Capitulo 10

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Él sonido de leves pasos alarmó a la jovencita de cabello negro, que se encontraba terminando de limpiar la desordenada cocina

-el desayuno esta listo tobe-sonrió amablemente-Por favor siéntate

Él mencionado obedecio embobado en la imagen que tenía enfrente, la jovencita tenía puesto un delantal rojo, haciéndola ver aún mas adorable.

-se ve increíble todo pucca, Gracias-sonrió al ver tan estupendo desayuno en la mesa, unos ricos hot cakes acompañados de miel y lechera hacían juego perfecto con ese vaso de leche, junto con un poco de fruta y jugo, la sensación de calidez que pucca daba a su hogar era increíble, ella tenía ese brillo especial que alumbraba tus días más oscuros.

-me alegra que te gusten, hoy tenemos una agenda una poco apretada, comenzando por el mediodia donde nos espera Jumong para la grabación de tu nuevo sencillo, después tienes una entrevista con la conductora esmeralda, algo breve, también hay un ensayo para el concierto de la siguiente semana, así que terminarias todo aproximadamente a las nueve, un horario perfecto para limpiar tu departamento- sonrió orgullosa de su itinerario

-¿limpiar? Y si mejor contratamos a alguien- se rio nervioso

-no, para nada, soy excelente en el área de limpieza, así que te ahorrarás dinero haciendolo tu- río emocionada

-ni hablar-suspiró en resignacion-por cierto pucca te adaptaste muy pronto a mi, ¿no te pones nerviosa a mi lado?-pregunto con una ceja alzada

-¿lo mencionas por lo de esta mañana?-pregunto

-Asi es, casi me viste desnudo y no reaccionaste-dijo con un aire indignado

-no eres el primer hombre que veo al despertar- una sonrisa una poco triste se formó en sus labios, cosa que al instante se borro al ver como tobe se atragantaba con el jugó a causa de sus palabras-¿estas bien?-pregunto entre risas

-¿eres casada? O algo asi- pregunto confundido, ella negó con la cabeza

-vivía con mi antiguo jefe- sonrió mientras su mirada se perdía, cosa que no paso desapercibida por tobe

-bien, estoy listo-cambió el tema al ver a la chica apagarse

-espera, ¿no arreglaras tú cabello?-pregunto pucca algo dudosa

-siempre me peina clown, yo soy un fracaso arreglandolo-rio apenado

-¿puedo?-hablo apenada

-oh, quieres arreglar mi cabello-ella asintió-claro adelante

Tobe había tomado lugar en un pequeño banco que tenía en la barra, quedando asi a la altura de la chica, sintiendo deslizar los finos dedos de la joven por las hebras de su cabello, un choque eléctrico lo recorrió, sintiendo despues de tanto tiempo aquel sentimiento que no creyó que volviera a sentir...... sintió amor.
Poco a poco sus ojos fueron cerrandose, concentrandose en el suave tacto y entusiasmó con el que pucca lo peinaba, la escucho tararear una melodía, se sintió dichoso, feliz, despues de meses de intranquilidad por fin se sentía en calma, gracias a esa niña que le daba todo lo que su alma anelaba sin darse cuenta de ello, despues de mucho tiempo deseo con todo su ser detener el tiempo y quedarse con esa adorable niña para siempre.

-listo, termine-la voz alegre de pucca lo hizo regresar al mundo real

-Es perfecto pucca- le sonrio al ver su cabello atado en una coleta alta

-te ves bien-susurro con un leve rubor

Tobe sólo sonrió ante lo dicho por Pucca, unos minutos después ambos se encontraban en el elevador rumbo al primer piso para comenzar su agenda.
Al salir todo era perfecto o eso creía Tobe, no fue hasta que una voz conocida y dolorosa para el lo hizo detenerse en seco

-vaya, a quien tenemos aqui, mi viejo amigo Tobe-una voz masculino sonó a sus espaldas

-hola Sebastián, tiempo sin verte-hablo con la mirada seria, ocultando detrás de el a Pucca quien extrañada lo sujeto de la camisa

-Lo se, mucho tiempo, la última vez fue en la corte, ¿No es asi?-le hablo burlonamente Con la ceja alzada-que hermosa joven tienes detrás de ti

-Si, es hermosa, pero no te le acerques-Lo empujó levemente al ver que se intentaba acercar a Pucca

-vaya, que sobreprotector resultaste, temes que te la arrebate como en el pasado-se rio levemente-deberías de cuidarte de el hermosa, puede ser un lobo si el lo desea-le hablo a Pucca con un tono atemorizante

La paciencia de Tobe comenzaba a terminarse-¡callate!-le gruñó molesto y apunto de golpearlo, pero una mano cálida lo detuvo

-está bien, sera mejor irnos Tobe-le sonrió con ternura Pucca dándole calor a su alma y formando un cosquilleo en su corazón

-¿sucede algo Sebastián?-una mujer de cabellos rubios apareció, sus ojos eran verdes y sus labios rosas, tenía un fino cuerpo y vestía alegante- ¡Tobe! - La mirada de la chica estaba sorprendida al verlo ahí frente a ella y con una jovencita tomada de su brazo

-tienes razón Pucca debemos irnos-fueron las palabras de Tobe antes de caminar lejos de aquella mujer quien con una mirada nerviosa veía como el pelinegro se iba con esa hermosa joven de aura cálida......

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