💞 Drabble #2

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Jealous - part 1

Miguel veía maravillado entre las olas de gente, aquel escenario colorido, en donde la melodía y rasgueo de el músico hacia su guitarra entonaba y deleitaba los oídos de los esqueletos que presenciaban el acto del pequeño de la Cruzito.

Miguel soltó un suspiro, mientras se acercaba hipnotizado a la primera fila del escenario, una vez ahí quedo congelado al ver como aquel chico de traje de mariachi azul  rey lanzaba miradas coquetas a las chicas que se emocionaban por el acercamiento al músico.

Sintió el fuerte oprimiento en su pecho, como si estrujáran cruelmente su corazón. Por primera vez las emociones negativas invadían su ser, sintiéndose posesivo en aquel instante.

« ¿Por qué? » era la única incógnita que se preguntaba Miguel así mismo. Tocó con la yema de sus dedos su propio pecho, sin quitar la mirada del joven cantante, pariente del fraude de la Cruz.

Su irá aumentaba cada vez que veía que detenía el rasgueo de su guitarra y tomaba con delicadeza la barbilla a una de las chicas bailarinas y se acercaba lentamente.

Miguel en un ataque de rabia, se subió al escenario y aparto aquella chica del joven de la Cruz, deteniendo por completo toda la musica y alegría de ese instante.

Un ahogado gritó de impresión del publico se escuchó y seguidamente de un silencio sepulcral que se inyectaba con lentitud en el ambiente.

Miguel reaccionó de inmediato al sentir el silencio incómodo del ambiente. Se dio cuenta de que se había puesto entre medio de ambos jóvenes, deteniendo el agradable y festivo momento de aquella ocasión, sintió vergüenza, sintió su corazón detenerse por unos milisegundos y en rubor en sus mejillas incremento de manera abrupta.

Giro a ver al público quien seguía con “la boca abierta” por aquella repentina interrupción. Volvió a girar, chocando con la mirada ámbar del joven cantante, quien miraba confundido a Miguel por su comportamiento.

Rivera solo optó por huir de aquel momento incómodo.

—¡Espera, Miguel!— fue el gritó de Marco, despertando de su mundo de incógnitas que rondaban por su mente.

Corrió detrás del joven Rivera, dejando a su público con ganas de seguir aquel ambiente a pesar de que ya no se podía recuperar por el cometido de Rivera.

El sonido de las botas; marca Rivera, chocaban contra el piso a cada paso que daba, se escuchaba como eco en la mente se Miguel.

Sintió como su brazo fue fuertemente tomado, parando así su “maratón”. Volteó la mirada, volviendo a conectar con aquellos brillantes y felinos orbes amielados.

—¡Sueltame!— fue lo que grito Miguel con desesperó.

El agarré se intensificó, Marco no lo dejaría escaparse. Rápidamente atrapó a Miguel, tomando su cadera, apegando su espalda contra su pecho.

[Algo así, por si no entendieron solo que en vez de tomar su mano, toma su muñeca x3 ♥]


El cuerpo de Miguel se removía, intentando inútilmente zafarse del agarré de chico de la Cruz.

Marco se acercó peligrosamente al cuello del de orbes marrón. Su aliento choco contra la piel del joven músico, erizando este por el acto cometido.

Miguel sacó un jadeo, sintió su corazón acelerarse cada vez más rápido y el rojo que adornaba sus pómulos se convertía en un exquisito rojo escarlata.

Marco beso la curvatura de Miguel, haciendo que este último mencionado sacara un ahogado gemido. Se situó a la altura de su nuca y mordió con delicadeza aquella parte de la piel del Rivera.

Miguel tuvo que contener su gemido, cerrando fuertemente los ojos y dejando a merced de Marco su cuerpo.

El atacante se separó de su víctima, sonriendo con malicia, deleitando la yema de sus dedos el recorrido del cuerpo del menor. Se acerco lentamente al oído de Miguel y…

—Esto es por interferir en mi show, Rivera…— susurró Marco con alegría sínica —Si vuelves a arruinar mi show te irá peor…— y finalmente amenazó al joven Rivera, soltándolo de repente, haciendo que Miguel cayera sobre sus rodillas con su respiración agitada y sintiendo frío, específicamente en aquella parte que están acorralada por la boca del joven de la Cruz.

Marco se retiró, con una sonrisa burlona y volvió a su show, dejando a Miguel en completa soledad de los pasillos desolados de Santa Cecilia.

Suerte que nadie había presenciado aquella fechoría de Marco hacia Miguel.

🌹 ArxmoGrl

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