Esta vez me toca a mi

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-¿Pero qué ...? - no pudo terminar su pregunta ya que unos labios se posaron sobre los suyos mientras era empujado hacia la cama. Cayó de espaldas mientras el ojiverde se posicionaba sobre de él.

Debió haberlo supuesto, ya era extraño que el más bajo se hubiera quedado cerca de la puerta todo este tiempo, según él ordenando un poco, pero justo cuando su madre se alejó lo suficiente del cuarto después de llevarles un poco de comida y algo de beber, cerró la puerta con seguro, dejando aquella charola sobre su escritorio y lanzándose sobre él

-¿No me dijiste que te debo algo, Kacchan? - dijo susurrando cerca de su oído lo que le hizo estremecer y esbozar una gran sonrisa.

-No puedes esperar más ¿verdad, bastardo? - pasó sus manos por debajo de la camisa del peliverde, concentrándose en la textura de su piel, realmente suave.

-Tu tampoco, pero... - se sentó sobre sus piernas mientras alejaba sus manos de su cuerpo. - hay una condición Kacchan, si no la aceptas...nada de sexo por un mes - ¿pero qué demonios le pasaba? ¿hablaba enserio? No es que fuera necesario tener sexo a cada rato, pero ¿un mes? apenas habían pasado unos días sin tocar al chico pecoso y ya se sentía realmente ansioso. Estaba jugando sucio.

-Deku, tú maldito nerd ... ¿cómo te ... - y de nuevo fue interrumpido ya que sintió cómo su entrepierna era presionada por una de las manos de Izuku. Dejó escapar un gemido, a lo que sintió la otra mano de su compañero tapándole la boca.

-No hagas ruido, nos pueden descubrir - quiso reclamar pero la presión en su boca aún estaba presente, además de que seguía siendo acariciado y presionado en aquella zona.

Alzó sus manos para liberarse, lo cual consiguió - ¿de qué maldita condición hablas? - notó una sonrisa juguetona dibujarse en el rostro del peliverde, y de inmediato supo que no era algo bueno, al menos no para él.

-No vas a poder tocarme ni tocarte de la cintura para abajo a menos que yo te lo diga. - El chico pecoso pasó su dedo índice por todo su torso, sintió cómo se le erizaba la piel.

-Una mierda - entonces dejó de sentir aquella leve caricia y notó la seriedad en el rostro del más bajo.

-Entonces...no haremos nada de esto en un mes - vio cómo se levantaba y tomaba un poco de jugo mientras se acomodaba en su escritorio. - hagamos los deberes que nos han dejado.

Sintió cómo la furia lo invadía, realmente hablaba enserio, aquel inútil le había dejado totalmente caliente, con semejante erección y aún peor, sin poderle dar todo aquel "amor" durante un mes.

No sabía qué se estaba tramando, pero definitivamente no podía dejarle de esa forma. ¿Qué debía hacer? ¿Realmente sería tan malo? Una parte de él tenía curiosidad, "si hace algo raro, ya me las arreglaré para detenerlo" pensó mientras se sentaba en la cama.

-Está bien, acepto, pedazo de mierda, ahora deja eso - le decía mientras notaba cómo rápidamente el ojiverde se acercaba a él de nueva cuenta, de forma muy animada.

-¡No te vas a arrepentir Kacchan! - se sentó en su regazo mientras volvía a besarle, los labios del más bajo eran realmente suaves, de vez en cuando era mordido pero no se quejó, es más, eso le encantaba. Sintió cómo su lengua hacía presión para comenzar a explorar su boca, le dejó el paso libre, para iniciar una frenética lucha. Le encantaba Deku, todo de él era perfecto, su aroma, su sabor, la forma en que se sonrojaba ante cualquier cosa, sus jadeos, era como una droga, la cual no estaba dispuesto a dejar, incluso era completamente feliz siendo adicto a ella.

Poco a poco sus prendas fueron hechas a un lado, quiso ponerle debajo de él pero el peliverde no lo permitió - Kacchan, eres tú el que va a estar debajo esta vez. - Sintió de nuevo caer contra la cama, le era difícil mantener sus manos lejos de aquella zona que le había sido prohibida por lo que trató de concentrarse en revolver los rizos del más bajo, además de acariciar su espalda y torso.

Exclusivamente mío [Katsudeku] [Decchan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora