A más de un lugar ese día llegó.
Lo tomó por la nuca con una mano y de la cintura con la otra, acercándolo a su cuerpo en un brutal beso. Barrían sus labios unos con otros, el labio superior de jimin siendo succionado por los de jungkook, luego el inferior siendo consentido de igual manera. Mientras alzaba su vestido con ahora ambas manos, recorría las piernas lampiñas y suaves a su paso. Jimin sintió algo húmedo rozar sus labios; una lengua. Una lengua que se sintió cálida al entrar en su cavidad bucal buscando la suya, en una pelea donde jungkook iba ganando. Lo levantó con las manos por debajo de su culo e instintivamente enrolló el menor las piernas blancas al rededor de sus caderas vestidas. Recorriendo el paladar del menor, debajo de su lengua disfrutando de un sabor dulce a menta y fresas, lo depositó en la cama donde el pequeño despeinado cayó sin gracia alguna. Mirándose por un momento, jungkook pudo apreciar a un desastre en Jimin, sus ojos entrecerrados y oscurecidos por la lujuria, su vestido subido hasta sus caderas dejando en vista a su apretada ropa interior negra, donde había un notable bulto.
Jungkook sonrió travieso a Jimin, y sin dejar de mirarlo, bajó hacia su erección vestida, y dio un pequeño mordisco. Jimin gimió por lo bajo.
—¿Te gustó eso eh?, ¿quieres que la coma?, ¿mmm?— sonriendo tan sensual y dando una larga lamida por encima de la ropa interior.— ¿Quieres que coma tu polla?
Jimin se retorcía enredando sus dedos en el cabello sedoso del otro, gimoteando a lo alto, sin poder apartar su vista de los lametones que jungkook le entregaba encima de su pene, luego mordiendo en sus nalgas.
—Ah, jugkookie— lo miraba con ojos llorosos mordiendo su labio inferior. —Sí, cómeme, sí. — Jungkook bajó de un tirón sus boxers y los sacó por sus tobillos, volviendo a entrar entre sus piernas. Se subió de rodillas a la cama y usando un poco de fuerzas tomó a Jimin de las grandes nalgas para que quedaran su entrada y testículos justo en frente de su cara, con la polla goteante apuntando al techo.
—Mmm—dijo mirando fijamente sus genitales.— que buena vista, joder.— su propia erección atrapada en sus pantalones.
Jimin, rojo por todos lados, bajó su polla hasta que quedara en la boca de jungkook.— es tuya Kookie, cómela, vamo-Ahh, auch.—kook le mordió la nalga con algo de fuerza.
—Ups, lo siento, no me medí.—dijo tratando de contener la risa al ver el adorable puchero de Jimin.— es que, mierda, es muy grande, muy delicioso.
—todo tuyo— respondió mordiendo su labio inferior. Jungkook maldijo por lo bajo para después tragarse entera la polla del menor, haciéndolo gritar y apretar sus dedos en su cabello. Movía su cabeza de arriba a abajo lo más rápido que podía darle. Sacándola para lamer la hendidura fuertemente y bajando por la baso hasta sus apretadas bolas. Poniendo una dentro de su boca y chupando para hacer lo mismo con la otra bola. Recorrió con su lengua de nuevo hacia arriba y volvía a bajar tragándoselo hasta el fondo de su garganta. Jimin era todo jadeos y pequeños gritos. Hasta que con un pop la sacó de su boca dejando un hilo de saliva que unía sus labios de su polla. Se acercó a su entrada, mullendo sus labios en las arrugas del rosado hoyo cerrado, para luego meter un dedo, el cual inmediatamente fue fuertemente apretado por el ano de Jimin, a quien sintió tensarse. Pero luego de que salía y entraba con facilidad, metió el segundo, haciendo tijeras con sus dedos tratando de estirar su ano para que pudiera recibir su polla sin problemas. Después metió el tercero, y un ya acostumbrado Jimin comenzó nuevamente a gemir.
—¡Ahh!, ¡sí, Kookie, sí! — emitía de placer gemidos altos.
Jungkook bajó sus hombros las piernas de Jimin y casi desesperada mente desabrochó sus pantalones con una mano, la otra todavía dentro de jimin, moviendo sus dedos, mirando como entraban y salían de la apretada cavidad anal del menor, mientras se bajaba los pantalones hasta las rodillas y comenzar a masturbarse con la mano húmeda que acababa de sacar del ano de Jimin.
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Hombres de ojos pequeños ; Koomin.
Historia CortaJimin se enamoró como se enamoraban siempre los hombrecillos inteligentes: como un idiota.