El Clan de Los Árboles- La verdad sobre la Luna

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Se despertó de su sueño.

Garra Nocturna jadeaba y cuando salió escucho maullidos pero en su cabeza

El amor quemara a la noche por dentro 

Cuando la luna se eleve nada podrá detenerle 

¡Cuidado!

Sus ojos azules estaban impregnados de terror. La luna seguía brillando en lo alto del cielo nocturno plagado de estrellas. No por nada a esas tierras las llamaban La eterna noche. Respiro hondo pero su cabeza seguía gritando ¡¡¡Cuidado!!!. Con espasmos camino por el campamento silencioso pues todos los gatos que se habían quedado estaban profundamente dormidos. Solo la patrulla nocturna seguía fuera. La gata salto de árbol en árbol al salir del campamento. El olor del Clan del Bosque seguía presente en sus fosas nasales y estaba tratando de calmarse. Al poco rato, olvido su sueño y siguió saltando hasta que decidió bajar a tierra. Cuando sus patas pisaron la hierva un ronroneo brotó de su garganta. Se revolcó en la hierva del claro bajo la luz de la luna. Sus rallas y motas plateadas brillaban con intensidad emitiendo destellos. Al cabo de un rato se sentó y respiro el aire nocturno a la vez que enrollaba a la perfección la cola en las patas. Las estrellas parecían estar grabadas en su hermoso pelaje y sus bellos ojos azules miraban el cielo en el que empezaban a aparecer pinceladas rojas y naranjas lo que predecía que el amamnecer estaba cerca. Garra Nocturna se quedó ahí disfrutando su soledad. Agradecía estar tranquila y sin preocupaciones al menos unos minutos. Tenía ganas de quedarme ahí pero tenía trabajo que hacer en el Clan. Volvió sobre sus pasos hasta llegar al roble más alto por el que subía siempre. Subió rápidamente y sin que nadie se diera cuenta abanzo como una sombra negra y Plateada por su campamento hasta llegar a la guarida de los guerreros pero antes de entrar se asomó por el borde de la cama de ramas troncos y hojas que hacían el piso elevado de su hogar en lo alto de los árboles. Abajo ,una liebre blanca corría por el bosque y un pequeño mirlo apenas visible por la altura ,correteaba por ahí. El sol empezaba a salir y los primeros rallos de la aurora pintaban el cielo de ardientes colores. Nada era mejor en ese momento.  Garra de Cuervo se acercó y se sentó junto a ella. El suave pelaje negro del guerrero se volvía rojizo con la luz del día.

- es un hermoso amanecer no?- Garra Nocturna tardó un poco en reaccionar pero hipnotizada contesto 

- es el más hermoso que e visto - Garra de Cuervo se acercó más 

- tanto como tú - Garra Nocturna estaba tan maravillada que no se inmutó que el aliento del negro guerrero le calentaba el pelaje 

- eres un buen amigo - dijo sin darse cuenta de nada. Garra de Cuervo desvío la mirada y con un dejo de un sentimiento extraño la volvió a mirar pero ella ya se había ido. 

Garra Nocturna solo miro una vez más el amanecer y pensó que era algo inusual. Pero era cierto que nunca había visto uno más lindo. Hasta que su mejor amiga ,Garra de Lince,la curandera salió de su guarida agitando sus enormes y finas orejas a las que les devia su nombre 

- Clan de Los Árboles, escuchadme todos!- inmediatamente ,todos los gatos del Clan que apenas habían sacado las cabezas de la cama ,salieron de sus guaridas.

- El Clan Estelar ha mandado un presagio, ¡miren el amanecer!- todos voltearon al hermoso amanecer - ¡son buenas noticias! ¡Ha nuestro Clan le espera un precioso amanecer!