Infinita soledad

Capitulo 12: Un mal entendido

Me levanto agitada sin saber porqué, los sucesos de la noche anterior vuelven a mi de golpe y siento mi cara arder al recordarlo todo.

Me deshago de las sabanas que me cubren y voy directo al baño. Me lavo la cara y los dientes y me doy una ducha de 10 minutos. Me visto con unos pantalones vaqueros color negro con una camisa blanca, mis zapatillas blancas y una chaqueta de mezclilla; la vestimenta perfecta para el día de hoy. Me recojo el pelo en un moño desordenado y me aplico un poco de labial.

Salgo de la habitación directo a la cocina para encontrarme la mesa llena de cosas ricas para desayunar y un Chris en delantal rosa de florecillas, esto es demasiado raro, todo es raro; vivir con mi jefe, verlo en pijama, verlo en delantal, empezar a sentirme muy cercana a él..... Mi estomago gruñe delatando mi presencia en el lugar.

-buenos días-se da la vuelta y me sonríe- ven siéntate a comer- dice quitándose el delantal mientras me acerco, también esta vestido con ropa informal, se ve genial con sus pantalones vaqueros y ropa azul oscura.

Se sienta enfrente de mi y no soy capaz de mirarlo a los ojos, me siento avergonzada.

-Chris....yo, sobre lo que paso ayer quería decirte que..
-no te preocupes- me interrumpe sonriendo-  no tienes porque darme explicaciones- bajo la cabeza avergonzada, no se ni porque me comporto así con él.

Desde hace tiempo siento que las cosas han cambiado entre nosotros, se supone que la única relación de debemos tener es de jefe-empleada pero no lo estoy sintiendo así. Siempre me pasa lo mismo, por eso Conor empezó a comportarse tan raro conmigo. Empezaba a imaginar que yo le gustaba a él pero no quería confirmarlo porque sabía que eso me incomodaría demasiado.

Lo mismo me paso con Esteban, pensar en él me hace recordar que llevo tiempo sin hablar con mi mejor amiga, decido que ya en la noche la llamaré.

-tierra llamando a Ana- su vos hace que vuelva a la realidad encontrándolo de rodillas delante de mi- no lo pienses tanto si?- asiento roja como un tomate por su repentina cercanía

-estas muy mona cuando te sonrojas- susurra y frunzo el ceño al ver como me mira, de repente el ambiente es otro y me tenso al sentir su mano acariciar mi mejilla- eres hermosa- la distancia entre nosotros cada vez es menos, me siento hipnotizada por su penetrante mirada.

Y sin pensarlo nuestros labios se chocan bruscamente haciendo explotar un montón de fuegos artificiales en mi estomago, sus suaves labios acarician los míos y me quedo en blanco dejándome llevar por ese mar de sensaciones que me desbordan en ese instante. De un momento a otro mi cabeza hace clic y me separo bruscamente al ser consciente de lo que acaba de pasar, de lo que acabo de sentir.

Aturdida y confundida hecho la silla para atrás y me alejo consternada, el me mira de la misma manera, se levanta alejándose de mi y se revuelve el pelo sin saber que hacer.

-joder!!- grita de repente sobresaltándome- lo siento yo no quería, yo no sé en que estaba pensando yo......

- será mejor que nos vayamos o llegaremos tarde- corto de tajo sin mirarlo, me levanto y cojo mis cosas rápidamente mientras siento su mirada encima de mi todo el tiempo.

Al ver que estoy delante de la puerta esperándolo sin mirarlo coge sus cosas y salimos.

En todo el camino nadie dice ni una sola palabra, esto se nos salió del control, al recordar ese beso me doy cuenta que sonrio como una verdadera estúpida, empiezo a pensar en como reaccionará Sisy ante esta montaña rusa de emociones que estoy viviendo aquí.

Por fin llegamos a nuestro destino, me percato de que estamos a las afueras de la ciudad, en frente de nosotros tenemos un enorme y hermoso edificio de dos plantas con unos jardines inmensos. Es como un inmenso instituto.