Capitulo 6

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El silencio se apoderó del ambiente. Jihoon no podía pronunciar palabra. Sin embargo, tenía que hacer algo...

-Eres tú -tenía la boca tan seca que apenas reconocía su propia voz-. ¿Qué estás haciendo aquí? Él se encogió de hombros.

-Confiaba en invitarte a cenar, pero se ha retrasado el vuelo, así que imagino que ya habrás comido.

Seongwoo hizo una pausa y lo miró de arriba abajo. La expresión de su rostro no cambió, pero Jihoon era consciente de que él sabía que estaba desnudo bajo el albornoz. Y tuvo que contenerse para no atarse más fuerte el cinturón.

-Parece que he llamado en un momento poco oportuno, así que quizá tampoco quieras tomar una copa.

Jihoon no dijo nada y él arqueó las cejas.

-Otro silencio -comentó-. Supongo que será mejor que me vaya acostumbrando a ello.

-¿Cómo me has encontrado?

-Fácilmente. En la oficina están todos tus datos de contacto.

-No estoy vestido para salir. Y no tenemos mucho alcohol en casa.

-Me conformaría con un café -sugirió él-. Si insistes, podría bebérmelo en la puerta. Aunque prometo que no ataco, o al menos, no sin una invitación seria.

-Creo que sería mejor si entraras. Él lo siguió al interior del apartamento. Seongwoo estaba mirando a su alrededor.

-Esta habitación es muy agradable... «Mejor que el sitio que le buscaste a E'dawn».

-Gracias -contestó-. ¿No te quieres sentar?

-He estado sentado durante el vuelo y, después, en el coche que me ha recogido en el aeropuerto. ¿Puedo ayudarte con el café?

Dudó un instante y lo guio hasta la cocina. Esa noche parecía más pequeña de lo habitual y Jihoon sabía que era por la presencia de Seongwoo.

El aroma a café invadió el ambiente, reemplazando al de la colonia cara que llevaba Seongwoo. Cuando decidió dejarlo pasar, tenía la intención de provocarlo para que él se le insinuara y después denunciarlo a la policía por acoso sexual.

Pero el hecho de haberle permitido entrar cuando estaba solo en casa y en albornoz no ayudaría a que lo creyeran. Seongwoo frunció el ceño.

-Debería haber llamado antes. Advertirte de que pensaba venir o quizá buscar otro momento más conveniente.

-¿Y por qué no lo hiciste?

-Considerando la tensión que hay en el ambiente, quizá debería reservar mis motivos para otro momento.

-Tengo una idea mejor -dijo Jihoon-. ¿Por qué no comenzamos de nuevo? -Le tendió la mano-. Buenas noches, Señor Ong. Qué inesperado placer.

-Cambia lo de «Señor Ong» por «Seongwoo» -dijo él, estrechándole la mano con firmeza-, y se convertirá en un absoluto placer.

-Muy bien... Seongwoo.

-Si hubiese llamado con antelación, me habría perdido este momento -dijo él, y le soltó la mano-. ¿Dónde está tu compañera de piso esta noche?

-En una fiesta. Decidí que esta noche me quedaría en casa tranquilo.

-Y te la he estropeado. Sin embargo, tu pérdida es mi ganancia.

Jihoon preparó una bandeja con las tazas y una jarra de leche y Seongwoo la llevó al salón.

-Me gusta el champú que usas -comentó de pronto-. Huele a manzana con una pizca de vainilla. Jihoon sirvió el café y dijo:

Dulce Venganza -OngWink [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora