Créanme cuando les digo que le amo tal y como es.

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Sentada en el sofá grande de la casa de Trunks, mi atención estaba situada en una revista que hace unas horas acababa de comprar.

Escuché que alguien ingresó a la sala donde me encontraba, no vi quién era, pero es muy obvia la respuesta... Fingí como si no lo hubiera escuchado ingresar, de repente, un carraspeo de garganta me obligó alzar mi mirada... Y ahí estaba él, mi novio, Trunks.

Me dedicó una sonrisa ladina— Algo quiere— En mi mente pasaban varias teorías de lo que me podría pedir, así que decidí situar la revista en la pequeña mesa de centro.

— Escucho.— Fueron mis palabras. Él sonrió aún más.
— ¿Cómo sabes que quiero algo?— Me lo preguntó con mofa.

— Te conozco demasiado como para saber que quieres algo o...— Hice una pequeña pausa dramática e innecesaria, solo para hacerle sonreír más.— Que me quieres decir algo.
Una sonora carcajada se escuchó en toda la sala, vaya el chiste que quiere contarme debe ser bueno.

— Vaya que me conoces, así que te lo diré.— Hice un simple arqueo de ceja para demostrar que estaba atenta a lo que diría.— Esto se me vino a la mente de la nada...—Pausó.— Tus padres creen que te pusieron un nombre original ¿No es cierto?— ¿Mis padres? ¿Qué tiene que ver mi nombre en su chiste?

— ¿A dónde quieres llegar? — Cuestioné.— Me refiero, sí... no hay otra persona con el nombre que tengo.

— Ese es el chiste, ellos creen que te pusieron un buen nombre, pero en realidad te dieron uno donde ahora puedo hacerte una pequeña burla Pan-Son.— Estalla de risa.— Mierda y recién me llego a dar cuenta de ese detalle. — Ríe aún más. No entendía su chiste, hago una mueca donde le doy a demostrar que no le encuentro la gracia. Su risa para. — ¿En serio no entiendes? — Se acomoda mejor en el sofá y sus ojos azules se posan en mi persona.— Tú nombre es Son-Pan ¿No es así?— Asiento con la cabeza levemente. — Entonces que te parece si damos la vuelta, pasamos primero tu nombre y luego tu apellido.— Al decirlo hace un movimiento con sus manos dando a entender lo que estaba explicando.— Quedaría PanSon.— Estalla en risa y me enfado inmediatamente por eso.—PanSon.— Lo repite.— Ahora entiendes PanSon.—Retorna su risa, me levanto de golpe del sofá donde estaba dispuesta a irme.

Me dirigí casi corriendo a la puerta, de repente sentí que me alzó para colocarme en su hombro, estaba pataleando y golpeándolo ligeramente para que me baje. Fallé.

— Vamos cariño, solo fue un chiste...— Me coloca en el sofá grande y sube encima mío.
— No me gusta tu chiste.— Le contesté de la manera más cortante que podría.

Mi enojo fue sustituido por un pequeño hormigueo en mi estómago. Un beso fue la mejor forma para arreglar el mal rato provocado por él mismo.
— ¿Sabes que amo verte enfadada?

— Eres un masoquista, Trunks. — Sonrío.— Está bien, si fue gracioso tu chiste.— Admití.— Pero igual eres un tonto.

— Tonto por ti.— Me sonrojé y volvió a besarme.

Aunque me haga enfadar en algunas ocasiones.

Créanme cuando les digo que le amo tal y como es.

Pequeñas historias.Where stories live. Discover now