Capítulo 2

652 53 4
                                    

Una luz tenue y calida adornaba aquel pequeño lugar donde ambos se encontraban,  sentados uno frente al otro, la mas joven con un pequeño sonrojo en sus mejillas que para Garu era sumamente adorable, ese día había poca gente en el lugar dandoles un poco mas de privacidad

-estuviste excelente hoy-sonrió de manera radiante entregandole una pequeña nota rosa

-gracias, esa pieza la escribi pensando en ti- le devolvió la pequeña nota, tomando un poco del vino de su copa

La jovencita apenas podía mantener la vista arriba causa del gran sonrojo que portaba en sus palidas mejillas, causando una suave risa por parte del mayor, cosa que encanto a Pucca

-señores ¿les puedo tomar su orden?-pregunto un hombre mayor vestido de mesero a lo que los dos asintieron

-pollo en salsa de tamarindo y una lasaña de camarón, por favor- entrego pucca al mesero, quien ya estaba acostumbrado a la falta del habla de aquellos distinguidos clientes

-enseguida se los traigo- quien reverencio antes de irse

Silencio cómodo los rodeaba y los envolvía, mientras suaves melodías sonaban y unas cuantas parejas bailaban al ritmo de la musica a la luz de la luna.

Poco a poco garu fue perdiéndose en la vista calida de pucca quien miraba con ternura a las parejas que bailaban, recordando como habia conocido a esa chiquilla que tenia enfrente, ese día hacia frio extremo, regresaba de la casa de su amigo Abyo quien años después se convertiría en su abogado, y de visitar a su casi hermana Ching, quien de igual manera seria quien lo lanzará a la fama un par de años después convirtiéndose en su manager, caminaba tranquilamente cuando vio a una niña de no mas de doce años llorando en la nieve, con solo un delgado vestido roto y sucio y sin zapatos, temblaba de frio la niña, así que con cuidado la atendió y la llevo a casa, proporcionandole hogar, vestido y alimento dando como resultado lo que ahora pasaba, esa niña ahora era una hermosa jovencita de diecinueve años y su asistente personal, ella daba a si vida, calidez y paz a su rutina diaria, inconsientetemente sonrió.

-¿sucede algo?-leyó en un papel rosa, el solo negó con la cabeza, recibiendo como respuesta la hermosa sonrisa de la joven

Unos minutos después se encontraban degustando su comida, en compañía de la calidez uno del otro, sin duda alguna esa jovencita amaba a ese hombre que tenia enfrente, que la había salvado de la soledad y desdicha, pero tenia miedo de decírselo, miedo de perder lo que tanto quería.
Garu observó como las faciones de la joven cambiaban de ternura a tristeza causando que frunciera el ceño y por reflejo tomara su mano, viendo el asombro y sonrojo de la mas joven, viendo como negaba con su cabeza, provocando que garu se tranquilizara, la cena era tranquila, habian terminado de degustar sus alimentos, con la musica de fondo.

De poco garu se levanto tomando consigo la mano de pucca, quien con alegría camino a su lado llegando a la pista donde en compañía de otras personas mas comenzaron una danza llena de cariño y ternura, el corazón de ambos se sincronizaba a una hermosa velocidad y ritmo, sus manos entrelazadas y la cercanía de su cuerpo los alegraba y reconfortaba y fue así como al ritmo de la musica dieron por terminaba tan grata velada.

Un coche color negro conducía con tranquilidad por las vacías calles de rusia, llegando a su destino, un pequeño departamento que habian adquilado por un par de días para poder presentarse al evento.

La pelinegra habia caido rendida en los brazos de morfeo producto de todo el trabajo acumulado en estos días, con cuidado la bajo del coche caminando con paso lento hacia su habitación encontrandose en el camino a una anciana rusa quien con calida sonrisa le ayudo a abrir la puerta de su departamento pronunciando un "son una hermosa pareja" antes de marcharse provocando una leve sonrisa por parte de garu, quien procedió a entrar y dirigirse a la habitación principal recostando a tan preciada carga, retirandole los zapatos y el collar de su cuello y arropandola con delicadeza.

El procedió a hacer lo mismo, retiro su corbata y sus zapatos, estaba demasiado cansado para poner un piyama asi que sin mas se recostó al lado de pucca quien al sentirlo se acurruco en su pecho sonriendo en el proceso, garu sonrió pensando que esa chiquilla jamas se acostumbraría a dormir sola, así fue como antes de dormir beso la frente de la joven para acompañarla al mundo de los sueños.......

EL SONIDO DE TU VOZ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora