Capítulo 2

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Laonis estaba de pie frente a la mirada profunda de su papá. Ninguno de los dos había dicho una palabra.

Cuando John fue a por ella a las cocinas, Laonis se despidió de Jess y lo siguió. Al principio creyó que la llevaría al enorme salón donde su padre hacia sus reuniones ante el  clan pero en cambio la condujo al pequeño despacho privado de su papá.

Solo recordaba haber estado ahí en una ocasión en la que fue regañada por pelear con su hermano Axel.
Ahora, era la segunda vez que iba a esa habitación y comenzó a odiarla. Solo le daba malas noticias.

Cuando sus hijos entraron, John dudo un momento sobre si debía permitir a su hijo mayor estar presente pero el debía estarlo. Como heredero debía tomar nota sobre todas las labores de un Laird. Incluso de las malas.

-Veo que te ha crecido el cabello.-comentó John al ver a su hija. Laonis se tocó su lacio cabello blanco con los dedos pero no dijo nada.-Hace algunos días, -siguió John -Hubo un altercado entre el clan Macdougall y el nuestro. Uno de nuestros hombres creyó divertido tomar algunas vacas de los Macdougall. .. Sin permiso. -hizo una pausa para medir las expresiones de sus hijos. John lo observaba con gesto serio y Laonis lo miraba con una mezcla de resentimiento y decepción. El Laird los ignoro y siguió. -Los Campbell no podemos entrar en una lucha de clanes. Es demasiado tonto pelear por unas cuantas vacas.

"Pero si es muy inteligente regalar a tu hija por un vaca "  pensó Laonis con rencor.

-Así que he llegado a un acuerdo con el Laird Blake Macdougall y... hemos acordado en que te cases con su hijo mayor: Alexander.-dijo John mirando fijamente a su hija.

Era algo que Laonis ya esperaba pero aun así la noticia La hizo entrar en shock. Las palabras de su padre confirmaban su temor y su futuro. ¿Cómo decirle no a un hombre que la mantuvo encerrada tanto tiempo?

-Pero antes.-continuó John para llenar el silencio incómodo. -Deberás hacer una visita a las tierras de los Macdougall. En su hijo esta la decisión de si quiere o no casarse contigo. Que espero que no exista ningún problema con ello. Tu hermano te acompañará.

Laonis y John se miraron un momento antes de asentir hacia su estricto padre y salir del despacho.

Una visita a las tierras de los Macdougall. Jamás había salido lejos de su familia. No conocía más allá de los bosques que crecían alrededor del castillo.

Una mezcla de miedo, nerviosismo y emoción la embargó. No era una buena noticia pero al menos significaba que podría salir y conocer algunos lugares. Seria una aventura.

-Lo siento.-Dijo John al malinterpretar el rubor que se extendía por la cara y cuello de su hermana.-Siento que estés molesta y que te obliguen a algo tan horrible.

-Mi vida aquí ha estado atada a obligaciones que no me gustan y aunque esta es la peor de todas, aún tengo la esperanza de que ese Macdougall sea mejor que mi padre.

-¿De que hablas?

Ambos caminaban rumbo a la habitación de Laonis y aunque no había nadie por los pasillos, hablaban en susurros.

-De que tengo la esperanza de que ya no me mantengan encerrada.

John se detuvo antes las palabras de sus hermana y la siguió con la vista Hasta que esta desapareció tras la puerta de su habitación.

El Laird John alcanzó a escuchar las duras palabras de su hija. No pudo sentir nada mas que tristeza y arrepentimiento. La decisión sobre el aislamiento de su hija había sido decisión de Meredith. Su vanidad le impedían aceptar que alguien tan distinta y que según los rumores, era producto de alguna maldición o enfermedad, anduviera deambulando por el  castillo, manchando su imagen.

La Reina de las nieves.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora