Capitulo 7

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Alice se miraba en el espejo mientras daba pequeñas vueltas, un pantalón negro se apagaba a su cuerpo mientras una blusa a tirantes de color rosa pastel era la que ayudaba a cubrir la parte superior de su figura. Había peinado su cabello a un lado para más comodidad, aunque eso no era lo que sentía en esos momentos.

Aquel día había pasado malditamente rápido a pesar de ser fin de semana, paso la mañana junto a su padre y mitad de la tarde junto a su madre, pero aun así su mente no se relajaba al saber que tendría que ir a una fiesta.

Eso no era algo que estaba en sus planes, pero ya había aceptado y no había vuelta atrás.

— Solo por rumores

Se dijo a si misma mientras se miraba en el espejo dándose algo de ánimos, ¿acaso estaba nerviosa?, no sabría decirlo con seguridad, pero de lo que si estaba segura era que no le gustaba lo que sentía

Miro el reloj en la mesita de noche y noto que ya era hora de partir, seguramente Thomas ya la estaba esperando, se dio una última mirada en el espejo y camino hasta salir de su casa.

El cielo ya estaba adornado por el precioso color violeta que indicaba el paso de la noche, Alice pudo divisar la primera estrella en el cielo y se quedo quieta mientras la miraba con detenimiento, observo a los lados y al asegurarse que nadie estaba cerca, volvió a mirar a la estrella antes de cerrar los ojos.

"Por favor que sea algo tranquilo"

— ¡Alice!

La pelinegra abrió rápidamente los ojos, pudo divisar como se acercaba una camioneta negra y en una de sus ventanas salió Thomas moviendo su mano con una notable felicidad, ella suspiro pues esa emoción le parecía ridícula.

Cuando la camioneta se posiciono frente a ella la puerta trasera no tardó en ser abierta encontrándose con un Thomas quien movía sus pies con total emoción.

— Te ves muy bonita

— Gracias

Dijo ella de manera fría, el chófer la miro con curiosidad a través del retrovisor, acción que Alice no paso por alto, la mirada del hombre era de protección, claro, por un momento olvido que Thomas pertenecía a una familia con poder.

Tuvo que contener un suspiro, volvió a mirar al rubio y puso una de sus manos sobre las del contrario

— Tú también te ves muy bien, seguro te robas las miradas de varias, mírate, resaltas mucho.

Thomas no entendía aquel repentino cambio de actitud por parte de la chica, aunque no fue hasta el auto empezó a moverse que pudo comprender lo que sucedía, ella debía mantener una buena apariencia ante los demás, además él había dicho que eran amigos, así que debía tener esa fachada.

Aunque para él, si había amistad entre ambos simplemente que era algo extraño y difícil de explicar, no era fácil decir que estaba relacionado con la hija de Slenderman, de aquel ser que solía desaparecer a quienes entraban en su bosque.

Alice había deseado que el resto de camino fuera en total silencio, pero muy al contrario Thomas no había dejado de hablar, cada minuto saltaba de tema a tal punto que había olvidado como inicio aquella molesta conversación.

En esos momentos, Alice se estaba tentando a cancelar aquella ridícula invitación, ¿Por qué había aceptado en primer lugar?

"Rumores"

Malditos rumores, ¿Por qué la gente era demasiado curioso?, metían las narices en donde no les convenían, suspiro y miro al rubio quien seguía hablando. Aunque no podía negar que era preferible tener rumores sobre la amistad que rumores sobre su peligroso padre.

Una fiesta, nunca en su vida había ido a una, ¿eran tan divertidas como lo decían?, su madre siempre le había dado permiso pues ella también quería que Alice fuera feliz y normal.

Pero ser normal no era un privilegio que podía tener, no cuando su padre es un monstruo de dudosa procedencia.

Aunque no lo pareciera, ella deseaba tener una vida normal, tener amigos, salir a divertirse, relajarse, ella quería hacer muchas cosas, pero no posible y eso le frustraba.

No solo no podía ser una persona normal, sino que también tenía que ser perfecta, ¿Cómo se supone que lo haría?, no podía ser perfecta cuando ni siquiera debería existir, es una abominación.

Ella es...

— Llegamos

La grave voz del chófer hizo que Alice saliera de sus pensamientos y volviera a la realidad, miro por la ventana mirando aquel fastidioso destino, aunque aquella vista fue interrumpida por una ya conocida figura.

Thomas se había adelantado y salió para poder abrirle la puerta, ella sin decir nada o hacer alguna expresión salió del auto, aunque miro al chófer quien nuevamente tenia aquella mirada sospecha.

— Gracias, Thomas — Dijo Alice solo para asegurarse de no haber generado una mala imagen ante aquel hombre.

— No te preocupes — la pelinegra miro al chico quien con sutileza había tomado su mano — Él poco le importa lo que hago, además estoy más que seguro que estaba mirando lo hermosa que eres

Como era habitual, Alice no dio alguna expresión, al contrario solo volvió su vista al frente y alejo su mano de la del chico

— Eso es enfermo, tendré que tener cuidado con tu chófer

Empezó a caminar hacia donde estaba la fiesta, dejando a Thomas atrás.

Frente a ellos estaba la gran casa de Jane, su adinerada familia se daba los lujos que quería y uno de ellos eran grades casas en donde se podían dar grandes fiestas. El fuerte ruido de la música retumbaba en sus oídos, las personas hablaban e ignoraban su presencia, bueno, no todos.

Muchos tenían una clara mirada de sorpresa al ver a la Alice allí, ella había dejado en claro que nunca iría a una fiesta cada que alguien se lo proponía, ¿Qué efecto tenia Thomas en ella?, ¿Acaso estaban saliendo?

— Thomas — Ambos chicos giraron sus cabezas en dirección de aquella voz, una bonita chica se acercaba a ellos con una sonrisa

— Jane — Respondió Thomas aun sonriendo

— Me alegro que estés aquí, espero mucho que te diviertas

Ambos empezaron a hablar, ignorando por completo a Alice quien no sabía qué hacer, ¿estaba nerviosa?, un poco, era verdad, pero no sabía que hacer por lo que aunque odiara aceptarlo ella no quería alejarse de Thomas

— También logre traer a Alice — Dijo el rubio con total orgullo

— Lo note — Jane miro a la pelinegra con desprecio — Pero no era necesario, ella es una persona aburrida, no quiero que mi fiesta se arruine por su culpa, además muchos van a querer hablar con ella ¿Estás seguro que puede hacerlo?, después de todo nunca la he visto tener una conversación con alguien

Alice noto la sonrisa burlona de la chica, por lo que se cruzó de brazos y se acercó logrando intimidarla

— ¿Celosa?

— ¿Celosa de qué?, no eres superior en nada

— Claro, yo estoy en el primer puesto de los mejores estudiantes, muchos acercan y desean al menos un saludo de mi parte, ¿y tú?, te ignoran hasta en tu propia fiesta, no eres nadie

Jane fue humillada, y los que habían escuchado esa pequeña conversación no tardaron en soltar pequeñas risas, la castaña miro con odio a Alice y se alejó, prometiendo vengarse. 

La Hija de SlendermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora