Lo había pasado fatal en todo el viaje. Pasé más tiempo en el baño vomitando, que en mi asiento. Afortunadamente, Ross fue caballero y estuvo conmigo sosteniendo mi cabello mientras expulsaba la comida.
— Llegamos. — anuncia mi chofer. — ¿Puede bajar sola?
— Yo la ayudaré. — le dice Ross para después bajarse del auto y abrir mi puerta.
— No es necesario... Puedo... — comienzo a decir pero saco la cabeza del auto para vomitar.
— Vaya... — murmura.
— Lo siento tanto. — susurro.
— Déjame ayudarte.
Esta vez no pongo resistencia cuando me rodea con sus brazos y me alza como princesa. Recuesto mi cabeza en su pecho y cierro los ojos, aliviada de estar por fin en casa.
— ¿Me pasas tus llaves? — me pregunta Ross y yo le tiendo mi bolso de mala gana.
— ¿Puedes... Puedes quedarte conmigo?
— Está Wesley...
Levanto la mirada para verlo y puedo ver el dolor en sus ojos.
— Le inventaré alguna excusa, por favor... Quédate conmigo. Te necesito.
Ross sonríe levemente y besa mi frente con suavidad para después abrir la puerta y entrar a la casa.
— ¡Mamá! — grita Emma feliz mientras corre a recibirme, pero se detiene en cuanto me ve en brazos de Ross.
— ¿Todo en orden? — pregunta Wesley ingresando a la sala.
— Estoy enferma... — murmuro. — Wes, gracias por cuidar de Emma. En serio...
— No es nada. Ve a descansar.
— Yo me ocuparé de ellas. Puedes irte. — le dice Ross mirándolo mal.
— ¿Quién eres tú para decidir aquello? — le pregunta Wesley.
— El padre de Emma, y Laura en estos momentos me necesita a mi.
— Wesley... Tenemos que hablar los tres a solas... — digo en voz baja. — Gracias de todas formas. En serio.
Wesley suelta un suspiro y asiente, se agacha a la altura de Emma y la abraza con fuerza. Ella le corresponde el abrazo acurrucándose en él. Los miro con ternura, en cinco días se habían hecho grandes amigos.
— Te llamaré luego para saber cómo estás. — me informa. — Que te mejores, cariño.
— Te besaría, pero apesto. — murmuro sonriendo levemente. — Nos vemos luego.
Él me guiña el ojo y se marcha. Un silencio se instala en la sala, Ross mira a Emma pero ella está cruzada de brazos mirando el suelo.
— Puedes bajarme... Iré a bañarme. Bajaré en unos minutos. — le digo a Ross y él me baja con cuidado.
Suelto un suspiro aliviada por no sentir nauseas y me dirijo a mi habitación, segundos después siento los pasos de Emma detrás mío.
— No quiero saber nada sobre él. — me informa mientras yo agarro mi ropa.
— Emma, escúchalo. Siempre te he dicho que hay que escuchar a una persona antes de juzgarla. — respondo con suavidad.
— ¡Me abandonó! — exclama.
— Lo sé, amor... Pero hazme caso, él tuvo una razón. — le aseguro. —Quédate aquí si quieres mientras yo me baño.
— De acuerdo. — acepta.
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Her (TERMINADA)
CasualeLaura Marano ha estado enamorada de Ross Lynch desde que tiene memoria, un amor que solo le traía sufrimiento y vergüenza. Ella sabe que no es saludable amar a ese hombre de la manera en la que lo hace, pero no puede evitarlo. Ross Lynch nunca la h...