Esa noche, durante la cena, Jihoon dijo:
-¿Qué te parecía el novio de E'dawn, tía Ji Hyun? ¿Alguna vez sospechaste que no les iba bien en la relación? Su madre de acogida dejó los cubiertos sobre el plato y lo miró.
-No llegué a conocerlo -dijo-. Solo sabía lo que E'dawn me contaba y, por supuesto, él lo adoraba.
-¿No lo conoces? -repitió E'dawn despacio-. Pero ¿cómo puede ser? ¿Quieres decir que nunca lo trajo a casa?
-Mientras mi hijo estuviera contento, yo también -dijo la señora Kim para zanjar el tema.
Pero Jihoon continuó el resto de la noche dándole vueltas al asunto.
Cuando Jihoon regresó a The Refuge unos días más tarde, se sorprendió de que el director lo recibiera con una sonrisa.
-Se dará cuenta de que su hermano ha mejorado ligeramente. Está deseando verlo otra vez -hizo una pausa-. Pero en un futuro inmediato tendrá que seguir siendo su único visitante. ¿Le trae algún mensaje de otra persona? Si es así, ¿puedo saber cuál es?
-Su madre quiere que le diga que lo quiere -Jihoon alzó la barbilla-. Espero que eso sea aceptable.
-Por supuesto -dijo él, y timbró para llamar a la enfermera Bora.
E'dawn, estaba sentado junto a la ventana y vestido con un el típico traje pero llevaba una bata. Acababa de lavarse el cabello y se ondulaba alrededor de su rostro. Jihoon se sentó frente a él.
-Cariño, porque hay algunas cosas que necesito saber. E'dawn se mordió el labio inferior.
-¿Qué tipo de cosas?
-Cosas que podrías haberle contado a Ong Seongwoo, sobre tu madre, sobre mí. Se hizo un silencio y E'dawn tardó en contestar:
-Yo no le conté nada. Él no quería hablar de mi familia.
-Necesito saberlo todo acerca de él, porque para hacerle daño tengo que descubrir su punto débil, y seguro que tiene uno. Todo el mundo lo tiene -hizo una pausa-. ¿Estás seguro de que nunca me has mencionado? ¿Nunca le has dicho mi nombre?
-No, nunca -E'dawn negó despacio con la cabeza-. ¿Por qué iba a hacerlo? -se estremeció-. En cualquier caso, mantente alejado de él, Jihoon. No es seguro. Tiene amigos poderosos. En serio, vas a hacerlo de veras -Su hermano se movió en la silla con inquietud-. Ojalá nunca lo hubiera mencionado - dijo con expresión tensa-. Me duele la cabeza. Quizá sea mejor que te vayas.
-Sí, por supuesto -Jihoon se puso en pie y lo miró con preocupación-. Mimi, hay que enseñarle a ese hombre que no puede ir por la vida pisoteando a la gente. Lo que ha hecho contigo ha estado a punto de provocar un final terrible, y eso no puedo olvidarlo. Tú no estás en situación de enfrentarte a él, pero yo sí -intentó forzar una sonrisa-. Y no tienes por qué preocuparte.
Fue su cabello lo que Seongwoo reconoció. Lo llevaba peinado hacia atrás pero dándole un toque informal y su color caoba era inconfundible. Él nunca había imaginado que lo volvería a ver y, sin embargo, allí estaba, en un ascensor que subía hasta la quinta planta, mirando su BlackBerry con el ceño fruncido y, aparentemente, sin prestar atención a todo lo demás.
-Es usted el Joven Park, ¿no es así? Hoon levantó la vista sorprendido.
-Uy -se mordió el labio inferior-. Es usted -hizo una pausa-. Siento que la otra tarde no me diera cuenta de quién era usted, señor Ong. Estoy completamente avergonzado.
-¿Deduzco que ahora trabaja aquí?
-Desde el lunes -miró de reojo con una mezcla de timidez y picardía-. Seguí un consejo y solicité empleo a través de los canales adecuados. El señor Kim me ha contratado de forma temporal.
Cuando se abrió la puerta, él sonrió por última vez y desapareció. «Debería haber una ley que prohibiera que los chicos con unas piernas como esas llevaran pantalones tan ajustados a la oficina», pensó Seongwoo. «Igual que hay una ley que consideraría mis pensamientos como un tipo de acoso sexual pasivo».
«Tranquilo, amigo. O quebrantarás tu regla de oro acerca de no confraternizar. Si necesitas compañía, llama a Kim Jae Hwan y pregúntale si quiere salir a cenar»
Jihoon apagó el ordenador y se apoyó en el respaldo de la silla moviendo los hombros. Había pasado unas horas de tensión pero sabía que el trabajo que le habían encargado estaba bien hecho y se lo reconocerían.
-Oh, cielos... por favor, que alguien me diga que es una broma.
-¿Qué ocurre? -Jihoon le había preguntado a Sohye, que estaba a cargo de la publicación de la revista.
-¿Has oído hablar de Park Soojin, la estrella de televisión? Ella decidió empezar su carrera como escritora y le han ofrecido un montón de dinero por su primera novela. Shin-Hye, pensó que sería una gran idea encargarle un cuento corto por una suma igualmente generosa. Creo que el producto final ha llegado mucho después de la fecha límite y con un nivel mucho más bajo de lo esperado. Me gustaría devolvérselo y decirle que comience de nuevo, pero se ha ido a algún lugar de El Caribe con el marido de otra y, según su agente, está ilocalizable. Necesitamos este texto. Ya está anunciado... ¡Y va a ser un desastre!
-¿Qué le ocurre al texto? -preguntó Jihoon.
-¿Quieres decir: «¿aparte de que es aburrido desde el principio y no tiene esperanzas de mejorar»? -Se quejó Mi-Do, que se encargaba de revisar los textos-. Necesita que lo reescriban, pero es el cumpleaños de mi hijo y le he prometido a mi marido que regresaría a tiempo para la celebración.
-¿Quieres que le eche un vistazo? -Preguntó Jihoon-. He hecho cosas así en el pasado, y así tendrás la oportunidad de marcharte tal y como habías planeado.
Una vez en su escritorio, Jihoon silbó al hojear las páginas del texto. Todo lo que Mi-Do le había dicho estaba justificado. Era un auténtico horror. La oficina comenzaba a vaciarse cuando empezó a leer. Cuando terminó de reescribir la historia, tras varias visitas a la máquina de café, el edificio estaba en silencio y casi a oscuras. Imprimió la nueva versión, grapó sus páginas y la llevó al escritorio de Mi-Do. Regresó a su puesto y se sentó para terminarse la taza de café.
Se puso la chaqueta, agarró el maletín y salió por la puerta de cristal. Cuando se dirigía hacia los ascensores, oyó que una voz familiar le decía:
-¿Trabajando horas extra, Joven Park? -Jihoon se volvió boquiabierto y dejó caer el maletín al suelo, como si hubiese visto un fantasma. Momentos antes, estaba preguntándose si no estaría perdiendo el tiempo y si quizá debería olvidar la venganza y continuar con su propia vida.
-Me ha asustado -dijo Hoon.
-Yo también me asusté cuando regresé para recoger mi maletín y vi que había luz en esta planta -contestó Seongwoo-. ¿Qué está haciendo aquí a estas horas de la noche?
-Como bien dijo, horas extra -Jihoon se arrodilló y comenzó a recoger los objetos que se le habían caído-. Pero no se preocupe. Es el tipo de trabajo que se hace de manera voluntaria, sin cobrar. Había un proyecto que tenía ganas de acabar.
Sabía que lo estaba haciendo todo mal, pero se sentía confuso tras el inesperado encuentro. También se sentía desaliñado con la ropa que llevaba después de todo el día, y deseaba haberse puesto más brillo en los labios o haberse refrescado el aliento.
«Es mi oportunidad de oro», pensó . «Puede que no tenga otra y que simplemente haya malgastado las últimas semanas de mi vida. He ensayado este momento montones de veces, sin embargo, no se me ocurre qué decir. Ni qué hacer».
-Parece cansado -dijo él-. ¿Cuándo ha sido la última vez que ha comido?
-Al medio día.
-Entonces lo llevaré a cenar algo. Hay un restaurante italiano al que voy yo que abre hasta muy tarde.
-No... Por favor. Estoy bien. No quiero molestarlo.
-No es ninguna molestia. Si quiere, considérelo una recompensa por su lealtad más allá del deber -hizo una pausa-. ¿Nos vamos?
❤ !Gracias por leer¡❤
ESTÁS LEYENDO
Dulce Venganza -OngWink [TERMINADA]
Fanfiction~El infierno no tiene tal furia. Para Park Jihoon la familia lo era todo. ~Así qué cuando Ong Seongwoo, un poderoso magnate, destrozó a su adorable hermano, Jihoon decidio tomar la vengaza en sus manos... 💕OngWink-Adaptación 💁Lenguaje inapropiado...