💞 Drabble #4

473 76 19
                                    

Angry

Miguel sentía que ninguna de sus estrofas tenía ritmo y tan siquiera rimaba, sintiéndose frustrado por la falta de inspiración para la composición de una de sus canciones.

Rayaba hoja por hoja, palabra por palabra, sin poder ponerse de acuerdo ante las miles de palabras que podrían llegar a rimar, dando sentido alguno a la dichosa canción.

la balada de mi frenético corazón...— comenzó Miguel tomando la guitarra, jugando con las cuerdas del objeto, entonando una melodía, paro en seco pues sus ideas para poder seguir y hacer que fluyan sus acordes lo detenían por no obtener estrofa algunaEs la única que entona tu canción, una canción de amor, era tu canción favorita...— pensó Miguel dejando la guitarra y tomando apuntes, y así, volver a tomar la guitarra, rasgueando las cuerdas de la guitarra y cantando de nuevo aquel verso — la balada de mi frenético corazón, es la única que entona a tu canción, una canción de amor, era tu canción favorita — cantó con ayuda de los acordes de la guitarra, una mueca de disgusto se dibujo en el semblante del menor Rivera, parecería que solo añadía palabras por que si, aunque no era su intención pues quería tener una canción hecha por él, escrita por él, pero era la escasez de la lluvia de ideas que se dignaba en aparecer.

—  Vaya así que el joven Rivera trata de componer una canción, ¿Eh? — escuchó laburlona voz del joven de la Cruz a sus espaldas.

Miguel solo dio un leve respingo, y seguido rodó los ojos con fastidió del joven que lo molestaba

— ¿Qué quieres Marco? — habló con molestia y fastidió Miguel.

— Vaya al parecer no puedo andar por la plaza del mariachi sin que Rivera me traté así, que malos feos modos tienes — bromeó el joven de la Cruz, recargándose en el barandal que adornaba el kiosco viendo a sus pies a Miguel.

—  Vete de aquí, no tengo nada que ver contigo, al final tú me lo has dicho ¿No? que soy solo una imitación barata de Héctor y que jamás seré como él, ¿No es así? — hablo exasperante, se levanto de las escaleras del kiosco para enfrentar cara a cara al joven que lo molestaba.

Marco jamás se espero esa respuesta de Miguel, sus ojos se había abierto de par en par, sintió algo golpear con dolor su corazón.

o-oye ca-calma Migue...— habló Marco, dando algunos pasos para atrás, pero Miguel daba pasos para encarar a su persona.

— ¡No!, ¡Ya estoy cansado, me molestas siempre, pareciera que yo soy tu objetivo de burlas pero ya no más, te he soportado tantas veces que esto no puedo dejarlo así como así, Marco! gritaba el pequeño con frustración, su voz se entre cortaba a cada paso que daba y cada que Marco retrocedía — ¡Ya no seré tu tapadera alcahuetera, estúpida que solo pisoteas y  te burlas de ella! — de sus orbes comenzaron a brotar lágrimas, algo que a Marco impresiono más.

De la Cruz ya no pudo retroceder más, su espalda había chocado con la pared de ladrillos de una fachada de local.

¿¡Quién chingados había puesto un local ahí!?

—¡Ya soporte demasiado tus burlas constantes!— de nuevo fue el grito en el que encaraba a joven atacante —¡Ya no seré el perro idiota que se deja pisotear por un muerto de hambre!— sin saberlo, el joven Rivera rimaba cada palabra de rencor que soltaba con desesperó.

—E-Espera y-yo no…— trato Marco de calmar, pero era más la molestia de Miguel.

—¡Callate, ya no te quiero escuchar!, ¡Me cansé de ti y de tus burlas constantes hacia mi!— fue el último gritó que dio, para voltear sobre sus talones e irse de ahí, dejando pasmado a un joven que seguía apegado a la pared del local.

Marco no dejo de ver aquel punto en donde había perdido la silueta del Rivera.

Wow…— fue el suspiro que soltó, viendo con impresión aquel punto en donde Miguel había desaparecido.

Sintió un golpes constantes en su corazón y el calor situarse en sus mejillas.

🌹ArxmoGrl

He De AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora