Capitulo 9

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El viaje de regreso a Londres lo hicieron en silencio. Seongwoo se mostró atento, preguntándole si ya había entrado en calor, o si quería escuchar música. Jihoon asintió, confiando en que con la música evitaría hablar de sus planes de futuro. Sin embargo, rechazó la oferta de parar en algún sitio para tomar algo.

Deseaba regresar porque necesitaba pensar. Decidir qué haría después. Si es que eso era posible.

A pesar de todo, todavía recordaba como la mirada de Seongwoo había provocado que se le entrecortara la respiración. Podía sentir el tacto de su mano alrededor de la suya, agarrándolo con fuerza como si nunca lo fuera a soltar, y percibía el aroma de su colonia en el jersey que todavía llevaba puesto.

¿Cómo era posible que él pareciera tan sincero? Que hubiera estado a punto de hacerlo creer...

Aunque que Seongwoo lo deseara era una parte esencial de su plan. Su intención era que él se muriera de deseo antes de humillarlo en público. Y gracias a Mi-Do, había encontrado la ocasión perfecta.

-En junio se celebra una fiesta en el jardín de una casa que se llama Winsleigh Place -le había dicho la editora-. Todas las personas de la empresa están invitadas, desde los directores al personal de la limpieza. Ponen autobuses para llevarnos y traernos y así nadie se ve tentado a conducir después de haber bebido. El bufé es maravilloso, hay champán, y por la noche baile con más comida. Y Seongwoo invita a todos.

Así que Jihoon había decidido que toda la empresa se enteraría de la verdad.

-Suena de maravilla -dijo Jihoon con una sonrisa.

Sin embargo, los eventos de ese día habían hecho que tuviera que replantearse las cosas. Si rechazaba su propuesta, obtendría venganza, pero sería un asunto privado entre ellos y deseaba algo más.

Por otro lado, si aceptaba, tendría que asistir a la fiesta como su prometido, y cualquier intento de desacreditarlo también lo afectaría. La gente se preguntaría por qué se había comprometido con él sabiendo lo que sabía.

A menos que Seongwoo pretendiera mantener oculta su relación hasta que se cansara de él, igual que había hecho con E'dawn. Pensar en ello era como si le hubieran dado una puñalada.

Se sentía como si su cuerpo estuviera ocupado por dos personas diferentes, luchando por dominar su mente. Y tenía que asegurarse de que la ganadora fuera la adecuada. Porque no podía dejarse engatusar por la sensualidad de su boca, o ceder ante el impulso por el que había estado a punto de acariciar su cabello negro cuando él se arrodilló a sus pies. Cuando llegaron a su apartamento, Seongwoo dejó el motor en marcha y lo miró fijamente.

-No voy a preguntarte si puedo subir contigo -dijo él-. Porque sé muy bien que intentaría otra clase de persuasión... En la cama. Y eso no sería justo ni estaría bien. Jihoon se mordió el labio.

-Gracias. Quiero que sepas que, pase lo que pase, me has hecho pasar un día estupendo -agarró la manija de la puerta y dudó un instante-. Ay, tu jersey...

-Quédatelo -dijo Seongwoo-. Te queda mucho mejor a ti que a mí -hizo una pausa-. Cuando hayas decidido algo, sea lo que sea, llámame.

Jihoon asintió, y salió del coche. Sin mirar atrás, subió por las escaleras con piernas temblorosas. Entró en la casa y, tras cerrar la puerta, se apoyó en ella con el corazón acelerado.

Se dirigió a la cocina, preparó una cafetera y se fue a dar una ducha. Después, se sentó en el sofá y trató de centrarse mientras se tomaba el café. Al ver sus pies desnudos se estremeció con los recuerdos que evocaban y los ocultó bajo el albornoz.

¿Cómo era posible que toda esa ternura, todo ese cariño, fuera solo una ilusión? A Jihoon le hubiera gustado tener el diario de E'dawn, ya que quizá encontrara en él una pista acerca de lo que iba a suceder después.

Dulce Venganza -OngWink [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora