y quijada que ella abrió los ojos para mirarlo- ¿quien te desvirgo?

_____: A tí que te importa -dijo molesta-

Mario: -La agarro con un poco de fuerza- Habla estúpida.

_____: Hago con mi cuerpo lo que quiero.

Quiero verteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora