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Al salir, no había rastros de los guardias, pero si había más Cranks que cuando entramos al boliche; casi todos parecían estar esperando a los recién llegados. Todos nos observaban detenidamente.

-Miren a estos payasos-exclamó alguien.

-Sí, ¡son realmente hermosos!-gritó otro-Vengan a jugar con los Cranks. ¿O van a unirse a nosotros?

-Mira que lindas niñas-dijo otro.

Thomas siguió caminando hacia el arco de la entrada a la Zona Central, apretando un poco mas mi muñeca.

Pasamos entre todas las personas lo mas rapido posible.

Una vez que nos alejamos, pudimos aligerar el paso, Thomas aflojo su agarre en mi muñeca pero sin soltarme, ni dejar que me suelte.

Estabamos pasando ante otra serie de casas ruinosas cuando escuchamos un par de gritos y el sonido de pasos.

-¡Corran! -gritó alguien-¡Corran!- los guardias aparecieron corriendo a toda prisa. No se detuvieron y continuaron corriendo, no llevaban con ellos los Lanzadores.

-¡Ey!-gritó Minho-¡Regresen!-sin embargo, ninguno se detuvo, el guardia de bigote miró hacia atrás.

-¡Idiotas, les dije que corrieran! ¡Vamos!

Thomas comenzó a correr de nuevo, sin soltarme y llevandome casi a rastras, daba la impresión de que si yo tropezaba y caia, él seguiria corriendo, arrastrandome.

Detras nuestro, un grupo de Cranks nos perseguían, eran como, minimo, quince. Parecían frenéticos, mejo dicho, parecian que todos habían llegado al final.

-¿Qué ocurrió? -preguntó Minho, con la respiración entrecortada.

-¡Nos arrastraron fuera de la Zona!-explicó uno de los guardias- Juro por Dios que nos iban a comer vivos. Apenas logramos escapar.

-¡No se detengan!-agregó el otro. De repente, ambos se desviaron en otra dirección, hacia un callejón escondido.

A pesar del desvio de los guardias, nosotros continuamos corriendo hacia la salida que nos llevaba hasta el Berg.

-¡No pueden alcanzarnos!-gritó Jorge justo cuando el portón exterior aperecia delante de nuestros ojos -¡Apúrense, falta muy poco!

Thomas corrió más rápido.

Logramos llegar al portón y lo atravesamos sin disminuir la velocidad. Nos dirigimos directamente al Berg, la escotilla se abrio mientras ibamos a la mitad del camino, gracias a que Jorge habia apretado el botón.

Entramos rapidamente al Berg. Una vez todos adentros, la escotilla comenzó a cerrarsem crujiendo. Jorge corrió hacias la cabina del piloto, y casi un minuto después, estabamos elevandonos en el aire.

-¡Estupido! ¡Me lastimas!-le grité a Thomas, por fin pudiendo soltarme de su agarre.

Mi muñeca estaba roja.

-Lo siento, no habia otra manera-murmuró mientras se acercaba a una de las ventanillas de la nave.

》Mírenlos ahí abajo-continuó hablando-Quién sabe qué estaban haciendo unos meses atrás. Tal vez vivían en un apartamento y trabajaban en alguna oficina. Ahora están persiguiendo gente como si fueran animales salvajes.

-Yo te voy a decir qué estaban haciendo hace unos meses-habló Brenda-Llevaban una vida miserable, muertos de miedo de contagiarse la Llamarada, sabiendo que era inevitable.

-¿Cómo puedes preocuparte por ellos? ¿Acaso no recuerdas con quién estuvimos? ¿Con mi amigo? ¿Newt?

-No había nada que pudiéramos hacer -gritó Jorge desde la cabina.

Un Bebé En El Área (Newt y tú) CORRIGIENDO ORTOGRAFÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora