Capítulo 7

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Lo había pasado fatal en todo el viaje. Pasé más tiempo en el baño vomitando, que en mi asiento. Afortunadamente, Ross fue caballero y estuvo conmigo sosteniendo mi cabello mientras expulsaba la comida.

— Llegamos. — anuncia mi chofer. — ¿Puede bajar sola?

— Yo la ayudaré. — le dice Ross para después bajarse del auto y abrir mi puerta.

— No es necesario... Puedo... — comienzo a decir pero saco la cabeza del auto para vomitar.

— Vaya... — murmura.

— Lo siento tanto. — susurro.

— Déjame ayudarte.

Esta vez no pongo resistencia cuando me rodea con sus brazos y me alza como princesa. Recuesto mi cabeza en su pecho y cierro los ojos, aliviada de estar por fin en casa.

— ¿Me pasas tus llaves? — me pregunta Ross y yo le tiendo mi bolso de mala gana.

— ¿Puedes... Puedes quedarte conmigo?

— Está Wesley...

Levanto la mirada para verlo y puedo ver el dolor en sus ojos.

— Le inventaré alguna excusa, por favor... Quédate conmigo. Te necesito.

Ross sonríe levemente y besa mi frente con suavidad para después abrir la puerta y entrar a la casa.

— ¡Mamá! — grita Emma feliz mientras corre a recibirme, pero se detiene en cuanto me ve en brazos de Ross.

— ¿Todo en orden? — pregunta Wesley ingresando a la sala.

— Estoy enferma... — murmuro. — Wes, gracias por cuidar de Emma. En serio...

— No es nada. Ve a descansar.

— Yo me ocuparé de ellas. Puedes irte. — le dice Ross mirándolo mal.

— ¿Quién eres tú para decidir aquello? — le pregunta Wesley.

— El padre de Emma, y Laura en estos momentos me necesita a mi.

— Wesley... Tenemos que hablar los tres a solas... — digo en voz baja. — Gracias de todas formas. En serio.

Wesley suelta un suspiro y asiente, se agacha a la altura de Emma y la abraza con fuerza. Ella le corresponde el abrazo acurrucándose en él. Los miro con ternura, en cinco días se habían hecho grandes amigos.

— Te llamaré luego para saber cómo estás. — me informa. — Que te mejores, cariño.

— Te besaría, pero apesto. — murmuro sonriendo levemente. — Nos vemos luego.

Él me guiña el ojo y se marcha. Un silencio se instala en la sala, Ross mira a Emma pero ella está cruzada de brazos mirando el suelo.

— Puedes bajarme... Iré a bañarme. Bajaré en unos minutos. — le digo a Ross y él me baja con cuidado.

Suelto un suspiro aliviada por no sentir nauseas y me dirijo a mi habitación, segundos después siento los pasos de Emma detrás mío.

— No quiero saber nada sobre él. — me informa mientras yo agarro mi ropa.

— Emma, escúchalo. Siempre te he dicho que hay que escuchar a una persona antes de juzgarla. — respondo con suavidad.

— ¡Me abandonó! — exclama.

— Lo sé, amor... Pero hazme caso, él tuvo una razón. — le aseguro. —Quédate aquí si quieres mientras yo me baño.

— De acuerdo. — acepta.

Her (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora