Las decepciones de la vida hacen que me oprima el pecho y a cada segundo hace más y más presión.
No puedo parar de pensar, de sentirme vacía un asco de persona que jamas encontrará su sitio en el mundo.
Mis objetivos de vida cambian por momentos, no se lo que busco ni lo que quiero. Me canso de todo por desmotivación o por falta de interés.
Pienso que no sirvo para nada, que soy un ser terriblemente mediocre. No sé como sentirme todo me afecta al extremo.
Otras de mis mas grandes decepciones es la mirada que tengo de mi misma, esa devaluación que yo misma me hago, ese poco amor propio.
Puedo pasarme horas llorando, sin una causa aparente, sin un por qué.
Y me odio. Alejo a personas de mi vida porque si.
Y en fin, con veinte años un estado de tristeza constante. Es horrible.