No podía dormir. Siento la respiración tranquila de Ross sobre mi cuello mientras que yo miro por la ventana, de espalda a él. Ross aún duerme mientras me abraza por la cintura, parecía como si hace tiempo no dormía.
— Cielo, ¿has dormido algo? — susurra contra mi cuello y comienza a repartir besos por mi piel.
Cierro los ojos y sonrío mientras acaricio su cabello, aún de espalda a él.
— No pude dormir... — murmuro, dándole más acceso a mi cuello.
— ¿Todo en orden?
Me giro para mirarlo y le sonrío cálidamente, Ross acaricia mi mejilla con suavidad mientras me mira sonriendo.
— Todo está bien. — le aseguro.
— Quiero despertarme así todos los días de mi vida... — susurra. — Despertarme contigo a mi lado y que tu sonrisa sea lo primero que vea.
Me acerco más a él y me acurruco en su cuello, Ross me rodea con sus brazos y me abraza con fuerza.
— Un día seremos solo nosotros... Tú, Emma y yo. — me promete.
— ¿Cómo lo sabes? Lo dices porque ahora estamos aquí solos, pero cuando volvamos... Probablemente todo sea igual. — digo en voz baja.
Ross se aleja de mi y yo evito su mirada, coloca una mano debajo de mi barbilla y me obliga a mirarlo con suavidad.
— Le pediré el divorcio a Natalie. Es lo primero que haré al llegar. — dice. — Lo vengo pensando hace tiempo, ambos hemos cometido adulterio... Será muy rápido. Todo lo que dije anoche, lo dije en serio.
— Pero tu padre...
— Mi padre golpeaba a mi madre. Siempre lo ha hecho. — me interrumpe, lo miro sorprendida. — Así me he criado, con esa enseñanza: Si las mujeres no hacen lo que tú quieres, golpéala, a ella no le importa. Así es como funciona.
— Por Dios... — murmuro horrorizada.
— Lo sé. He crecido de esa manera, lo veía normal. Mis hermanos no, por supuesto, han sido más inteligentes que yo. Tenía a mi padre como una clase de ídolo, y mi mamá no parecía triste... Ella era feliz, o eso aparentaba.
— ¿Es por eso que me tratabas así? ¿Es por eso que me golpeabas? ¿Porque tu padre te crió así?
— Si... — admite en un susurro. — Soy un monstruo... Estaba tan seguro de que lo que hacía no estaba mal, estaba seguro de que así se trataban a las mujeres. Siempre te he amado, pero nunca he logrado la manera adecuada para demostrarlo.
— No, no lo has hecho. — digo alejándome de él.
— Laura... Escucha...
— ¿Has ido a un psicólogo? — pregunto.
— No.
— ¡Creías que estaba bien golpearme y veías normal que tu padre golpee a tu madre! — exclamo. — Joder... Te quiero lejos de Emma.
— Ya no es así... Por favor... — murmura desesperado.
— ¡Has visto como algo correcto que un niño le pegue a nuestra hija! — le grito.
— Te odiaba, la odiaba a Emma. — confiesa. — No podía mirarla sin sentir desprecio.
— ¿Qué? — pregunto boquiabierta y me levanto de la cama. — ¿Nos odiabas? ¿Por manchar tu historial? ¿Por ser una amenaza?
— ¡Porque era un recordatorio de lo equivocado que estaba! — exclama. — Los primeros años de Emma, las odiaba por tu traición. Porque para mi eras una mentirosa y una zorra interesada, Emma era un recordatorio de lo ingenuo que había sido.

ESTÁS LEYENDO
Her (TERMINADA)
De TodoLaura Marano ha estado enamorada de Ross Lynch desde que tiene memoria, un amor que solo le traía sufrimiento y vergüenza. Ella sabe que no es saludable amar a ese hombre de la manera en la que lo hace, pero no puede evitarlo. Ross Lynch nunca la h...