Capitulo 5

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Él Corazón de Garu se habia detenido en el instante de haber escuchado esas palabras, su mente se quedo en blanco e incluso por unos segundos dejó de respirar, esas simples palabras había hecho que todo su ser se volviera un caos.
Pero no solo sentía ese sentimiengo extraño que inundaba su ser de manera cálida, esa calidez grata venia acompañado de un sentimiento de amargura y dolor, causando un remolino de sentimientos en su corazón.
La joven Pucca estaba nerviosa, su corazón palpitaba de manera desbocada, hasta casi sentir que se le salía del pecho, sus mejillas estaban enrojecidas y un calorcito acompañaba a sus orejas, sus ojos se conectaron después de confesarse y pudo ver como el rostro de Garu pasaba de una sonrisa hasta una expresion que jamás había visto, sintió miedo de lo que le responderia y como si lo hubiera predicho, frente a ella un pequeño papel con letras perfectas decía lo que su corazón tanto temia

-lo siento pucca, pero no puedo corresponder a tus sentimientos, por favor ve a casa primero- garu había desviado su mirada, sus labios estaban apretados y una mueca se formaba en su rostro

Pucca no dijo nada mas, solo se quedó estática, sintiendo como Garu pasaba a su lado como si fueran extraños, camino en silencio hasta el hogar que compartia con Garu, donde se desmoronó en la sala, hasta que sus lágrimas no dejaron de salir, esa noche Garu jamás llego a casa, desde esa noche la vida de Pucca daría un giro de 180 grados.

La mañana siguiente llego, Pucca se encontraba en la cocina, no había podido dormir, una sonido la alarmo, la puerta se abrió y vi entrar a Garu, camino despacio intentando acercarse pero solo recibió el rechazo, él pelinegro la había ignorado, pasando de largo a su habitación, él corazon de Pucca se estrujo y unas lágrimas amenazaron con salir.

Así fue como día tras día era evitada por Garu, sus noches eran solas y casi siempre en vela, Garu habia dejado de dormir con ella, provocando que su miedo a la oscuridad y soledad volviera, los horarios habían sido cambiados por pedido de él pelinegro pasando más tiempo con ching que con ella, ahora Pucca solo trataba con Abyo la mayoría del tiempo, esos detalles provocaban que él corazon de Pucca poco a poco se fuera estrujando más, pero un día la última gota fue derramada, más específico en el cumpleaños número diecinueve de pucca, todos los años ella y Garu salían a pasar un rato juntos, teniendo ese momento especial de la noche, ver las estrellas juntos desde lo alto de un árbol, solo disfrutando de la compañía del otro.

Esa noche Garu había salido dejando una pequeña nota "saldré hasta tarde no me esperes",  la joven entristecio al saber que por primera vez Garu había roto su promesa, aquella que de niña le hizo, pudo darse cuenta que cerca de la nota se encontraba la cartera del pelinegro, sonrió creyendo que tal vez Garu tenía una sorpresa para ella, tomo la agenda donde tenía anotadas las reuniones del pelinegro encontrando una, la reservacion de un restaurante-bar cerca de la disquera, la joven feliz salió a tomar un taxi, creyendo que Garu había olvidado su billetera apropósito, un par de minutos bastaron para llegar al lugar, al entrar buscó con la mirada a Garu pero jamás lo encontró, al llegar a la barra lo vio a lo lejos.
Esa imagen basto para que aquellas pocas ilusones que aún conservaba terminarán de romperse al igual que su corazon, frente a ella estaba garu con una mujer de cabellos rojizos y un vestido entallado y de gran escote, reían y la mujer le coqueteaba de manera descarada, entonces fue ahí donde entendió una cosa que aún se negaba...... garu no la amaba de la misma manera en que ella lo amaba.

Sin decir nada dio la vuelta, encontrandose con una mesero rubio

-señorita ¿se encuentra bien?- le pregunto el joven

Pucca asintió y le sonrio de la mejor manera- ¿podría entregarle está billetera a ese hombre?-señaló discretamente en la dirección de Garu

-claro señorita lo hare, pero ¿en verdad se encuentra bien?-ella volvió a asentir reprimiendo unas lágrimas, para después salir de aquel lugar 

-Señor su esposa le ha traído esto-le hablo de mala manera el mesero antes de marcharse

Garu al ver que era su cartera entendió todo, Pucca había venido y lo había visto, sintió como su corazón se estrujo y un miedo lo invadió causando que saliera del restaurante de manera rápida, buscandola con la mirada cosa que jamás la encontro, miro su celular y su cabeza hizo click, ese día era 28 de agosto.... él cumpleaños de Pucca, había roto su promesa.

Corrió a toda prisa a la pasteleria más cercana y compro un pastel de chocolate él favorito de pucca, aún eran las once y si se daba prisa aún podrían celebrarlo, tomo un taxi y se dirigió a su hogar, extrañamente llovía, pago el taxi y llego a casa creyendo que ella estaria ahí, pero no la encontro, lo que le dio tiempo de poner velas al pastel y apagar las luces, ella no debía de tardar, pero poco a poco fueron pasando las horas, una a una pasaban torturandole, sintiendo nuevamente frio.... frio que era producido por la soledad.... frio de no tenerla a ella.......

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