Capitulo 1 : ¡¡Por que a mi!!

30 5 0
                                    

Andaba a toda prisa por la calle chocando con algunas personas. No quería llegar tarde al trabajo, no soportaba los sermones de mi jefe por llegar tarde. Miré él reloj de mi muñeca y eran 8:30 !!tarde!!. Empecé a correr,y como siempre él mundo parece estar contra mi..... me caí,  repito, como siempre tan torpe.

- !!Mierda!!- chillé frustrada

- Hey ¿estas bien?- preguntó un chico ayudándome a levantarme

- Mi ropa- lloriqueé viendo que se había manchado

- creo que necesitas ayuda- dijo él

Y por primera vez mis ojos verdes conectaron con los suyos chocolate,wow...que ojos. Me quedé emboba mirandolos.

- ven te ayudaré- dijo cogiendome de la mano

-¿ ah-a donde vamos?- pregunté asustada intentando zafarme de su agarre

No iba a mentir pero le tenia miedo a la gente desconocida, siempre tuve problemas con eso.

- tranquila solo te voy a ayudar- me dijo tranquilizando me un poco

Estuvimos andando un buen rato agarrados de la mano, lo que me hizo sonrojarme y me solté de su agarre, él me miró desconcertado.

- ¿pasa algo?- preguntó mirándome directamente a los ojos

- no...n-nada- trartamudeé ante su penetrante e intimidante mirada

- venga tranquila no te haré nada malo- suavizó su mirada y me volvió a coger de la mano guiándome por la calle

Seguimos andando por largo tiempo, se me olvido que tenia que trabajar, estaba embobada mirando a este dios griego que tenia delante, tenia el pelo castaño y muy bonito. Paramos delante de un piso de cuatro plantas moderno con aire rustico.

Entramos al vestíbulo de aquel lugar y era...muy bonito por dentro con un blanco brillante y mezcla de otros colores. Subimos por las escaleras hasta la ultima planta.

Él sacó unas llaves de su bolsillo trasero y habrió la puerta. No pude disimular la sorpresa cuando entré, era una casa muy bien decorada y con estilo totalmente masculino. Lo miré y el me sonrió.......que sonrisa.

-puedes darte una ducha para limpiarte, yo voy a buscarte ropa- me dijo y volvió a salir dejándome sola

¡¡Y ahora que hago!!

Vale en serio, ahora mismo un desconocido me a dejado en su casa ¡sola!y me a permitido ducharme en su ¡Baño!, la situación no es nada agradable en este momento.

Con un poco de miedo localizé él baño y entré, busqué una toalla en los cajones y me deshice de la ropa que tenia encima y entré en la ducha abriendo el grifo y dejando caer él agua por todo mi cuerpo.

Terminé de ducharme y me enrolle la toalla al cuerpo. Me quedé plantada delante de la puerta sin saber que hacer ya que no tenía ropa limpia y me daba vergüenza esperarlo en su salón solo en toalla.

¡Genial!

Al final me cansé y decidí salir, habrí la puerta y asomé la cabeza fuera del baño; no había indicios de que ubiera llegado a si que salí completamente del baño y me dirigí al salón. Localicé mi bolso y me dirigí hacia ella, en ese momento sentí un pequeño mareo y como las fuerzas abandomaban rápidamente mi cuerpo, empecé a respirar con dificultad.

!!MIERDA!!, sabia lo que venia ahora; era diabetica y cuando me daba un ataque venían una serie de episodios nada agradables. Abrí mi bolso rápidamente
y empecé a buscar mi medicación.

- !! Joder por que a mi!!- grité entrando en pánico al no encontrarlo

Me di la vuelta para ir a la cocina a buscar algo dulce pero los pies me fallaron y caí al suelo, intenté levantarme pero no pude. Desesperada empecé a arrastrarme por él suelo para llegar, cada vez me sentía mas débil y el temblor de mi cuerpo no me ayudaba a avanzar; odiaba estar en esta situación.

No sabía porque me pasaban todas estas cosas pero cada vez era más distinto al anterior, mis ojos ardían y solo pensaba en que  esto no me podía estar pasando, sollozos y lágrimas empezaron a salír de mi al ver que no lo iba a conseguir, sentía que en cualquier momento me iba a ir.

La puerta se abrió y apareció él chico, sus hermosos ojos me miraron con preocupación, rápidamente se acercó a mi y me dio la vuelta para que lo mirara

- hey hey que te pasa que tienes- preguntó agarrando mi cara

- azu.....azúcar....ne-necesito.....azucar- dije agarrándome al cuello de su camiseta desesperadamente

Sin pensarlo dos veces me dejó en él suelo cuidadosamente y corrió a la cocina a buscar algo dulce. Volvió con chocolate y me ayudo a comerlo, después de haber tragado él chocolate me sentí mejor aunque los temblores aun no cesaban. El cansancio me ganó y me quedé dormida en sus brazos.

:Bueno espero que les allá gustado.
También espero que voten y comenten y sobre la diabetes no sabia mucho así que solo puse eso, si saben más no duden en decírmelo por favor.

Besos💋

Infinita soledad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora