「Vacaciones」ー Tomtord

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Llegada al hotel

Después de un largo viaje lleno de turbulencias, los cuatro chicos por fin salieron del avión. Entraron dentro del aeropuerto, ya en Tarragona, y bajaron unas escaleras mecánicas que llevaban a una sala con muchas cintas que giraban. Encimas de estas habían maletas de diferentes tipos y colores.

Tom fue el primero en acercarse a una de esas con el numero 5 y coger una maleta de cuadros blancos y negros. Los otros tres chicos restantes hicieron la misma acción que su amigo y cogieron sus maletas.

-Voy al baño. Ahora vuelvo- indico el de sudadera azul.

Tom no escucho bien lo que Edd dijo al irse ya que se había alejado corriendo hacia los aseos pues, si no llegaba se haría pis encima.

Después de hacer sus necesidades, se dirigió donde anteriormente estaban los chicos. Al llegar no los encontró. Ni a ellos ni su maleta. Tom pensó que Tord se aprovechó del momento en que él no estaba con ellos y se los había llevado.

El ojinegro corrió por todo el aeropuerto, gritando sus nombres. Todo el mundo le miraba, pero a él le importaba un pimiento. Entonces se paró y pensó. ¿Para qué corría si les podía llamar? Sacó su celular del bolsillo de su pantalón y marcó el número de teléfono de Edd. A los dos tonos se escuchó la voz de su amigo por el otro lado.

-¿Si?

-¡EDD, MATT! ¿DONDE ESTÁN? ¿SE ENCUENTRAN BIEN? ¿TORD LES HIZO ALGO? ¡EDD CONTESTAME SO CAPULLO!

-Tom, calmate. Matt, Tord y yo estamos bien. Estamos esperándote en la puerta principal del aeropuerto.

-¿Y qué hacen allí?

Tom escuchó como el castaño suspiró por el micrófono del móvil.

-Cuando te ibas al baño, te dije que te esperariamos donde ahora estamos.

Tom soltó un "Ah" muy largo.

-¿Y cogiste mi maleta?

-Si. Ya deja de preguntar y ven para acá.

Edd colgó y Tom guardo su teléfono en donde estaba al principio. Corrió hacia la puerta principal. Miro por todos lados hasta que los encontró enfrente de una parada de taxis.

-Ya.. estoy... aqui- dijo este, intentando recuperar el aliento.

-Ya era hora. El taxi se iba a ir sin nosotros- le comento Tord con mala gana.

-Callate Commie.

Dejaron que el taxista guardará sus maletas en el maletero y los cuatro chicos se subieron al vehículo.

-¡Muévete un poco más para la esquina!- se quejó Matt.

-¡Muévete tu! Yo no tengo más espacio- le replicó Tord.

-¿Queréis dejar de quejaros por favor?- pregunto Edd, volviéndose para mirar a sus amigos de detras.

- Si tanto te molestamos, ¿porque no me cambias asiento?- respondió Tom.

El de delante se quedó callado y volvió su mirada hacia delante.
Después de que todos estuvieran bien puestos y con el cinturón puesto, el taxi por fin arrancó directo hacia el hotel.

Cuando llegaron, los cuatro se bajaron y contemplaron el hotel. Era enorme. La entrada tenía un largo y ancho pasillo y a un lado de estos se podía leer "Resort Cap Roig". Desde su vista, se podía ver los balcones de todas las habitaciones.

-Tom, coge nuestro equipaje y llevalo- le ordenó Edd.

-¡Hey! Yo no soy la mula de carga de nadie.