Capítulo 16: En en fondo del mar

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Yuu P.O.V.
Luego de descargar mi furia contra aquella pared, me fui melancólicamente hacia mi casa. No me importó si di un portazo e ignoré a mis padres. No podía más, necesitaba descargar todo lo que guardaba en mi pecho.

Tiré mi mochila en algún lugar de mi habitación y me dirigí hacia mi cama. Pero mis piernas se sentían muy pesadas y débiles, que ni siquiera pude llegar a la cama; me tambaleé quedando arrodillado enfrente de esta, con mi cabeza hundida en su borde.

Todo mi dolor y sufrimiento empezaron a hacer su recorrido por mis mejillas en forma de lágrimas. Mis sollozos eran muy audibles, tanto que hasta necesité apretar mis labios fuertemente para callarlos. Mis puños estaban apretando las sábanas, y notaba como de mi mano derecha sangre y restos de polvo quedaban de aquel golpe que di contra la pared. En serio me escocía, e incluso parece que me fracturé un hueso. Dolía. Pero ese dolor no era nada en comparación a lo que había en mi corazón.

"El amor es horrible"

"Nunca debí haberme enamorado"

"Si tan sólo podría volver al pasado, yo..."

En este momento desearía estar en el fondo del mar. La verdad es que estaba al borde de sentir aquella situación. Donde la soledad, silencio y oscuridad reinaban. Donde nadie existía. La efímera luz del sol iba desapareciendo mientras más me hundía. Todos mis sentimientos se iban flotando como burbujas hacia arriba hasta explotar y desaparecer mientras mi peso me sumergía en lo más fondo de aquel abismo. Todos aquellos sentimientos que guardé por tanto tiempo empezaron a dejar mi cuerpo vacío. Notaba que iba a tocar el suelo; se sentía tan bien; no tenía que cerrar mis ojos para no ver nada, no tenía que cubrir mis oídos para no escuchar, ni siquiera sentía el flujo del agua...

Llegué a calmarme un poco. La verdad no odiaba a esa chica llamada Akane, al principio me sentí enojado, celoso y frustrado, pero luego empecé a pensar que eso era lo mejor; esperaba que ella pudiera hacer feliz a Mika, que ojalá se casaran, y formaran una familia...porque aunque si Mika me hubiera elegido, no podría acompañarlo por el resto de su vida, sabía que tarde o temprano llegaría el día en que no podría caminar al lado de todos mis seres queridos, que quedaría atrás, en el olvido, después de todo yo estoy...

"Sabía la dura realidad, pero al menos quería comportarme como una adolescente normal que lleva un vida plena, sana y feliz...al menos un poco."

Narradora P.O.V.
Al otro lado de la puerta, un azabache y un albino se encontraban escuchando los llantos y sollozos de su querido hijo. El albino estaba increíblemente triste y preocupado, mientras que el azabache se encontraba furioso.

"¡Ahhh! Ya no aguanto más. Voy a entrar." Dijo gritando mientras se revolvía los cabellos, a punto de tomar el pomo de la puerta.

"Guren...para...deberíamos darle su espacio." El albino lo detuvo.

"¡Pero Shinya!" Reprochó.

"Yuu ahora está sufriendo. Necesita desahogarse. Y cuando esté más tranquilo y quiera decirnos lo que le pasa, estaremos allí para él. Si entramos ahora, simplemente lo empeoraremos. Así que por favor..."

"...Está bien, Shinya." Dijo Guren ya más tranquilo. "Pero si el mocoso no se recupera, te juro que le parto la cara al desgraciado que ha causado esto."

"¡No vio-len-cia! Bueno, vayamos a comer..." Río el albino.

"Sí"

"Aaahh~quiero tostadas con mermelada."

"Shinya, me vas a dejar pobre con tantas tostadas."

"Por eso te quiero." Sonrió el albino, entrelazando sus manos con el de cabellos azabache, recibiendo la misma respuesta por parte de él, y acabando en un cálido y suave beso.

Lo siento por haber huido Yuu-chan (MikaYuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora