¿Qué es esta sensación?

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Aquella era una sensación realmente desesperante. 

Midoriya Izuku se encontraba almorzando con sus dos amigos Uraraka e Iida, así como desde que había entrado a la UA. Estaba realmente feliz de al fin haber entablado amistad con alguien, además, ¡una de esas era una chica! por lo que le costaba mantenerse tranquilo cuando ésta se le acercaba más de la cuenta. Era muy bonita, sin embargo la veía nada más que como eso, una muy buena amiga, pero dado a su nula interacción con alguna chica en su pasado (aparte de familiares claro) comenzaba a tartamudear y ponerse colorado.

Miró a su alrededor, aún le faltaba un largo camino que recorrer, aprender muchas cosas y conocer más personas. Cada que podía se pellizcaba la cara o los brazos para corroborar que aquello no era un sueño y realmente estaba en esa prestigiosa preparatoria. Sonrió pero sólo por unos segundos al notar algo a lo lejos.

Había algo que opacaba aquella felicidad, algo que le hacía querer golpear lo primero que se le cruzara con todas, absolutamente todas sus fuerzas aunque eso significara otra fractura por su falta de control del One for All y de la destrucción de aquel desafortunado objeto. 

Aquello era su distanciamiento con Kacchan. 

No es que fueran los super amigos pero se conocían desde la infancia y a pesar de todo el maltrato que le proporcionaba, él aún lo admiraba y lo estimaba demasiado. Pero desde que que entraron la UA, todo definitivamente había empeorado, día tras día. Claro está que seguía siendo blanco de insultos pero notaba algo diferente, era más el tiempo que el rubio pasaba ignorándolo que otra cosa. No es que extrañara ser "bulleado" por el más alto, pero al menos tenía su atención. 

Además no sólo era esa la razón de su frustración, si no que notaba como Kirishima se la pasaba revoloteando alrededor del chico explosivo y este no hacía mucho al respecto para alejarlo. Claro está que le reñía, pero al ver que el pelirojo no desistía, parecía simplemente dejarlo ser. No ignorándolo, como al principio se quería hacer creer, si no prestándole atención, puede ser que fuera lo mínimo, apenas una mirada de reojo o un insulto de acuerdo a lo que Eijiro decía, ¡Pero era atención al fin y al cabo! cosa que él no tenía a pesar de su larga ¿amistad?.

Suspiró con pesadez mientras se dirigía al salón de clases después del almuerzo. Se había quedado un poco atrás ya que se distrajo viendo cómo Kirishima pasaba su brazo alrededor de los hombros de Bakugo de forma amistosa, mientras éste forcejeaba para quitarlo. "No lo estás queriendo apartar de ti del todo, si quisieras lo mandarías a volar fácilmente...pero apenas y te esfuerzas en ello...pareciera como si...". Sacudió su cabeza mientras se detenía justo antes de entrar al saló. ¿Qué le estaba sucediendo?

-Apártate nerd - escuchó esa voz familiar y sintió un empujón que le hizo trastabillar un poco hacia el interior del aula. Bakugo sin siquiera mirarle se dirigió a su asiento subiendo los pies a la mesa, siendo pronto regañado por Iida, comenzando una leve discusión. 

Hasta su amigo lograba interactuar aunque sea de esa forma con el rubio. Demonios, debía controlarse. ¿Acaso estaba celoso? ¿Por qué lo estaría? No tenía motivos, simplemente debía dejar todo eso pasar y enfocarse en sus estudios y entrenamientos. 

Pasó a sentarse y volvió a suspirar. "Celos, celos, celoso yo, no es posible". Se repetía mentalmente mientras comenzaba la siguiente clase. "Pero...si realmente estoy celoso, ¿qué debo hacer?, no es como si pudiera llegar a hablarle a Kacchan de la misma forma que Kirishima-kun, me explotaría completito, tampoco le puedo reñir como Iida-kun, me explotaría completito doblemente"

Decidió comenzar por algo sencillo, despedirse de él cuando terminaran las clases. Si el rubio lo ignoraba, no se quedaría de brazos cruzados,  haría lo posible para volver a estar dentro de aquellas personas dignas de su atención, aunque sea para ser blanco de amenazas e insultos.

El timbre sonó y sintió su estómago revolverse de nervios. Sabía que el rubio salía rápido del lugar para no tener que ser obligado a interactuar con alguien de la clase, ya que normalmente era a esa hora en la que los demás platicaban sobre el día o quedaban a hacer alguna actividad por la tarde-noche.

Salió casi corriendo ya que se entretuvo despidiéndose y disculpándose mil veces con sus dos amigos por rechazar su oferta de ir a comer ramen. No podía creer que Bakugo caminara tan de prisa, ya había llegado a la entrada principal y apenas a lo lejos divisó su figura. Vivían en el mismo vecindario, pero nunca se iban o llegaban juntos, pensó en alcanzarle y decirle que fueran juntos a casa, pero pronto la desechó por el único motivo de que eso era suicidio. 

Había fallado en despedirse ese día, pero no se rendiría. Ya sea un saludo matutino o una despedida después de clases, comenzaría a hablarle a aquel chico con quien pasó su infancia, definitivamente le hablaría a aquella persona que le había hecho por primera vez sentir celos. 

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Otro más...estoy que no puedo con esta pareja, es mi favorita y NECESITO escribir mucho sobre ellos. 

Por cierto, a pesar de lo que estoy escribiendo, y espero no me maten, no me gusta el KiriBaku, pero era necesario mencionar algo por el estilo para mis fines malévolos en contra de Izuku. 

En fin, esta historia nació justo en este momento, aún no sé qué pasará, pero...seguro será cortita por que necesito seguir con la otra y mi mente explotará si sigo escribiendo otras cosas en vez de lo que ya tengo pendiente. 

Nos leemos pronto. Les quiero  ~~sonido de grillos~~ Ew siempre es lo mismo ~más sonidos de grillos~. 


Exclusivamente mío [Katsudeku] [Decchan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora