Por tu egoísmo lo perdiste todo.

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Cuando llegue a mi casa esa noche, mientras mi esposa me servia la cena, le agarre su mano y le dije, tengo algo que decirte. Ella se sentó y comió callada. La observe y vi el dolor en sus ojos, de pronto no sabía como abrir mi boca, pero tenía que decirle lo que estaba pensando.

—Quiero el divorcio.— Fueron mis palabras.

Ella no parecía estar disgustada por mis palabras.

—De acuerdo.— Lo pronunció en un pequeño susurro.

Esa noche no hablamos, sólo escuche que se encerró en la habitación, al acercarme a la puerta escucho algunos sollozos, pareciera que ella trataba de hacer el menor ruido posible. Pero era en vano, lo acabé escuchado. 

Tenemos aproximadamente tres años de casados. Ella perdió mi corazón hace dos meses atrás. Y ahora le pertenecía a otra mujer llamada Mai. Yo ya no amaba a mi esposa, solamente le tenía aprecio.

 Con un gran sentido de culpabilidad, escribí un acuerdo de divorcio y en este acuerdo ella se quedaba con la casa, el carro y el 50% de todos los bienes. Ella miró el acuerdo y lo rompió a pedazos en mi cara.

 —No necesito nada de ti...— Contestó.

  — Como quieras...— Salí de la habitación para irme de esa casa. 

Y así pasaron los días, cinco para ser exactos. Desde entonces, mi esposa y yo no teníamos contacto físico desde que exprese mis intenciones de divorcio.

Al día siguiente al llegar a casa, una tarde terminado el trabajo, me encuentro a su abogado en mi comedor serio, con ella, esperándome para empezar con los papeles del divorcio. 

"La señorita Son, no pide nada a cambio, por mutuo acuerdo". Comunica. Y nos da los papeles para firmar, sin ningún reproche ella firma. Yo la observo detenidamente, sus ojos estaban cristalinos e rojizos. Agaché la cabeza y firmé. " Listo señores, ustedes están oficialmente divorciados... ". Anuncia el abogado, me sentí extraño al oír esas palabras.

Y así transcurrió el tiempo, dos años para ser exactos. 

Estaba caminando tranquilamente solo.

Mai me dejó debido a que no pasaba tanto tiempo con ella por el trabajo. Me arrepiento de todo. Quiero intentarlo otra vez, que me dé otra oportunidad...

Unas calles más a delante, de repente vi salir a Pan de un hotel acompañado de un hombre.

 Él tiraba de un coche infanti litetrax 4 negro. Y ella tenia a una hermosa niña en brazos, estaba arropada con una pequeña manta rosa. 

Nuestros ojos se encontraron y por primera vez, después del divorcio, me volvió a sonreír.

Se veía feliz. No me había dado cuenta que ella se acercaba a mí. Empujando el cochecito...

—Hola Trunks, a los años.— Habla, poniéndome incomodo. Parece que le fue muy bien después del divorcio. — ¿Cómo van las cosas con Mai?

—No funcionó...— Le respondo en susurro. Ella solamente abrió los ojos de sorpresa.

—Lo lamento, no sabía.— Admite. Sonrío amargamente.

—Veo que tienes una hija con ese sujeto— Ella solamente sonríe, mostrándome sus blanquecinos dientes. ¿De qué se ríe? me cuestiono.

—Estas equivocado... él es un amigo y a decir verdad es homosexual—  Se carcajea de mi.  Estoy avergonzado. —  De hecho...—La veo tartamudear. Ella solamente le quita la manta a la pequeña y el gorrito de lana, me dejó en sorpresa. —  Es tu hija...—   Esas tres palabras, me hicieron congelar la sangre.

Observo a la pequeña detenidamente, tiene mi color de cabello... —  También tiene el color de tus ojos...—Susurra, interrumpiendo mi inspección. —Es difícil olvidar a la persona que te ha hecho tanto daño cuando tienes a una pequeña personita que te lo recuerda y te lo recordará todos los días.—  Me quedé paralizado.— No quise decírtelo, no quería que pensaras que te quería atar a nuestro matrimonio por un hijo.

—No tienes excusa...—   Recalco enojado. 

— Querías el maldito divorcio y te lo di... 

—No me hubiera divorciado...Fue un error. —Lo admito, me arrodillo en frente de ella—Dame otra oportunidad... Por favor.

—Lo lamento Trunks. Por tu egoísmo lo perdiste todo.




Pequeñas historias.Where stories live. Discover now