Introducción a la rutina

2.3K 49 0
                                    

Empiezo mi día como siempre: ducha, desayuno y autobús.

Es lunes y me siento más cansada que nunca, no aconsejo irse de fiesta cuando al día siguiente te toca trabajar. Aunque todo fue por culpa de Jaco, ese maldito me debía 5 chupitos.

Al llegar a la oficina siento aún más la resaca de anoche, los fluorescentes se clavan en mis pupilas y me siento cómo si estuviese entrando al cielo.

- ¿Señorita Evans se encuentra bien? - Y entonces es ahí cuando bajo de mi nube, el señor Edison me saluda desde recepción y yo le brindo mi mejor sonrisa.

- Lo siento Jon, ya sabes que me cuesta arrancar los lunes.

- Vamos Carla eres una mujer hecha y derecha, ánimos. - Éste señor era un cielo.

Diciéndole adiós con la mano me encaminé a los ascensores y pulsé la planta 6, no quería llegar pero era mi deber ya que gracias a Dios había conseguido un trabajo de lo que me gustaba y en una de las mejores empresas del país.

Nada más abrirse las puertas de esa cajita mecánica pude encontrarme de frente con mi jefa, la cual era nada más y nada menos que mi mejor amiga:

- Tía te ves fatal, ¿Acaso te has peinado?- Vaya recibimiento señores.

- Oye Liz yo también me alegro muchísimo de verte - Le respondí de forma irónica y un poco hasta las narices.

- Ya veo que no has pasado buena noche - Y empezó a reírse, bueno a gritar mientras se reía - A ti te hace falta que te echen un buen polvo amiga, que desde que lo dejaste con Marc... Te jubilarás y aún estarás sola.

- Al menos cumpliré el cliché de los gatos - Y ahí empecé a reírme yo también, Liz tenía el mismo tipo de humor que yo y por eso nos complementábamos tanto. - Pero bueno a lo importante, ¿Hoy tienes la reunión con el señor Watts no? Cuidado no se te lance que los rumores dicen que - No me dejó ni acabar la frase que me soltó:

- Tía, tía que tú ya sabes que ahora mismo solo tengo ojos para Ed y además es el jefe máximo, no puede hacer eso. - De verdad que, aunque me la quisiera un mundo, era un poco inocente para ser incluso 3 años más mayor que yo.

- Tú no te fíes - le respondí - aunque siendo sincera ese hombre esta para - me volvió a cortar. Ahora se venía un cambio de tema sí o sí. 

- Bueno no hablemos más de eso, - lo que decía - conociste a alguien interesante ayer o qué? Ya me ha contado Jaco que no te paraban de mirar todos, tendrías que haberme pasado una foto del modelito chica!

Estuve a punto de contestarle cuando miró su reloj y se fue rápido con el ascensor después de darme un beso fugaz y decirme que iba tarde. Yo, por mi parte, dejé salir un suspiro aliviado. No le iba a decir qué lugares eran aquellos que Jaco y yo frecuentábamos. El ya nombrado y yo éramos compañeros de trabajo y lo consideraba mi hermano, pero con él tenía un tipo de amistad muy diferente a la que tenía con Liz. 

Jaco era gay y fue el que me descubrió el mundo en el que llevo unos meses metida, el de los clubs de intercambio. Él solía ir a aquellos sitios desde que lo dejó con su última pareja y me arrastró con él. Ahora podemos decir que es nuestra perdición. 

Aunque también es nuestro pequeño secreto. Y él es mi secreto personal. 



F R E N E S ÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora