Lucy

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Un nuevo día iniciaba y en un cuarto de la casa Loud cuya mitad era lúgubre, vemos a una niña de ocho años portando ropa oscura como piyama.

-POV de Lucy:

-Otro día más de mi mortal y efímera vida... suspiro.

Me levante de mi fría cama cual muerto se levanta de su letargo, no pude ver a mi hermana Lynn acostada por lo que deduje que ha de estar desayunando con el resto y por lo visto se olvidaron de mi... de nuevo.

-Cómo quisieras que fueras real mi amado señor de la noche amante del liquido vital carmesí – le dije al busto de un adolescente vampiro de mi saga favorita.

Me cambie de ropa aunque siendo siempre negro como mi alma, solté un largo suspiro antes de salir de mi cuarto compartido hacia la cocina donde podía escuchar miles de gritos como los lamentos de almas a punto de ser condenadas al castigo eterno.

-¡Quieren comportarse por favor que no puedo atenderlas a todas!

Una vez entre a la cocina pude ver a mi hermana mayor con un aspecto como si un hombre lobo le hubiera atacado, aunque a decir verdad siempre lucia así todos los días de la mañana.

-¡Rápido coman que se nos hace tarde! – exclamo mientras se arreglaba el enmarañado pelo que poseía.

Vi que todas y cada una de mis hermanas comían lo que Lori les había servido para el desayuno, yo me senté en mi lugar para consumir mis alimentos para mantener este cuerpo mortal pero no había nada en mi plato... de hecho ni quiera había un plato.

Que se olviden de mi ya se había hecho una rutina diaria, creo que al volverme un ser oscuro me notaban cada vez menos mis hermanas a no ser que les hable para que noten mi presencia aunque eso les cause un susto.

Brrr!

No importa que tanto me haya metido en el ocultismo, poesía oscura y contacte con seres del mas allá, sigo siendo una mortal y eso me lo recalcaba mi estomago que a gritos pedía comida a no ser quiera morir por inanición.

-Hermana te olvidaste de mi desayu...

-¡Oh Dios miren la hora que es! – Soltó Lori mientras señalaba el reloj que estaba a punto de marcar las 8 – ¡Rápido todos a Vanzilla!

Ante el grito de Lori todas mis hermanas devoraron sus alimento cuales muerto vivientes a un ser humano, para luego salir corriendo hacia Vanzilla, no me quedo de otra más que ir a la escuela sin desayunar, ya comeré en la hora de receso.

.

El lugar de los sufrimientos, desdicha y sueños rotos, para mí eso era la escuela aunque no me puedo quejar del todo ya que ver las pobres almas caminando por los pasillos lamentándose de no haber cumplido la tarea que les asignaron sus profesores, me llena de inspiración para mis poemas.

Una vez que llegamos a este lugar, cabe recalcar que siempre es un caos tanto subir a Vanzilla como para bajar de ella; me dirigí a mi salón y tome asiento lo cual provoco un pequeño chirrido de las patas de la silla arrastrándose en el piso, con ese ruido llame la atención de mis compañeros que asustados se apartaron mas de mi.

-Soledad, mi eterna compañera... suspiro – susurre para luego esperar a la profesora, solo quiero que llegue el recreo para plasmar mis vacios sentimientos en palabras.

Brrr!

Y también para comer.

.

-POV General:

TIN! TIN!

Del aula 22 vemos salir a Lincoln con el ceño fruncido murmurando algunas cosas mientras que detrás de él lo seguía su amigo Clyde cabizbajo.

Ya no soy un LoudDonde viven las historias. Descúbrelo ahora