Enamorada de un Idol (Jungkook y tú)

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Estaba enfrente de la puerta de la oficina del director, antes de que abriera, mi celular vibró. 

Min Yoongi 

¡Tn! El desconocido es Junghyun ¡Ten cuidado! 

Abrí los ojos super sorprendida, no lo podía creer, rápidamente guardé mi celular y abrí la puerta bruscamente, ahí estaba, Junghyun, mi peor enemigo, con su celular. 

-Junghyun...- comenté sorprendida, justo vibró mi celular. 

Desconocido

GAME OVER 

Lo regresé a ver neutral -Así que eres tú- 

-Exactamente, querida- sonrío arrogante -Por fin te das cuenta- 

-¿Por qué me haces todo esto?- pregunté con furia. 

-Ya te lo había dicho, para que te alejes de mi adorable hermanito, la verdad, con mucho trabajo acepto que tenga amigos aquí, ¿tú crees que acepte que tenga pareja?- explicó. 

-Pero a él ahora no le caes muy bien, que digamos, ya que tu lo ignoraste por un tiempo, no le contestabas las llamadas ni mensajes- me defendí.

-No es de tu incumbencia- el tono de su voz era amargado.

-De todos modos, ¿qué haces aquí? y en la oficina del director- pregunté demasiado confundida. 

-Compré la escuela, eso me convierte en el nuevo director, así que yo puedo hacer lo que se me plazca con los alumnos- explicó, después, azotó una hoja de papel en el escritorio, enfrente de mí -Acosta Sosa Tn, que nombre tan horrible- sonrío arrogante. 

-¿Qué es esta hoja?- pregunté con la poca paciencia que tenía. 

-Acosta Sosa Tn, quedas expulsada del colegio de intercambios de Corea, te regresarás a México- sentenció el azabache. 

-¡¿QUÉ?!- agarré la hoja y la leí -No puede ser ¡ALTERASTE MI PROMEDIO! ¡YO TENÍA TODAS LAS MATERIAS CON 9 O 10!- reclamé.

-Si no tienes un promedio perfecto o bueno, no puedes seguir estudiando en una escuela en otro país, así que, lo siento mucho, pero te regresarás a México en este momento- me acercó una maleta que tenía al lado -Ya te hice el favor de recoger tus cosas-  

Lo miré con desprecio -Pues no me iré- desafié. 

-Te irás- me miró con una sonrisa muy maldita, habló a los guardias -Guardias, llévense al aeropuerto a Acosta Sosa Tn, no la pierdan de vista y verifiquen que tome su vuelo de regreso a México- ordenó. 

Sentí que todo lo que había construido en ese país, en esa escuela, se había ido por el caño, todo mi odio me consumía, quería explotar del coraje. 

-Eres un...- antes de terminar mi insulto, los guardias me tomaron de los brazos para que no escapara -¿Qué hacen? ¡Suéltenme! ¡SUÉLTENME!- gritaba tratando de soltarme de sus agarres. 

-¿Qué era un qué?- me preguntó con un tono burlón -Largo de aquí- fueron las últimas palabras que escuché de ese tipo porque los guardias me sacaron de la dirección, como si me llevaran a prisión, aunque oía desde afuera sus carcajadas de victoria.