Hacía unos pocos días comenzaste una relación de "amor-odio" con Megamo Saiko. Él siempre fue mejor que tú en todo, y eso logró que el pequeño crush que tenías con él se intensificará y te fastidiará al mismo tiempo. Megamo siempre fue un jóven atractivo por naturaleza, por lo que nunca fue raro que muchas chicas quisieran salir con él, aunque todas fueran rechazadas con la simple respuesta de "ya tengo a alguien, lo siento". Tú jamás fuiste a declarartele, por las simples razones de que eras orgullosa, él ya tenía a alguien y por supuesto, lo odiabas por ser mejor. No importaba cuanto te esforzaras, si tú te sacabas una A él se sacaba un A+, si tú eras buena en un idioma él era mejor, ¿Cómo lo lograba? Pasabas días estudiando para los examenes y tener notas muy buenas, pero algunas veces lo oias hablar con sus amigos diciendoles que no estudiaba, que tan sólo prestaba atención y eso te hacia enfurecer.
A esta hora sueles estar en casa, cenando con tus padres alguna comida que tu madre cocinara pero ellos ya se habían ido hacia unas horas por un viaje de trabajo, sin embargo por un castigo de tu profesor de historia tuvise que quedarte a limpiar su aula, sóla. No pudiste negarte, dado que si llamaban a tus padres ellos se enojarían y el castigo sería un millón de veces peor. Mientras tratabas de quitar el chicle de los bancos pudiste oir unos pasos del otro lado de la sala, aunque no le diste mucha importancia y volviste a colocarte los casos para seguir escuchando "Bubblegum Bitch" de Marina and The Diamonds.
-¿Ayano? ¿Qué estás haciendo aquí? -te asustaste al oir eso, dado que te habías levantado para pasar un trapo humedo en los bancos y caíste, mojando la camiseta de tu uniforme con el limpia pisos que dejaste abierto en una mesa. Te sonrojaste totalmente avergonzada y al oir la risa de Megamo te giraste para levantar el bote de limpia pisos que quedo bajo una silla. Dejaste de oir su risa y te relajaste al pensar que se había ido, pero al girarte nuevamente lo miraste sorprendida, dado que este estaba muy cerca tuyo y algo sonrojado- Eh...
Miraste tu uniforme y notaste que te veías bastante provocativa, dado que tu camiseta mojada se pegaba a tu cuerpo dejando ver tu bonito sostén negro y tu falda se levanto al girarte. Acomodaste todo y te cruzaste de brazos, pero te arrepentiste y los bajaste.
-Lo siento -dijiste rápidamente y trataste de no verle la cara, bajando tu mirada hasta el suelo y sin poder evitarlo, ver de paso sus pantalones (que se ven un poco ajustados).
-¿Q-Qué estás haciendo aquí?
-Me castigaron y tengo que limpiar -dices tratando de morir de algo para evitar la situación.
-Es muy tarde -dice y mira todo- Dejalo así, ve a darte una ducha y te llevo a casa.
-No es necesario -dices por lo último dicho- No me molesta caminar.
-No te pregunte, Ayano. Es una órden -habla de manera autoritaria- Ve.
-P-Pero...
-Ayano.
Al oir su voz en tono de amenaza te vas del aula, avergonzada y a paso rápido. Saliste del instituto y te metiste en las duchas, dispuesta a darte una ducha rápida e irte con Megamo. Te diste una ducha rápida y saliste en toalla, encontrandote con el platinado sentado en un banco fuera de las duchas.
-Sientate -dice y lo haces, viendo como revisa unos papeles. De un momento a otro notas que tu muñeca esta enganchada a la suya con unas esposas y abres tus ojos.
-¿¡Pero qué crees que haces!? -gritas asustada- ¡Sueltame!
-No voy a hacerte daño -dice con voz calmada y un suave sonrojo- Quedate quieta.
-¡No! ¡Dejame ir! -chillas y te remueves. Megamo deja sus papeles a un lado y te sostiene de los brazos firmemente, sin llegar a hacerte daño.
-Tranquilizate, Ayano -dice y frunces el ceño. Por un momento te quedas quieta, y el se gira para tomar sus papeles, entonces tratas de salir corriendo, arrastrando a Megamo contigo, logrando caer- ¡Dije que te quedarás quieta!
Te tomo de los brazos nuevamente y te asustaste más, quedandote quieta. Dejaste de lado lo creepy de la situación y notaste que él estaba arriba tuyo, sosteniendote. Comenzo a darte vergüenza de nuevo y apretaste los labios.
-Tengo que ir al baño -dijiste- ¿Me dejas ir?
-¿Es en serio?
-S-Sí -dices y él niega- Por favor...Sólo por un momento, sueltame.
Él lo piensa por un momento y al final te libera. A penas te levantas tratas de correr y te detiene, estampandote contra la pared. Soltaste un grito y Megamo te tapa la boca con una mano, mientras que su otra mano sostiene tus muñecas hacia arriba para que no escapes. Trataste de forcejear nuevamente y tu toalla cayó al suelo, te quedaste quieta y sentiste tu cara roja hasta las orejas. Por unos segundos, nadie dijo nada y tragaste saliva en seco, avergonzada y por alguna razón, un poco excitada.
-Megamo...
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Ahre no :v en un rato publico la segunda parte de Asu y luego, uno con Oko 7u7r
