CAPÍTULO 3: LAS NUEVAS REGLAS.

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"Ni la soledad...podrá destruir,

El espíritu interior...La luz vendrá...a esta oscuridad...

Antes que la tempestad destruya mi ser"


Un día más que se convertía en nuestro infierno, Un día más sin saber que iba a pasar.... La verdad sabíamos que nada bueno iba a venir, por decidí obedecer e ir con ellos.

-Todos debemos ir sin excepciones, tu esposa e hijo también.-dijo el monstruo que llegó a advertinos del peligro.

- No, ellos se quedarán, ¡no quiero que salga lastimados! -Exclamé desesperado con una mirada de pánico.

-Todos debemos ir o vendrán a buscarnos y será peor para todos. Harán una búsqueda exhaustiva para llevar la cuenta de cuantos somos...-respondió el monstruo con mirada triste.

Estaba nervioso, temía por la vida de mi esposa y su embarazo. También temía por la vida de mi pequeño Ale, no quería que esos tipos lo lastimaran...

-Vamos familia, debemos ir... yo los cuidaré ¿Vale? -dije dirigiéndome a mi familia.

-No te llevarás el crédito solo ¿Verdad Leo? ¡Yo seré también el gato guardián! -dijo Gabriel con entusiasmo.

-Gracias Gabriel, admiro tu valentía.

-Claro, ¿Qué esperabas? Soy un gato protector de mis seres más queridos.

Después todos salimos... había una enorme plaza dónde antes estaban nuestras casas... había muchos monstruos reunidos allí. Y muchos humanos vigilándolos en las orillas, algunos tenían armas y amenazaban a los que estaban allí con matar a cualquiera que intentase atacar. Me acerque junto a mi familia, Gabriel y Anayra para ver lo que supuestamente iban a decir.

-¡ATENCIÓN A TODOS USTEDES! -Gritó la voz del gemelo pelirrojo - Soy Walter y ella es mi hermana Mayra ¡Y SOMOS SUS NUEVOS GOBERNANTES! ¡Los reyes! ¡ESTE ES NUESTRO IMPERIO! Cada uno de ustedes deberá obedecerlos en todo y seguir las leyes que se dictarán. Quién no obedezca las reglas ¡MORIRÁ SIN PIEDAD!

Todos comenzaban a asustarse y algunos querían huir pero eran detenidos por el ejército de humanos que reaccionaban con violencia empujando a todos e incluso golpeando a cualquiera.

-¡CÁLLENSE TODOS! -Gritó Walter en forma intimidante - ¡Ustedes de ahora en adelante deberán vivir al lado abajo! Serán separados de los humanos por un muro que ustedes mismos construirán. ¡No tendrán derecho a pasarse ese muro a menos que sea para los trabajos que deberán hacer! Las leyes de la escuela serán cambiadas. Será exclusiva para los humanos, los privilegios serán solo para ellos, aun así será obligatoria. Seré "piadoso" así que los haré elegir. Ir la escuela o morir... o mejor aún ya decidiremos el destino de quien no asista.

-Vaya opciones eh! Mejor dijeran de una vez es ir o morir. Aparte de invasores, idiotas.

-También... - dijo la gemela pelirroja- algunos de ustedes se irán a trabajar de sirvientes al castillo. Los elegidos no podrán rehusarse. Si se rehúsan morirán -se ríe como loca escapada del manicomio-

-¡Y esta está loca como una cabra! No te ofendas Carmen, es solo un dicho.

-Ummm....

La verdad estaba asustado, mi esposa también hasta el punto de llorar. Era muchas cosas en pocos días y nadie podía hacer nada. Ale se puso muy triste pensando que jamás volvería a la escuela de antes y ver a sus amigos.

Aprender a ser la tormenta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora