Capítulo 6

2.2K 142 20
                                        

No podía dormir. Siento la respiración tranquila de Ross sobre mi cuello mientras que yo miro por la ventana, de espalda a él. Ross aún duerme mientras me abraza por la cintura, parecía como si hace tiempo no dormía.

— Cielo, ¿has dormido algo? — susurra contra mi cuello y comienza a repartir besos por mi piel.

Cierro los ojos y sonrío mientras acaricio su cabello, aún de espalda a él.

— No pude dormir... — murmuro, dándole más acceso a mi cuello.

— ¿Todo en orden?

Me giro para mirarlo y le sonrío cálidamente, Ross acaricia mi mejilla con suavidad mientras me mira sonriendo.

— Todo está bien. — le aseguro.

— Quiero despertarme así todos los días de mi vida... — susurra. — Despertarme contigo a mi lado y que tu sonrisa sea lo primero que vea.

Me acerco más a él y me acurruco en su cuello, Ross me rodea con sus brazos y me abraza con fuerza.

— Un día seremos solo nosotros... Tú, Emma y yo. — me promete.

— ¿Cómo lo sabes? Lo dices porque ahora estamos aquí solos, pero cuando volvamos... Probablemente todo sea igual. — digo en voz baja.

Ross se aleja de mi y yo evito su mirada, coloca una mano debajo de mi barbilla y me obliga a mirarlo con suavidad.

— Le pediré el divorcio a Natalie. Es lo primero que haré al llegar. — dice. — Lo vengo pensando hace tiempo, ambos hemos cometido adulterio... Será muy rápido. Todo lo que dije anoche, lo dije en serio.

— Pero tu padre...

— Mi padre golpeaba a mi madre. Siempre lo ha hecho. — me interrumpe, lo miro sorprendida. — Así me he criado, con esa enseñanza: Si las mujeres no hacen lo que tú quieres, golpéala, a ella no le importa. Así es como funciona.

— Por Dios... — murmuro horrorizada.

— Lo sé. He crecido de esa manera, lo veía normal. Mis hermanos no, por supuesto, han sido más inteligentes que yo. Tenía a mi padre como una clase de ídolo, y mi mamá no parecía triste... Ella era feliz, o eso aparentaba.

— ¿Es por eso que me tratabas así? ¿Es por eso que me golpeabas? ¿Porque tu padre te crió así?

— Si... — admite en un susurro. — Soy un monstruo... Estaba tan seguro de que lo que hacía no estaba mal, estaba seguro de que así se trataban a las mujeres. Siempre te he amado, pero nunca he logrado la manera adecuada para demostrarlo.

— No, no lo has hecho. — digo alejándome de él.

— Laura... Escucha...

— ¿Has ido a un psicólogo? — pregunto.

— No.

— ¡Creías que estaba bien golpearme y veías normal que tu padre golpee a tu madre! — exclamo. — Joder... Te quiero lejos de Emma.

— Ya no es así... Por favor... — murmura desesperado.

— ¡Has visto como algo correcto que un niño le pegue a nuestra hija! — le grito.

— Te odiaba, la odiaba a Emma. — confiesa. — No podía mirarla sin sentir desprecio.

— ¿Qué? — pregunto boquiabierta y me levanto de la cama. — ¿Nos odiabas? ¿Por manchar tu historial? ¿Por ser una amenaza?

— ¡Porque era un recordatorio de lo equivocado que estaba! — exclama. — Los primeros años de Emma, las odiaba por tu traición. Porque para mi eras una mentirosa y una zorra interesada, Emma era un recordatorio de lo ingenuo que había sido.

Her (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora