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El guapo hombre le dedicaba una hermosa sonrisa - ¿Como estas el día de hoy, SeokJin?

- Como todos los días - Su rostro no mostraba expresiones - Odiando estar vivo

El hombre frente a él lo observó con cierta tristeza - SeokJin, sé que tienes miedo pero no debes seguir pensando así, estas vivo y eso es maravilloso

- Hoseok...

- Vamos a tratar algo diferente hoy ¿De acuerdo?

Asintió, conteniendo la respiración al notar que su terapeuta estaba acercando aun más su silla a él, eso no le molestaba pero sabía lo que Hoseok estaba por hacer. Sentía que el aire le estaba faltando cuando el menor arremangó las mangas de su camisa, dejando ver sus horribles cicatrices.

- ¿Que es lo primero que piensas cuando las ves?

- Y-Yo... Recuerdo todo - Las lágrimas comenzaban a caer por sus mejillas - C-Cúbrelas... Por favor cúbrelas

El menor asintió, volviendo a bajar las mangas de SeokJin, observando como el mayor se relajaba al no tener que ver las cicatrices de sus brazos y aunque no había sido la mejor reacción, Hoseok se sentía satisfecho, al menos esta vez, el castaño lo había dejado ver.

- SeokJin... - El mayor no lo dejó terminar de hablar.

- Hoseok, gracias por todo pero estas terapias no están ayudando - El mayor se levantó de la silla para caminar hasta la salida.

- Yo creo lo contrario, recuerda que entraste aquí por tu cuenta, SeokJin, eso quiere decir que deseas mejorar y lo estas haciendo - Le sonrió al castaño - Si quieres seguir avanzando, estaré aquí siempre, no lo olvides

Asintió antes de salir del lugar, caminando escaleras abajo para evitar toparse con las personas, hoy no estaba de ánimos para tratar con nadie. Al llegar a la salida sacó su teléfono, esperando pacientemente a que le contestaran en la otra linea.

- Ya terminé con la terapia ¿Puedes pasar buscándome?

- Sabía que me lo pedirías, ya estoy llegando

- Eres el mejor, Jungkookie - Colgó la llamada y no tardó en ver el automóvil de su amigo acercarse, sonriéndole con esos lindos dientes de conejo al bajar la ventanilla e invitándolo a subir, ganándose un suspiro por parte del mayor.

Encendió el vehículo para ponerse en marcha - Al menos deberías sonreír, Jinnie, las terapias son para que mejores

- No pienso seguir con esas terapias, Jungkookie

Se sorprendió al escucharlo - ¿Porque? - Miró de reojo a su compañero, tratando de que su vista no se apartara del camino.

- Son una perdida de tiempo

- SeokJin Hyung, esas terapias son una perdida de tiempo si tú no quieres avanzar - Escuchó al mayor suspirar - ¿Sabes? Creo que trabajar te hará bien, necesitas salir más seguido de tu casa y Nam me dijo que necesitaba un buen tutor para el hijo de un amigo, así que te recomendé con él

- ¿Porque me recomendaste a mi? - Observó con miedo al menor - Ken o Yugyeom lo harían mejor y sabes que yo...

Interrumpió a su amigo antes de que le dijera lo que ya sabría que diría, que no sería capaz - Porque sé que tú eres perfecto para el trabajo, solo ve a la entrevista, el ambiente será tranquilo, es un solo estudiante, estoy seguro de que te hará bien - Le sonrió al estacionarse frente a la casa del menor - Pasó por ti mañana para llevarte

- Yo no te dije que si, Jungkook - Sé bajó del auto, observando al menor con molestia.

- Entonces lo diré por ti - Le dedicó una sonrisa - Paso a las 7am, no te quedes dormido - Le guiñó un ojo antes de ponerse en marcha, dejando al castaño sin palabras.

Una pequeña risa escapó de sus labios, si había alguien que no lo dejaría echarse a morir, ese era Jeon Jungkook, aun si tenía que sacarlo a la fuerza de su casa. Entró a su hogar, suspirando antes de sentarse en el sofá y buscando debajo de éste la botella de licor que siempre dejaba allí, sintiéndose frustrado al no encontrarlo.

- Jungkook... - Suspiró al recordar que su mejor amigo le había botado todo el alcohol de la casa, sin dejarle una sola gota.

Caminó nuevamente a la salida, abriendo la puerta, dispuesto a salir a comprar una botella cuando observó que ya el sol estaba bajando, pronto oscurecería y el pánico lo golpeó. Cerró la puerta con fuerza, pasándole llave con desesperación y abrazándose a si mismo, arrecostándose a la puerta y dejándose caer al suelo, abrazando sus rodillas con temor.

- T-Tranquilo... No pasa nada... No pasa... N-Nada

Trataba de regular su respiración, apretando con fuerza la tela de sus pantalones, sintiendo el deseo de romperla en pedazos, como odiaba las noches, la oscuridad, todo eso le recordaba a esos infelices que habían desgraciado su vida por completo, los malditos causantes de que ahora no pudiera vivir su vida como una persona normal.

- V-Vas a estar b-bien... - Se repetía esto todos los días para intentar no sucumbir ante sus propios miedos.

Tomando tanto aire como sus pulmones se lo permitieran y poniéndose de pie para caminar hasta su habitación, entrando al baño para abrir el agua de la ducha, tragando saliva al comenzar a desvestirse, evitando todo contacto visual con su propio cuerpo.

Entró a la ducha, colocándose en las manos unos guantes especiales para poder restregar su cuerpo, siempre le había gustado estar bien aseado pero no había comprado esos guantes para eso, sino porque lo grueso del material le permitía lavarse bien sin tener que sentir su propia piel.

Cuando terminó de restregarse, se sacó todo el jabón con el agua helada para luego salir de la ducha, dejando los guantes a un lado y tomando la toalla, secando muy bien antes de caminar de regreso a la habitación para vestirse con un pijama y dirigirse a la cama, en ningún momento sus ojos observaron su cuerpo.

- Otro día más que se va

Ya se había vuelto una costumbre no cenar, desde aquella noche no lo hacía, no le encontraba sentido y ciertamente sus miedos le quitaban el hambre. Encendió la luz de su mesa de noche para poder apagar la de la habitación, dejando todo con una tenue luz que le daba cierta tranquilidad.

Se acostó en la cama, cubriendo su cuerpo por completo, suspirando mientras sus ojos no se alejaban del techo, sin nada mejor que observar, como odiaba la hora de dormir, no importaba que tan temprano o tarde fuera a la cama, siempre se le hacía difícil y horrible el estar solo en silencio con sus pensamientos, sin mencionar las pesadillas.

- Bueno, SeokJin... Esta noche no... Esta noche podrás descansar

Sus ojos vagaron al reloj de su despertador, eran apenas las 7pm, era demasiado temprano para dormir, pero no quería quedarse solo en la oscuridad, dormir era la mejor opción, bueno, intentar dormir - Todo esta... Bien

Cerró los ojos, repitiendo una y otra vez esa frase en su mente como si de un mantra se tratara, sintiéndose relajado y tranquilo con el paso de los minutos, hasta que el sueño se hizo presente comenzando a sentirse adormilado y por fin, logró quedarse profundamente dormido en su cómoda cama.


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Hello, My bunnies

Ayer les comenté que estaba muy feliz, por ello, por fin, voy a traer de regreso esta historia 😘 quizás noten algunas diferencias en algunas cosas (como la descripción), pues estoy mejorando la historia, narración, diálogos y obviamente, el problema más grande y la razón por la que envíe esto a borradores... EL HORRIBLE DESENLACE FINAL

Así que la traigo nueva y mejorada para celebrar mis nuevos 24 añitos 🎉🎉🎉🎉🎉🎉🎉🎉🎉🎉🎉🎉🎉🎉

Los Amo, Conejitos 😘😘😘
Gracias por sus buenos deseos y por seguir a mi lado 😘😘😘

CICATRICES  °YoonJin/SuJin°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora