Capitulo 3

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Las suaves notas de un piano resonaban por el modesto departamento, cada nota contaba una historia y no cualquiera, eran suaves susurros de amor.
Una joven de cabellos negros abrió sus ojos con pesadez, la suave melodía la había despertado sonriendo en el proceso sabiendo a quien pertenecía esa hermosa melodía, con pies descalzos camino a donde provenía el ruido llegando así a una pequeña habitación donde se encontraba su amado pelinegro, su cabello se encontraba suelto, aún estaba un poco mojado debido al baño que antes había tomado, vestía una playera algo floja color vino y unos cómodos pantalones grises, la muchachita sonrio enamorada al verlo ahí tan distraído y perdido en su Mundo de música, camino de manera suave acercándose al joven, sentándose en la misma banquita que él, recostando su cabeza en su hombro, él al sentirla a su lado esbozó una hermosa sonrisa, siguió tocando hasta que la melodía había terminado

-¿te desperte?-escribió en una nota rosa que había encima del piano, ella solo negó con la cabeza y le sonrió con amor

-te prepararé el baño para que puedas relajarte después preparare el desayuno, ¿esta bien?-Pucca asintió feliz, amaba la manera en que Garu lo preparaba

Unos minutos después el baño estaba listo, una suave fragancia a cerezos adornaba el agua de la tina, con pasó lento Pucca entro sintiendo la tibia agua en su cuerpo, soltó un suspiro, sin duda alguna amaba a Garu, los detalles que tenía con ella eran muy lindos y hacían que su corazón latiera de manera descontrolada, se quedó ahí por un rato disfrutando de la suave calidez que daba el agua mientras se lavaba, media hora después estaba lista, con cuidado salió del baño y camino a la habitacion que compartia con Garu, ese día lo tendrían libre así que saldrian a recorrer las calles de Rusia, hacia frio afuera así que optó por algo abrigador, su cabello lo dejó suelto para que terminara de secar, aplicó un poco de maquillaje y por fin estaba lista.
Con cuidado bajo las escaleras y un rico aroma inundó sus fosas nasales, Garu había preparado unos ricos hot cakes,el pelinegro sonrió al verla, el desayuno pasó tranquilo, con la calidez infinita que ambos formaban al estar juntos.

-iré a prepararme para salir, no tardo- Pucca solo asintió regalandole una hermosa sonrísa

Solo bastaron un par de minutos para que Garu estuviera listo, causandole un suspiro a Pucca, la vestimenta casual que usaba lo hacia verse guapisimo, camino con pasó tranquilo hasta donde se encontraba Pucca provocando un latir desbocado en la pelinegra

-¿quieres que peiné tú cabello?-escribió en una pequeña nota, Pucca solo asintió sonrojada

Las suaves manos de Garu poco a poco fueron acariciando el cabello de Pucca provocandole un cosquilleo en su cuerpo, garu amaba peinarla, amaba sentir la suavidad de su cabello por sus manos y ver como cada hebra negra brillaba como el resplandor de una noche, después de unos minutos Garu había terminado, el largo cabello de Pucca ahora se encontraba sujeto en sus típicos chonguitos provocando una risita por parte de Pucca

-gracias- escribió mientras le sonreía

-me encanta verte peinada así- le devolvió la sonrisa causándo un sonrojo extremo a la más joven

Unos segundos después Pucca había corrido a todas prisa a la habitación causando la extrañeza de Garu, quien al verla ladeó un poco la cabeza, estaba ocultando algo detras de ella, un escalofrío lo recorrió al sentir las suaves y cálidas manos de pucca rozar su cuello, Pucca le había colocado algo y ahora le sonreía radiantemente, al mirar pudo darse cuenta de lo que era, una bufanda roja tejida a mano se encontraba en su cuello, Pucca la había hecho para el y eso lo hacia enormemente feliz, tomo su mano y con suavidad beso sus nudillos como muestra de agradecimiento sorprendiendo a la joven, ese sentimiento que Pucca provocaba en el era la sensación más maravillosa del mundo y no quería que eso se fuera, no quería perder esa calidez jamas.......

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