A veces, cuando hablamos siento miedo, miedo a decir algo que no quieras oir.
Miedo a que no te guste cómo soy.
Miedo de hablar por hablar y hacer que te acabes callando.
Miedo a decirte lo que siento y que te marches asustado.
Miedo a que tú no sientas lo mismo y la magia se agote.
Miedo a que me rompas el corazón en pequeños pedazos.
Porque no soy tan fuerte como parezco.
Porque necesito contención de vez en cuando, menos gritos más cariño.
Menos mentiras, más te quiero de verdad.
Necesito que me demuestres que vale la pena arriesgarme contigo.