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"Por qué las promesas jamás se rompen, y el amor nunca se marchita"









Jimin despertó por una suave brisa que golpeó su rostro, estaba en un pastizal rodeado de flores. Se levantó del suelo y comenzó a caminar a pesar de estar muy confundido.

Lo último que recuerda es al amor de su vida cayendo de lo alto de un puente al río pero... ¿Cómo terminó ahí? Si él estaba ahí ¿Yoongi también? No lo sabía pero iría a buscarlo así tardara una eternidad para encontrarlo.

Camino varios metros entre el pasto, pasando flores y plantas muy bellas hasta que escuchó una voz grave y débil, esa voz la conocía muy bien.

«¿Por qué simplemente no acaban con mi alma de una buena vez»

—¿Yoongi? ¿Dónde estás?—observó hacia todas direcciones pero no podía verlo. —¿Hyung, dónde estás?—entonces comenzó a correr buscando de dónde provenía el sonido.

«¿J-Jimin? sólo sigue mi voz cariño»

Y Jimin así lo hizo, continuo corriendo hasta que llego a la orilla de un acantilado, en ese punto ya no había bellas flores y el pasto estaba seco. Las piernas comenzaron a fallarle provocando que cayera de bruces a suelo.

«Aquí estás, te extrañe tanto...»

Escuchó nuevamente su voz, pero esta vez muy cerca, se arrastró un poco más hacia la orilla y asomo su cabeza hacia abajo...

Ahí estaba él

Ensangrentado, con largas y pesadas cadenas cubriendo su cuerpo y hematomas adornando su pálida piel, a su alrededor había un aura negra y sombras que lo ataban al suelo, una de ellas parecía estar asfixiándolo

— ¡YOONGI!—las lágrimas comenzaron a salir mojando sus mejillas. —¡Quien quiera que seas suéltalo! ¡Ahora! ¡LARGO!—él pelinaranja gritaba con todas sus fuerzas pero las sombras parecían torturarlo más.

—B-Basta...—él menor era un desastre de hipidos y lágrimas.

—Jimin...

El mencionado se limpió las lágrimas que caían sin cesar y observó el cuerpo abajo del acantilado.

—"Las almas que renuncian a la vida no van al paraíso, son desterradas a sufrir en el infierno"—hablo en un tono cansado. —Pero yo, ya vivía en un infierno sin ti—sonrió débilmente y Jimin lloro con más intensidad.

—S-Siempre estuve contigo, siempre iba a e-estarlo—hablo entre lágrimas. —Pero aunque tú no podías verme, yo sí, pude verte cuando saltaste de ese puente.

Yoongi observó a su amado, él siempre fue un ángel, su ángel.

No podía pasar un día más sin al menos ver tu rostro—intento zafarse del agarre que mantenían las cadenas pero fue inútil, solo causó que fueran apretadas con más fuerza quemando su piel, provocando que solara un alarido de dolor mientras el menor ahogaba un grito. —Mierda— susurro y nuevamente, dirijo su mirada a Jimin. —¿Pero sabes qué? no importa, no importa si pasan días, años, siglos, seguiré amándote con la misma intensidad de siempre, esperando algún día poder volver a juntar tus labios con los míos, por qué si a menos puedo verte durante ese tiempo, seré fuerte, no importaran las heridas ni las torturas que tenga que pasar, por qué vas a estar a mi lado, como siempre lo has hecho.

Él menor sonrió débilmente, intentó bajar hacia donde él pero fue inútil, una fuerza lo retenía en la orilla.

—Esperare por ti, Yoongi, lucharé día tras día, durante el tiempo que sea necesario, para volver a estar a tú lado.


"Y así fue como con el alma rota y el rostro empapado en lágrimas aquellos jóvenes sellaron de nuevo su promesa.

El universo fue el único testigo del amor puro e infinito que ellos tuvieron, de las miradas cargadas de dolor y esperanza que compartieron...de ese amor que jamás se extinguió. ¿Podrá la eternidad unirlos una vez más?".

Vuelve [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora