Game Over.

Nadie me quiere,solo me juzgan.

El sonido de mi móvil,hizo que me despertara.

“Mamá”.

¿Qué quiera? ¿No le había quedado claro que yo para ellos estaba muerta?

-Qué.-

En mis palabras solo había odio y asco.

-¿Por qué no vuelves?.-Entre sollozos,pude entender como un chillido sus palabras.

-¿Perdon? ¿estoy oyendo bien? ¿la mujer que me echo de casa y me hizo casi morir me esta preguntando que por que no vuelvo?.-

-Hi..-.

-No me llames hija,te recuerdo que deje de serlo hace mucho tiempo,tu para mi no eres mi madre, eres un demonio.-Mis palabras salían duras y con desprecio.

-Escúchame por favor…-

-No,no te voy a escuchar,de los errores se aprende,¿no es?,ya es hora que aprendas,no me llames mas,no tengo tiempo para ti.-

Y con esa ultima frase,colgué la llamada.

Varias lágrimas recorrieron mis mejillas.

¿Estaba ella llorando? ¿realmente quería que volviese?

No,no,no, yo no quería volver,una parte de mi me decía que fuera feliz,aquí,y otra me decía que volviera a casa,con mi “familia”.

Millones de preguntas bagaban por mi cabeza,haciéndome estallar.

Edward entró a mi habitación.

Al ver mi cara llena de lágrimas me abrazó.

-Nadie me entiende, solo me juzgan.-Entre sollozos,es lo único que pude decir.

-Sh.. yo si te entiendo,créeme que sí.-

-Es como si viviera en una continua montaña rusa,un día soy la persona mas feliz del mundo.y al otro estoy apunto de quitarme la vida, estoy cansada,no puedo mas.-

-Y dentro de poco,todo terminará,empezaras de nuevo y serás todo lo feliz que quieras, dale tiempo al tiempo.

Levantándose,abandonó mi habitación.

Limpie las lágrimas de mi cara,me puse unos tenis y decidí y dar una vuelta,necesitaba despejarme.

-Hey,ten cuidado,cualquier cosa..-No le di tiempo a terminar la frase,antes de cerrar la puerta y andar sobre el asfalto.

Empece a caminar y una niña atrajo toda mi atención.

Era morena,flaquita de ojos verdes y una edad más pequeña que la ima,8 años aproximadamente.

Estaba sola sentada en un lado del camino,mirando a todos los demás niños,como jugaban.

Me recordó a mi.

Hize camino hacia ella.

-Hey guapísima, ¿Qué haces aquí sola?, ¿Por qué no juegas con ellos?.-

-No me quieren,soy un bicho raros.-Sus palabras solo llevaban sinceridad y tristeza.

-Eh,no digas eso, ¿sabes que? Si los bichos raros son tan guapos y simpáticos como tu,lo eres.-

Una pequeña y timida sonrisa se dibujaba en la cara de la niña.

-Y bien…¿Cómo te llamas?.-

-Yasmine,¿y tu?.-

-Oh,precioso nombre,yo Nicole,encantada.-

Le iva a dar un pequeño apretón de manos,cuando un hombre con cara de muy pocos amigos se acercó a nosotros.

-Yasmine,vámonos.-Dijo el con muy poco humor.

-Pero papá,yo esta…-No le dejo terminar la frase antes de cogerla fuertemente por las muñecas y llevársela.

-Dije que vamos.-

La niña me dio una mirada, como queriéndome decir algo,pero no lograba saber el qué.