2.

1.3K 63 1
                                    

─¡Abigail Fleshner! Si no sales ahora mismo de la cama vendré con un cubo lleno de agua fría y te lo echaré encima y luego te sacaré una foto.─ destapé mi cara y abrí mis ojos tanto como pude.

─Ya estaba despierta, no hace falta que hagas eso. ─dije intentando no cerrar los ojos. Mi madre me miró, movió su mano al cubo, mira tú que ya lo llevaba para echármelo, y luego me salpicó con un poco de agua.

─Vete a duchar, el desayuno ya está servido. No te olvides de arreglarte, a las 10:30 tenemos que estar fuera de casa. ─se fue, pero no sin antes subir la persiana de mi habitación y abrir la ventana. En cuanto entró la luz, me tapé la cara como si fuera un vampiro. Esperé a que mis ojos se acostumbraran a la luz, me levanté de mi cama y me dirigí al baño.

Cuando salí de la ducha, me puse mi pijama nuevamente y sequé mi pelo con el secador, luego me hice una coleta. Salí de mi habitación y me dirigí al comedor, donde toda la familia estaba acabando de desayunar. Todos estaban cambiados, maquillados, bueno solo mi abuela y mi madre, menos mi hermano, que se iba a poner su traje justo antes de salir por precaución. Observé un momento el cambio drástico que ejerció la cara de mi madre. Hace un momento estaba comiendo su tostada tranquilamente, pero al verme sus ojos se abrieron mucho más de lo normal y su respiración se entrecortó.

─¡¿Pero qué haces todavía vestida así?! ─gritó. Rodee los ojos y dije buenos días a mi padre, luego a mi abuela y por último a mi hermano.

─Acabo de salir de la ducha. Por cierto, buenos días. ─cogí una tostada y le pasé nutella. Abrí mi boca y me la comí, mientras que mi padre me servía un poco de té. Sí, tomo té por las mañanas. Lo siento británicos.

─Más te vale darte prisa o llegaremos tarde. ─hice caso omiso a lo que dijo y pensé en divertirme un poco. Mi madre me miraba fijamente mientras que yo me comía la tostada con movimientos lentos, muy muy lentos. De repente, ella se levantó de la mesa y la golpeó.

─¡No vayas de sobrada! ¡Comete la tostada como una persona normal! ─gritó. Me reí por dentro. Comí la tostada y me bebí el té de un trago. Record mundial en tomar desayuno.

─Con permiso, me voy a cambiar.

Fui a mi habitación, cogí el vestido que estaba en mi silla: un vestido de mangas ¾ rosa pálido sin escote, pero que dejaba un poco de la espalda al aire. Miré más abajo, era suelto y no pegado. Hice una cara de asco y me lo puse de mala gana, rezando para que se rompiera y no me lo tuviera que poner, o mejor, para no tener que ir a la iglesia. Pero no. Ni Dios me escuchaba. Vaya, gracias Dios.

Abrí la caja que había encima la mesa y miré los zapatos. Eran unos tacones básicos color negro que no creo que llegaran a los ocho centímetros, pero que para mí eran muy altos. Maldije en silencio y me los puse. Hice un intento de caminar normal pero nada, de los cinco pasos que di, en tres de ellos casi me caigo. Lo volvi a intentar y mis pies se acostumbraron. Me los quité y me puse las chanclas de casa. Me miré en el espejo, deshice mi cola e hice un moño. Cuando acabé vi un neceser encima de mi tocador, lo abrí y casi quise morirme ahí mismo; era maquillaje.

Qué coño, en mi vida había utilizado maquillaje, ni siquiera esa cosa redonda que se pone en las pestañas para hacerlas más largas. Tiré todo encima del tocador y metí el dedo en cada bote, probé cada lápiz y jugué a las hadas con las brochas suaves.

Que conste que lo último es mentira.

Intenté aplicar esa mezcla cremosa color carne, pero como no sabía con qué y cómo, me la quité y solo cogí un lápiz color negro e intenté hacer algo con este en mis ojos. Justo cuando iba mezclar los colores que había puesto en mi párpado (negro y lila, me parecían bonitos) entró mi madre. Me giré para verla. Tenía una cara de empanada y concentración a la vez mientras me miraba intentando poner mi cara “bonita” con pote asqueroso, y mi madre se quedó con cara de póker.

─¿Pasa algo? ─pregunté. Ella parpadeó unas cuantas veces y luego se comenzó a reír. Era una risa amarga que casi nunca se escuchaba en esta casa. Cuando pudo respirar, cogió una toallita y la pasó por toda mi cara, eliminando mi arduo trabajo.

─Déjame maquillarte. ─dijo mientras abría aquél pote color carne y pasaba el contenido por mi cara con una brocha. Seguidamente aplicó un polvo ─también color carne─ por mi cara y luego otro más por unos lugares específicos. Me quedé inmóvil mientras aplicaba todas esas cosas raras en mi cara. ─Ahora viene la parte más difícil, mira hacia arriba y ni te atrevas a pestañear. ─le hice caso. Entonces sentí un lápiz en la parte inferior de mi ojo.

─Mamá, quiero pestañear…─balbucee.

─Aguanta. Listo. ─dejó el lápiz y esa cosa negra llena de líquido para las pestañas en el tocador y me miró. ─Ha valido la pena. Dijo mientras giraba la silla hacia el espejo.

Me miré. Realmente no me reconocía, mis pecas de la nariz eran casi invisibles, y el marrón verdoso de mis ojos era más intenso. Lo que puede hacer unos potes y buena mano. Aunque por dentro estaba alucinando, no le iba a mostrar esa expresión a mi madre, así que puse mi mejor cara de póker, tal y como ella sabe ponerla.

─No está mal. ─me levanté de la silla y fui a ponerme los zapatos-existimos-para-que-te-caigas de tacón. ─¿Vamos? Son las 10:31. Mi madre miró el reloj de la pared.

─¡Oh cielos! Avisaré a la abuela, ve bajando. ─dijo mientras intentaba correr con sus zapatos.

Cuando vi que estaba bastante lejos y no escuchaba sus zapatos sonar, cogí el bolso que tenía que llevar, que era bastante amplio y de color negro. Metí mi móvil, mis auriculares, un poco de chicle y por último, mis Vans.

Ni de coña iba a llevar estos tacones durante toda la ceremonia y la comida, estaría loca. Cuando no me mirara, me iba a cambiar y a ponerme lo más cómoda para presenciar el espectáculo que se montaría para cuando mi madre se dé cuenta de que llevaba  zapatillas de calle con un vestido tan mudado. Se me escapó una risa mientras acomodaba el bolso en mi hombro.

Iba a ser un día extraordinario.

_____

Un poco corto para mi gusto, pero creo que con esto ya os queda mas o menos claro como es la protagonista y todas esas cosas.

El siguiente capitulo sera una bomba en wattpad jejej oqno.

Comentad, votad, denunciad, sed lectores fantasmas o vivos yo que se, pero espero que os haya gustado:)

vqksiwbfiwndkd

Out.

XOXOXOXOXOXO

La chica de las Vans verdes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora